¿Conoces el impacto medioambiental de las bolsas de plástico?

Publicado el 24 de Febrero de 2023
Tiempo de lectura estimado: 4 minutos

Las bolsas de plástico representan un problema medioambiental cada vez más grande. Descubre los daños que causan al medio ambiente y cuál es la mejor alternativa para dejar de usarlas.  Las bolsas de plástico son un invento práctico, no cabe duda, pero también son el emblema de una cultura de usar y tirar que a la larga no beneficia a nadie ya que no solo supone un gran gasto de recursos y energía para fabricar productos perecederos, sino que estos también terminan dañando el medio ambiente. 

La Asociación Ecologistas en Acción estima que cada español usa una media de 250 bolsas de plástico al año, pero solo el 10% de esas bolsas se recicla, por lo que muchas de ellas terminan en la naturaleza.

¿Qué problemas causan las bolsas de plástico?

Dañan el medio ambiente

Para fabricar las bolsas de plástico se emiten miles de toneladas de gases dañinos a la atmósfera que contribuyen al efecto invernadero y que, a la larga, terminan empeorando la calidad del aire que respiramos. Debemos tener en cuenta que las bolsas de plástico se fabrican a partir del petróleo, un recurso no renovable cada vez más escaso cuya extracción y posterior refinación causa graves daños ambientales. Dado que el reciclaje de las bolsas de plástico no es rentable ya que cuesta 100 veces más reciclarlas que fabricarlas nuevas, la mayoría terminan quemadas en incineradoras, por lo que no solo contaminan durante el proceso de elaboración sino también en el momento de la incineración. 

No obstante, el principal problema es que muchas de esas bolsas de plástico terminan en los océanos, siendo uno de los principales desechos plásticos. De los 675 000 kilos de basura que se vierten a los océanos cada año, la mitad son plásticos. Y una bolsa de plástico que termine en el mar, tardará 150 años en degradarse.

Afectan la vida animal

El plástico flotando en los océanos daña la vida marina y pone en riesgo todo el ecosistema. De hecho, se han encontrado bolsas de plástico flotando en sitios tan remotos como el norte del Circulo Ártico. Se estima que las bolsas plásticas causan la muerte de más de 100 000 tortugas marinas cada año ya que estos animales las confunden con comida. 

Estas bolsas no solo representan un peligro mortal para la vida marina, muchas aves que se alimentan en el mar también las confunden con peces, por lo que mueren tras ingerir grandes cantidades de fragmentos de plástico ya que estos terminan acumulándose en el aparato digestivo. ¿Qué puedes hacer para reducir el uso de las bolsas de plástico? Según un análisis realizado por GreenPeace, deberíamos prescindir de todas las bolsas de plástico. Las bolsas oxodegradables o fragmentables, por ejemplo, contienen aditivos oxidantes que aceleran su fragmentación, pero al convertirse en microplásticos, siguen representando un peligro para el medio ambiente, por lo que su uso se prohibirá a partir de 2020. 

Por otra parte, las bolsas biodegradables siguen conteniendo una gran cantidad de plástico y no se degradan en el medio marino. Las compostables solo se degradan en condiciones de altas temperaturas, hasta 70ºC, y aireación, por lo que deben ser tratadas en plantas específicas. Por tanto, para cuidar el medio ambiente lo mejor es apostar por bolsas que no sean de un solo uso, como las bolsas de tela o los cestos de mimbre, que se pueden utilizar varias veces e incluso sirven para almacenar cosas en casa.

Alternativas sostenibles a las bolsas de plástico

La búsqueda de alternativas sostenibles a las bolsas de plástico ha llevado al desarrollo de opciones más respetuosas con el medio ambiente, como las bolsas reutilizables de tela, papel o materiales biodegradables Las bolsas biodegradables están fabricadas con materiales orgánicos o bioplásticos que se descomponen de forma natural en el medio ambiente, reduciendo así su impacto ambiental y su huella de carbono. Estas alternativas no solo reducen la dependencia del plástico, sino que también promueven prácticas de consumo más conscientes y responsables.


Preguntas frecuentes sobre el impacto medioambiental de las bolsas de plástico

¿Cuánto tiempo tarda una bolsa de plástico en descomponerse?

Las bolsas de plástico convencionales pueden tardar hasta 1000 años en descomponerse en el medio ambiente, lo que significa que persisten durante generaciones y causan daños duraderos.

¿Cuál es la diferencia entre las bolsas biodegradables y las bolsas compostables?

Las bolsas biodegradables se descomponen en condiciones específicas de temperatura y humedad, mientras que las bolsas compostables se descomponen en compostaje industrial o doméstico, generando nutrientes para el suelo.

¿Cuál es el impacto del microplástico de las bolsas de plástico en la cadena alimentaria?

El microplástico generado por la descomposición de las bolsas de plástico puede ingresar a la cadena alimentaria, afectando a los organismos acuáticos y potencialmente llegando a los humanos a través del consumo de pescado y mariscos contaminados.

 

Los peligros del sobreentrenamiento

Publicado el 24 de Septiembre de 2023
Tiempo de lectura estimado: 4 minutos

La actividad física es esencial para mantenernos saludables y en forma pero si entrenamos en exceso, sin descansar lo suficiente, nuestro equilibrio físico y emocional se resentirá. Conoce los riesgos que implica el sobreentrenamiento.  Practicar ejercicio físico es beneficioso para nuestra salud. Sin embargo, todos los extremos son malos, por lo que si no descansamos lo suficiente y exponemos los músculos y las articulaciones a una carga excesiva, corremos el riesgo de sufrir lesiones o procesos inflamatorios agudos, es lo que se conoce como sobreentrenamiento. 

El exceso de ejercicio puede pasarle factura a tu salud física y emocional

El sobreentrenamiento es un problema común en los atletas de alto rendimiento ya que tienen que practicar intensamente durante largas horas. Sin embargo, cualquier persona que practique deporte también se expone a este riesgo, sobre todo si no cuenta con la guía de un entrenador personal. 

De hecho, el sobreentrenamiento no está causado únicamente por la falta de descanso. El riesgo de que sobrecargues tu cuerpo aumenta si no calientas antes de entrenar, si usas un calzado inadecuado, si no dominas bien la técnica, si padeces algún problema de salud como la obesidad y la osteoporosis o si tu dieta no suple tus demandas energéticas. 

Sensación de agotamiento y fatiga

Las personas que se someten a un sobreentrenamiento suelen padecer fatiga crónica, la cual afecta su rendimiento y estado físico en general. Lo que sucede es que al estresar los músculos y forzar demasiado al cuerpo, los niveles de cortisol se disparan y aumenta la síntesis de citoquinas, las proteínas que actúan como mensajeros del sistema inmunitario. Al deprimirse la función inmunitaria, se genera una sensación permanente de agotamiento y fatiga, aumentando a la vez la vulnerabilidad ante las infecciones.

Alteraciones del estado de ánimo

Entrenar de manera desmesurada durante mucho tiempo no solo afecta el estado físico sino también el equilibrio emocional. El problema se debe a las alteraciones que se producen a nivel hormonal y en el eje simpático-adreno-medular, que involucra la rama simpática del sistema nervioso central. Estos cambios en el organismo aumentan el riesgo de padecer problemas de concentración y de motivación, así como de sufrir depresión, ansiedad e irritabilidad. En muchos casos también pueden presentarse trastornos del sueño y una disminución de la libido.

Procesos inflamatorios crónicos

El sobreentrenamiento provoca una inflamación sistémica y localizada. Como resultado, las personas que se someten a un entrenamiento excesivo pueden sufrir procesos inflamatorios articulares y musculares en las rodillas, codos, tobillos o en cualquier otra parte del cuerpo. Asimismo, son más propensas a padecer una inflamación sistémica debido a la disminución de los glóbulos rojos y a la depresión del sistema inmunitario, problemas que se han relacionado con un riesgo mayor de padecer enfermedades autoinmunes o cáncer.

Lesiones por sobrecarga

Realizar los mismos ejercicios a diario sobrecarga los músculos y las articulaciones, aumentando el riesgo de padecer lesiones crónicas a largo plazo. A diferencia de las lesiones agudas que se producen debido a un mal movimiento y aparecen inmediatamente, los síntomas de las lesiones por sobreentrenamiento suelen manifestarse más tarde, cuando las articulaciones o los músculos se encuentran muy dañados, por lo que la recuperación es más complicada.

Reducción de la densidad ósea

El sobreentrenamiento puede dar lugar a diferentes problemas en los huesos, como la reducción de la densidad ósea. El problema radica en que la práctica excesiva de ejercicio físico reduce los niveles de estrógeno y testosterona, lo cual afecta a su vez la densidad de los huesos y aumenta el riesgo de padecer osteoporosis. De hecho, las más afectadas suelen ser las mujeres, sobre todo quienes ya sufren de amenorrea como resultado del sobreentrenamiento.

Preguntas frecuentes sobre los peligros del sobreentrenamiento

¿Qué deportes o actividades tienen un mayor riesgo de sobreentrenamiento? 

Los deportes y actividades que implican entrenamientos intensos y repetitivos, como el levantamiento de pesas, el running de larga distancia, el ciclismo de alta intensidad y los deportes de resistencia, tienen un mayor riesgo de provocar sobreentrenamiento si no se manejan adecuadamente.

¿Cómo puedo prevenir el sobreentrenamiento?

Para prevenir el sobreentrenamiento, es importante seguir un programa de entrenamiento equilibrado que incluya períodos de descanso adecuados, variación en la intensidad y duración del ejercicio, una nutrición adecuada, sueño suficiente y escuchar al cuerpo para reconocer signos de fatiga y agotamiento.

¿Qué debo hacer si creo que estoy experimentando sobreentrenamiento? 

Si crees que estás experimentando sobreentrenamiento, es importante tomar medidas para descansar y recuperarte adecuadamente. Esto puede incluir reducir la intensidad y la duración de tus entrenamientos, aumentar el tiempo de descanso entre sesiones, consultar a un profesional de la salud y considerar trabajar con un entrenador para ajustar tu programa de entrenamiento.