Cinco ventajas de trabajar de pie en un escritorio

Publicado el 14 de Septiembre de 2023
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos

Diferentes estudios han resaltado los efectos negativos del sedentarismo para la salud. Por eso, cada vez más empresas les ofrecen a sus empleados la posibilidad de trabajar de pie en escritorios elevables, una nueva tendencia que reporta muchísimos beneficios para la salud. 

¿Qué beneficios reporta trabajar de pie?

 El sedentarismo se ha convertido en uno de los principales enemigos de nuestra salud. Sin embargo, ¿sabías que un trabajador normal puede pasar sentado entre el 65% y el 75% de su jornada laboral? Estas cifras no son muy prometedoras, sobre todo si tenemos en cuenta un estudio realizado por investigadores estadounidenses, australianos e ingleses en el que se apreció que las personas que pasan más tiempo sentadas tienen el doble de riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular y diabetes.

 También tienen entre un 13% y un 17% más de probabilidades de morir a causa de un cáncer. La buena noticia es que si tan solo permanecemos dos horas de pie en el trabajo, podemos reducir considerablemente los riesgos asociados al sedentarismo. El simple hecho de dar pequeños paseos en la oficina o permanecer de pie en el escritorio hasta un máximo de cuatro horas puede reportar numerosos beneficios para la salud. 

Mantiene bajo control el peso corporal

La clave para perder peso y mantenerte en forma consiste en gastar más calorías de las que consumes. Un estudio realizado en la Universidad de Chester ha desvelado que permanecer de pie puede ayudarte a quemar esas calorías adicionales, que son las principales responsables del aumento de peso. De hecho, los investigadores encontraron que trabajar de pie puede ayudarte a quemar hasta 170 calorías, lo que significa perder alrededor de 1.000 calorías en una semana.

Reduce el índice glucémico

Las personas muy sedentarias tienen un riesgo del 112% de padecer diabetes tipo 2. Sin embargo, se ha demostrado que permanecer de pie en la oficina durante al menos 180 minutos después de la comida puede reducir hasta en un 43% el nivel de azúcar en sangre. De hecho, un estudio australiano ha desvelado que alternar la jornada laboral, permaneciendo 30 minutos de pie y otros 30 minutos sentados, puede reducir el pico glucémico una media de 11,1%.

Minimiza el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca

Pasar todo el día sentado puede incrementar la probabilidad de padecer una enfermedad cardiaca hasta en un 147%, un riesgo tan elevado que los expertos aseguran que una hora de ejercicio intenso podría no ser suficiente para compensar. Sin embargo, un estudio realizado por investigadores del London Hospital desveló que los trabajadores de autobuses que pasaban prácticamente todo el día de pie, reducían a la mitad las probabilidades de morir a causa de un evento cardiaco, en comparación con los conductores, que debían pasar toda la jornada sentados.

Mejora el rendimiento cognitivo y la productividad

Investigadores de la Universidad de Washington analizaron la forma de trabajar de diferentes personas en grupo y descubrieron que quienes trabajaban de pie no solo se mostraban más entusiasmados sino que eran más flexibles y productivos que quienes trabajaban sentados. Esto se debe a que trabajar de pie activa el metabolismo, lo cual aumenta la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, estimulando las conexiones neurales y las funciones cognitivas.

Previene el dolor de espalda

La mayoría de las personas que pasan todo el día sentadas terminan sufriendo dolor de espalda, un problema que se puede prevenir trabajando de pie. Así lo ha confirmado un estudio australiano en el que se encontró que trabajar de pie en un escritorio puede reducir hasta en un 32% el dolor de espalda baja en tan solo unas semanas. Otra investigación, esta vez realizada en Minnesota, desveló que usar un escritorio elevable que permita permanecer sentado y de pie, reduce en apenas un mes el dolor de espalda y cuello hasta en un 54%.

Estrategias para Incorporar el Trabajo de Pie en la Rutina Diaria

Incorporar el trabajo de pie en la rutina diaria puede ser beneficioso para la salud y el bienestar. Aquí hay algunas estrategias para hacerlo de manera efectiva:

Establecer Horarios de Trabajo de Pie

Programa intervalos regulares durante el día para trabajar de pie. Por ejemplo, puedes alternar entre estar de pie y sentado cada hora o cada dos horas.

Utilizar un Escritorio Ajustable

Considera utilizar un escritorio ajustable que te permita cambiar entre estar de pie y sentado según sea necesario. Esto te brinda flexibilidad para adaptar tu postura durante el día.

Realizar Reuniones de Pie

En lugar de reuniones tradicionales sentadas, intenta realizar algunas reuniones de pie. Esto no solo promueve la actividad física, sino que también puede hacer que las reuniones sean más cortas y productivas.

Fomentar Caminatas Cortas

Aprovecha los descansos para dar caminatas cortas. Esto no solo te permite mover el cuerpo, sino que también ayuda a estimular la circulación sanguínea y mantener la energía.

Consejos para una transición exitosa al trabajo de pie en el escritorio

La transición al trabajo de pie puede requerir ajustes y adaptaciones. Comienza de a poco, evitando estar de pie durante largos períodos desde el principio. Es recomendable empezar con sesiones cortas de trabajo de pie y aumentar gradualmente la duración a medida que te acostumbras.

Asegúrate de que tu escritorio esté ajustado a la altura adecuada para trabajar de pie. Debes poder mantener una postura cómoda y ergonómica mientras estás de pie. Utiliza calzado cómodo y de apoyo que te ayude a mantener una buena postura y distribuir el peso de manera uniforme.

No te quedes estático en una posición mientras estás de pie. Varía tu postura, mueve el peso de un pie a otro y realiza estiramientos cortos para aliviar la tensión muscular. Presta atención a las señales de tu cuerpo y descansa cuando lo necesites. Si experimentas incomodidad o fatiga, siéntate y tómate un descanso antes de volver a ponerte de pie.

Preguntas frecuentes sobre trabajar de pie en un escritorio

¿Cuánto tiempo debo estar de pie en mi escritorio cada día?

No hay un tiempo específico recomendado para estar de pie en tu escritorio. Lo ideal es alternar entre estar de pie y sentado durante el día, cambiando de posición cada 30 minutos a 1 hora para evitar la fatiga y mejorar la circulación.

¿Necesito un escritorio especial para trabajar de pie?

No necesariamente. Puedes adaptar tu escritorio actual para trabajar de pie, utilizando soportes ajustables para elevar la altura de la pantalla y el teclado. Sin embargo, los escritorios ajustables en altura ofrecen mayor comodidad y flexibilidad.

¿Qué debo hacer si experimento molestias al trabajar de pie?

Si experimentas molestias como dolor en los pies, piernas o espalda al trabajar de pie, prueba cambiar de posición, realizar estiramientos y dar pequeños paseos. También es importante ajustar la altura de tu escritorio para asegurar una postura ergonómica. Si las molestias persisten, consulta a un profesional de la salud.

Nunca hagas ejercicio físico sin antes calentar

Publicado el 15 de Diciembre de 2023
Tiempo de lectura estimado: 4 minutos

La actividad física es beneficiosa, no solo para prevenir diferentes enfermedades sino también para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, antes de practicar cualquier tipo de deporte, es importante que calientes porque así activarás los músculos y los prepararás para el entrenamiento posterior. De hecho, el calentamiento no solo sirve para evitar lesiones musculares sino que también potencia el rendimiento, la flexibilidad y la fuerza.

¿Por qué el calentamiento es tan importante?

Cuando realizas el calentamiento, la temperatura corporal aumenta y esta incide en la viscosidad muscular. Entre los huesos, tendones y/o músculos cercanos a una articulación existe lo que se conoce como bolsa sinovial, una especie de saco lleno de líquido que tiene la función de lubricar las articulaciones y facilitar el movimiento. Al realizar el calentamiento, le das tiempo a las articulaciones para que se lubriquen y aumente la amplitud de movimientos.

Por otra parte, el calentamiento no solo es importante para las articulaciones y los músculos sino también para el sistema cardiovascular ya que permite aumentar el pulso paulatinamente. De esta forma disminuyes las probabilidades de sufrir palpitaciones ya que estas suelen aparecer cuando nos sometemos a un esfuerzo repentino. El calentamiento tiene la función de darle al cuerpo el tiempo que necesita para poner en marcha los mecanismos de adaptación que le permitirán enfrentar el ejercicio de forma segura.

Además, también se ha apreciado que el calentamiento disminuye la fatiga inicial, confiere más confianza y aumenta la motivación hacia el ejercicio. De hecho, se ha apreciado que un buen calentamiento incrementa el rendimiento, lo cual se debe a que los músculos trabajan al máximo. Después de 10 minutos de calentamiento, la irrigación sanguínea a los músculos puede pasar del 15% al 75%.

¿Qué pasa si no calientas bien?

Si no calientas adecuadamente antes de realizar actividad física, aumentas el riesgo de sufrir lesiones musculares, tendinosas o articulares. La falta de calentamiento puede provocar rigidez en los músculos y articulaciones, lo que hace que sean más susceptibles a desgarros o torceduras durante el ejercicio. Además, al no preparar el sistema cardiovascular gradualmente, puedes experimentar fatiga prematura y un rendimiento deportivo inferior. En resumen, no calentar adecuadamente puede comprometer tu seguridad y limitar tus capacidades físicas durante el entrenamiento.

Errores comunes al calentar

Al calentar, es común cometer ciertos errores que pueden disminuir la efectividad de esta fase preparatoria o incluso aumentar el riesgo de lesiones. Uno de los errores más comunes es no dedicar suficiente tiempo al calentamiento o realizarlo de manera apresurada. Otra equivocación frecuente es no variar los ejercicios de calentamiento, lo que puede llevar a una preparación incompleta de los músculos y articulaciones. Además, realizar estiramientos estáticos antes de calentar adecuadamente los músculos puede ser contraproducente. Es importante evitar estos errores y asegurarse de realizar un calentamiento completo y progresivo para preparar el cuerpo de manera óptima antes de la actividad física.

¿Cómo se realiza un buen calentamiento?

Una rutina de calentamiento bien hecha no demanda mucho tiempo, entre 10 y 15 minutos, aunque en invierno podrías necesitar un poco más: 20 minutos. Como regla general, el calentamiento se debe realizar de manera progresiva, aumentando poco a poco su intensidad y comenzando con movimientos suaves. Siempre se debe empezar por los grandes grupos musculares y terminar con un calentamiento más específico.

En dependencia del deporte que vayas a practicar, deberás calentar algunos músculos del cuerpo más que otros. No obstante, como norma, un calentamiento general está compuesto por cuatro fases. En la primera debes activar el sistema cardiovascular, para lo cual te bastará emprender una carrera suave. En la segunda debes incluir ejercicios de movilidad articular, en la tercera debes realizar desplazamientos y en la última debes incluir estiramientos, para activar los músculos y ligamentos.

Preguntas frecuentes sobre el calentamiento

¿Es necesario calentar en todas las actividades físicas?

Sí, es importante calentar antes de cualquier actividad física, ya sea correr, levantar pesas, practicar yoga o cualquier otra actividad.

¿Cómo varía el calentamiento según el tipo de deporte que se va a practicar?

El calentamiento puede variar en duración e intensidad dependiendo del tipo de deporte. Por ejemplo, el calentamiento para correr puede incluir más ejercicios de cardio, mientras que para el levantamiento de pesas se pueden enfocar más en ejercicios de fuerza y movilidad.

¿Cuál es la diferencia entre calentamiento dinámico y estático?

El calentamiento dinámico implica movimientos activos y repetitivos que aumentan la temperatura muscular y la frecuencia cardíaca, mientras que el calentamiento estático implica mantener posiciones de estiramiento durante un período de tiempo.

¿Qué debo hacer si no tengo mucho tiempo para calentar?

Si tienes poco tiempo, enfócate en realizar ejercicios dinámicos que involucren los principales grupos musculares y aumenten la frecuencia cardíaca, aunque sea durante unos minutos.