Falsos delgados: Los peligros de la grasa visceral

Publicado el 20 de Julio de 2023
Tiempo de lectura estimado: 4 minutos

En los últimos años hemos leído decenas de investigaciones que nos alertan sobre los peligros de la obesidad, muchas de ellas hacen referencia a la grasa abdominal. De hecho, se ha comprobado que la grasa abdominal está vinculada con un mayor riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, estos estudios pueden generar una falsa creencia: la idea de que una persona delgada no se expone a ningún riesgo de salud.

¿Quiénes son los falsos delgados?

En el ámbito clínico se utiliza el término “falsos delgados” para referirse a las personas que tienen una constitución delgada pero que en realidad acumulan grasa en su organismo. Este problema salió a relucir a raíz de un estudio realizado en el Imperial College de Londres en el cual se analizaron a 800 personas usando resonancia magnética y se crearon mapas que indicaban dónde se acumulaba la grasa. Curiosamente, el 45% de las mujeres y el 60% de los hombres analizados tenían un Índice de Masa Corporal dentro de la norma pero también tenían niveles excesivos de grasa visceral.

La grasa interna o visceral es aquella que se encuentra alrededor de los órganos, como el páncreas, el hígado e incluso el corazón. No se puede apreciar a simple vista pero puede llegar a ser incluso más peligrosa que la que se acumula debajo de la piel, conocida como grasa periférica.

¿Por qué la grasa interna es peligrosa?

Nuestro organismo tiene la tendencia a acumular la grasa que no utiliza creando un depósito de energía al que podrá recurrir cuando lo necesite. Las personas de constitución más “rellenita” tienen espacio para almacenar esa grasa debajo de la piel pero en las personas más delgadas se acumula alrededor de sus órganos y arterias. Esto significa que una persona con algunos kilos de más podría gozar de mejor salud que alguien delgado.

De hecho, el exceso de grasa visceral representa un gran riesgo para desarrollar enfermedades cardiacas, diabetes, síndrome metabólico e incluso cáncer. Los investigadores han podido apreciar que en realidad la grasa simplemente no se deposita y se mantiene inerme sino que actúa como si fuera un órgano activo, alterando nuestro metabolismo.

Al envolver los órganos internos, la grasa envía señales químicas erróneas y altera nuestro balance hormonal afectando nuestro estado de ánimo, la claridad mental e incluso la fertilidad. Además, la grasa visceral es metabolizada por el hígado, el cual la transforma en colesterol malo que después circula por la sangre y obstruye las arterias, provocando consecuencias nefastas.

La solución: Más actividad física

La mayoría de los falsos delgados lleva un estilo de vida “tóxico” caracterizado por dietas poco saludables y muy poca actividad física. De hecho, los expertos puntualizan que muchas de las dietas hipocalóricas favorecen la acumulación de grasa en el interior del organismo. Por eso, lo más recomendable para mantenerse en forma es llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio físico de forma regular, sobre todo para ganar masa muscular ya que así disminuye el riesgo de desarrollar grasa interna.

Preguntas frecuentes sobre la grasa visceral

¿Cuáles son las causas de la acumulación de grasa visceral en los falsos delgados? 

Las causas de la acumulación de grasa visceral pueden variar, pero suelen incluir una combinación de factores genéticos, estilo de vida sedentario, una dieta poco saludable rica en grasas saturadas y azúcares refinados, estrés crónico y falta de sueño adecuado.

¿Cómo afecta la grasa visceral a la salud cardiovascular? 

La acumulación de grasa visceral está estrechamente relacionada con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. La presencia de grasa visceral puede aumentar los niveles de colesterol LDL (colesterol "malo") y triglicéridos, así como contribuir a la resistencia a la insulina y la hipertensión arterial, todos ellos factores de riesgo importantes para las enfermedades cardiovasculares.

Cuándo buscar ayuda médica

Ante síntomas como aumento de peso inexplicable, circunferencia de cintura en aumento, fatiga crónica o problemas digestivos, es importante consultar a un médico para evaluación y orientación adecuadas.

Nunca hagas ejercicio físico sin antes calentar

Publicado el 15 de Diciembre de 2023
Tiempo de lectura estimado: 4 minutos

La actividad física es beneficiosa, no solo para prevenir diferentes enfermedades sino también para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, antes de practicar cualquier tipo de deporte, es importante que calientes porque así activarás los músculos y los prepararás para el entrenamiento posterior. De hecho, el calentamiento no solo sirve para evitar lesiones musculares sino que también potencia el rendimiento, la flexibilidad y la fuerza.

¿Por qué el calentamiento es tan importante?

Cuando realizas el calentamiento, la temperatura corporal aumenta y esta incide en la viscosidad muscular. Entre los huesos, tendones y/o músculos cercanos a una articulación existe lo que se conoce como bolsa sinovial, una especie de saco lleno de líquido que tiene la función de lubricar las articulaciones y facilitar el movimiento. Al realizar el calentamiento, le das tiempo a las articulaciones para que se lubriquen y aumente la amplitud de movimientos.

Por otra parte, el calentamiento no solo es importante para las articulaciones y los músculos sino también para el sistema cardiovascular ya que permite aumentar el pulso paulatinamente. De esta forma disminuyes las probabilidades de sufrir palpitaciones ya que estas suelen aparecer cuando nos sometemos a un esfuerzo repentino. El calentamiento tiene la función de darle al cuerpo el tiempo que necesita para poner en marcha los mecanismos de adaptación que le permitirán enfrentar el ejercicio de forma segura.

Además, también se ha apreciado que el calentamiento disminuye la fatiga inicial, confiere más confianza y aumenta la motivación hacia el ejercicio. De hecho, se ha apreciado que un buen calentamiento incrementa el rendimiento, lo cual se debe a que los músculos trabajan al máximo. Después de 10 minutos de calentamiento, la irrigación sanguínea a los músculos puede pasar del 15% al 75%.

¿Qué pasa si no calientas bien?

Si no calientas adecuadamente antes de realizar actividad física, aumentas el riesgo de sufrir lesiones musculares, tendinosas o articulares. La falta de calentamiento puede provocar rigidez en los músculos y articulaciones, lo que hace que sean más susceptibles a desgarros o torceduras durante el ejercicio. Además, al no preparar el sistema cardiovascular gradualmente, puedes experimentar fatiga prematura y un rendimiento deportivo inferior. En resumen, no calentar adecuadamente puede comprometer tu seguridad y limitar tus capacidades físicas durante el entrenamiento.

Errores comunes al calentar

Al calentar, es común cometer ciertos errores que pueden disminuir la efectividad de esta fase preparatoria o incluso aumentar el riesgo de lesiones. Uno de los errores más comunes es no dedicar suficiente tiempo al calentamiento o realizarlo de manera apresurada. Otra equivocación frecuente es no variar los ejercicios de calentamiento, lo que puede llevar a una preparación incompleta de los músculos y articulaciones. Además, realizar estiramientos estáticos antes de calentar adecuadamente los músculos puede ser contraproducente. Es importante evitar estos errores y asegurarse de realizar un calentamiento completo y progresivo para preparar el cuerpo de manera óptima antes de la actividad física.

¿Cómo se realiza un buen calentamiento?

Una rutina de calentamiento bien hecha no demanda mucho tiempo, entre 10 y 15 minutos, aunque en invierno podrías necesitar un poco más: 20 minutos. Como regla general, el calentamiento se debe realizar de manera progresiva, aumentando poco a poco su intensidad y comenzando con movimientos suaves. Siempre se debe empezar por los grandes grupos musculares y terminar con un calentamiento más específico.

En dependencia del deporte que vayas a practicar, deberás calentar algunos músculos del cuerpo más que otros. No obstante, como norma, un calentamiento general está compuesto por cuatro fases. En la primera debes activar el sistema cardiovascular, para lo cual te bastará emprender una carrera suave. En la segunda debes incluir ejercicios de movilidad articular, en la tercera debes realizar desplazamientos y en la última debes incluir estiramientos, para activar los músculos y ligamentos.

Preguntas frecuentes sobre el calentamiento

¿Es necesario calentar en todas las actividades físicas?

Sí, es importante calentar antes de cualquier actividad física, ya sea correr, levantar pesas, practicar yoga o cualquier otra actividad.

¿Cómo varía el calentamiento según el tipo de deporte que se va a practicar?

El calentamiento puede variar en duración e intensidad dependiendo del tipo de deporte. Por ejemplo, el calentamiento para correr puede incluir más ejercicios de cardio, mientras que para el levantamiento de pesas se pueden enfocar más en ejercicios de fuerza y movilidad.

¿Cuál es la diferencia entre calentamiento dinámico y estático?

El calentamiento dinámico implica movimientos activos y repetitivos que aumentan la temperatura muscular y la frecuencia cardíaca, mientras que el calentamiento estático implica mantener posiciones de estiramiento durante un período de tiempo.

¿Qué debo hacer si no tengo mucho tiempo para calentar?

Si tienes poco tiempo, enfócate en realizar ejercicios dinámicos que involucren los principales grupos musculares y aumenten la frecuencia cardíaca, aunque sea durante unos minutos.