Razones por las que no deberías contar calorías

Publicado el 26 de Mayo de 2023
Tiempo de lectura estimado: 3 minutos

Mantenernos en forma es muy importante, tanto para nuestra salud física como para nuestro equilibrio mental. Por eso, cada vez estamos más pendientes de lo que comemos y nos preocupamos por contar las calorías de los alimentos. Sin embargo, contar calorías puede convertirse en un arma de doble filo que genera creencias erróneas sobre la alimentación, produce ansiedad y desencadena el temido efecto rebote.

Tres razones por las que contar calorías no siempre es una buena idea

La mayoría de las personas que cuentan calorías lo hacen por dos motivos: para ser conscientes de lo que comen y mantener bajo control su dieta o para optimizar su rendimiento deportivo y acelerar la pérdida de grasa corporal. Sin embargo, cuando nos centramos exclusivamente en las calorías corremos el riesgo de perder de vista aspectos más importantes de la alimentación, lo cual puede volverse en nuestra contra.

La composición de los alimentos es más importante que sus calorías

En una dieta no solo debemos considerar la cantidad de alimentos de ingerimos sino también su composición. Por ejemplo, las calorías que nos aportan los carbohidratos no son iguales que las que nos brindan las grasas pues nuestro organismo procesa los lípidos más lentamente y estos tienden a acumularse con mayor facilidad, lo cual también potencia la oxidación y la formación de radicales libres. Además, también existe lo que se conoce como “calorías vacías”, que se encuentran en aquellos alimentos que no nos aportan prácticamente ningún nutriente. Por consiguiente, dos dietas con la misma cantidad de calorías pero con diferente composición nutricional pueden generar resultados distintos, tanto respecto al peso como a nuestra salud.

Contar calorías puede hacer que nos obsesionemos

Llevar la cuenta de las calorías no es sencillo, incluso con la ayuda de las aplicaciones para móviles, pues demanda que estemos muy pendientes de lo que comemos. A la larga, esta preocupación constante puede llegar a ser contraproducente y conducir a la obsesión. Se ha demostrado que las dietas más restrictivas son las que producen un mayor efecto rebote, lo cual se debe al hecho de que el autocontrol no es una capacidad inagotable sino que se va desgastando poco a poco y llega un punto en el que no tenemos más fuerza de voluntad para luchar contra las tentaciones. Entonces echamos por la borda en pocas semanas, lo que nos costó meses de trabajo y sacrificio. Debemos tener en cuenta que una dieta saludable no es solo aquella que nos ayuda a perder peso sino la que nos permite mantenernos de buen humor.

Las calorías responden únicamente a nuestra necesidad energética

Una dieta basada en la cantidad de calorías se refiere solo a las demandas energéticas de nuestro organismo pero no tiene en cuenta otros indicadores que pueden ser más importantes para nuestra salud, como los niveles de colesterol, la cantidad de glucosa en sangre o las cifras de la presión arterial.

Cuando la dieta se centra exclusivamente en contar calorías no es educativa ya que no nos indica los alimentos que pueden ser dañinos o aquellos que pueden ser más beneficiosos y que nos ayudan a mantenernos saludables. Además, no podemos olvidar que la cantidad de calorías que necesitamos puede variar de un día a otro, en dependencia de la actividad física que realicemos o de las variaciones de nuestro metabolismo.

Los peligros del sobreentrenamiento

Publicado el 24 de Septiembre de 2023
Tiempo de lectura estimado: 4 minutos

La actividad física es esencial para mantenernos saludables y en forma pero si entrenamos en exceso, sin descansar lo suficiente, nuestro equilibrio físico y emocional se resentirá. Conoce los riesgos que implica el sobreentrenamiento.  Practicar ejercicio físico es beneficioso para nuestra salud. Sin embargo, todos los extremos son malos, por lo que si no descansamos lo suficiente y exponemos los músculos y las articulaciones a una carga excesiva, corremos el riesgo de sufrir lesiones o procesos inflamatorios agudos, es lo que se conoce como sobreentrenamiento. 

El exceso de ejercicio puede pasarle factura a tu salud física y emocional

El sobreentrenamiento es un problema común en los atletas de alto rendimiento ya que tienen que practicar intensamente durante largas horas. Sin embargo, cualquier persona que practique deporte también se expone a este riesgo, sobre todo si no cuenta con la guía de un entrenador personal. 

De hecho, el sobreentrenamiento no está causado únicamente por la falta de descanso. El riesgo de que sobrecargues tu cuerpo aumenta si no calientas antes de entrenar, si usas un calzado inadecuado, si no dominas bien la técnica, si padeces algún problema de salud como la obesidad y la osteoporosis o si tu dieta no suple tus demandas energéticas. 

Sensación de agotamiento y fatiga

Las personas que se someten a un sobreentrenamiento suelen padecer fatiga crónica, la cual afecta su rendimiento y estado físico en general. Lo que sucede es que al estresar los músculos y forzar demasiado al cuerpo, los niveles de cortisol se disparan y aumenta la síntesis de citoquinas, las proteínas que actúan como mensajeros del sistema inmunitario. Al deprimirse la función inmunitaria, se genera una sensación permanente de agotamiento y fatiga, aumentando a la vez la vulnerabilidad ante las infecciones.

Alteraciones del estado de ánimo

Entrenar de manera desmesurada durante mucho tiempo no solo afecta el estado físico sino también el equilibrio emocional. El problema se debe a las alteraciones que se producen a nivel hormonal y en el eje simpático-adreno-medular, que involucra la rama simpática del sistema nervioso central. Estos cambios en el organismo aumentan el riesgo de padecer problemas de concentración y de motivación, así como de sufrir depresión, ansiedad e irritabilidad. En muchos casos también pueden presentarse trastornos del sueño y una disminución de la libido.

Procesos inflamatorios crónicos

El sobreentrenamiento provoca una inflamación sistémica y localizada. Como resultado, las personas que se someten a un entrenamiento excesivo pueden sufrir procesos inflamatorios articulares y musculares en las rodillas, codos, tobillos o en cualquier otra parte del cuerpo. Asimismo, son más propensas a padecer una inflamación sistémica debido a la disminución de los glóbulos rojos y a la depresión del sistema inmunitario, problemas que se han relacionado con un riesgo mayor de padecer enfermedades autoinmunes o cáncer.

Lesiones por sobrecarga

Realizar los mismos ejercicios a diario sobrecarga los músculos y las articulaciones, aumentando el riesgo de padecer lesiones crónicas a largo plazo. A diferencia de las lesiones agudas que se producen debido a un mal movimiento y aparecen inmediatamente, los síntomas de las lesiones por sobreentrenamiento suelen manifestarse más tarde, cuando las articulaciones o los músculos se encuentran muy dañados, por lo que la recuperación es más complicada.

Reducción de la densidad ósea

El sobreentrenamiento puede dar lugar a diferentes problemas en los huesos, como la reducción de la densidad ósea. El problema radica en que la práctica excesiva de ejercicio físico reduce los niveles de estrógeno y testosterona, lo cual afecta a su vez la densidad de los huesos y aumenta el riesgo de padecer osteoporosis. De hecho, las más afectadas suelen ser las mujeres, sobre todo quienes ya sufren de amenorrea como resultado del sobreentrenamiento.

Preguntas frecuentes sobre los peligros del sobreentrenamiento

¿Qué deportes o actividades tienen un mayor riesgo de sobreentrenamiento? 

Los deportes y actividades que implican entrenamientos intensos y repetitivos, como el levantamiento de pesas, el running de larga distancia, el ciclismo de alta intensidad y los deportes de resistencia, tienen un mayor riesgo de provocar sobreentrenamiento si no se manejan adecuadamente.

¿Cómo puedo prevenir el sobreentrenamiento?

Para prevenir el sobreentrenamiento, es importante seguir un programa de entrenamiento equilibrado que incluya períodos de descanso adecuados, variación en la intensidad y duración del ejercicio, una nutrición adecuada, sueño suficiente y escuchar al cuerpo para reconocer signos de fatiga y agotamiento.

¿Qué debo hacer si creo que estoy experimentando sobreentrenamiento? 

Si crees que estás experimentando sobreentrenamiento, es importante tomar medidas para descansar y recuperarte adecuadamente. Esto puede incluir reducir la intensidad y la duración de tus entrenamientos, aumentar el tiempo de descanso entre sesiones, consultar a un profesional de la salud y considerar trabajar con un entrenador para ajustar tu programa de entrenamiento.