Grupos de sillas de coche para bebés: 0, 1, 2 y 3
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La seguridad de los niños en los vehículos es una preocupación prioritaria en el ámbito de la movilidad urbana y vial. La elección adecuada y el uso correcto de los sistemas de retención infantil (SRI) son fundamentales para proteger a los más pequeños durante los desplazamientos en carretera.
En esta exhaustiva guía, encontrarás información sobre los diferentes grupos de sillas para bebés, los factores a considerar al seleccionar un SRI y las normativas esenciales establecidas por la Dirección General de Tráfico (DGT) para garantizar la máxima seguridad.
¿Qué grupos de sillas para bebés hay?
Para los niños pequeños, que miden hasta 135 centímetros de altura, es obligatorio viajar siempre con un sistema de retención infantil adaptado a su peso y tamaño. Además, como norma general, deben viajar en los asientos traseros del vehículo.
En caso de accidente, un niño que no viaje correctamente asegurado con su SRI puede sufrir lesiones graves y, además, convertirse en un proyectil que ponga en peligro a los demás ocupantes del vehículo.
En esta tabla tienes un resumen de qué silla deben llevar los pequeños en función de su peso y altura. La edad es orientativa, puesto que su seguridad depende de su tamaño y no todas las personas crecemos al mismo ritmo:
Grupos según peso, altura y edad
| Grupo | Peso (kg) | Altura (cm) | Edad |
|---|---|---|---|
| 0 | 0-10 | Hasta 70 | 0-9 meses |
| 0+ | 0-13 | Hasta 80 | 0-18 meses |
| I | 9-18 | Hasta 105 | 9 meses - 4 años |
| II | 15-25 | Hasta 125 | 4-6 años |
| III | 22-36 | Hasta 150 | 6-12 años |
Factores a tener en cuenta al elegir una silla de coche infantil
Además de cumplir con la normativa, a la hora de elegir una silla de coche infantil, es esencial considerar varios factores para garantizar la seguridad del niño o niña durante los viajes en vehículo. Entre los aspectos a tener en cuenta se encuentran:
- Peso y altura del niño: verifica las especificaciones de peso y altura del fabricante para asegurarse de que la silla sea adecuada para las dimensiones del niño y proporciona un ajuste seguro.
- Compatibilidad con el vehículo: no todas las sillas son compatibles con todos los vehículos. Algunos cuentan con el sistema de sujeción con anclajes ISOFIX. En otros, como los SRI tipo portabebés, la longitud del cinturón debe ser suficiente para abrocharlo de forma segura. O los alzadores (mejor con respaldo) para los que es necesario que el cinturón se recoja de forma automática para que esté siempre pegado al cuerpo del pequeño.
- Orientación de la silla en el automóvil: las sillas deben colocarse preferiblemente en sentido inverso a la marcha, puesto que en caso de impacto, el cuello del niño estará más protegido. Por motivos de comodidad, esto suele ser viable solo hasta los 2 años, o cuando las piernas le quepan en el espacio entre la silla y el respaldo del asiento del coche.
- Certificación de seguridad: debe cumplir con las normativas de seguridad establecidas por organismos reguladores. Busca el sello de certificación i-Size (R129) para garantizar que la silla cumpla con los estándares establecidos.
A partir de septiembre de 2024 dejarán de comercializarse las sillas con la homologación ECE R44/04 (aunque su uso seguirá estando permitido durante al menos 8 años).
Descubre a continuación con detalle qué características tiene cada grupo de sillas de coche.
Grupo 0: sillas de coche para recién nacidos y bebés de hasta 10 kg
Existen dos tipos principales de sistemas de retención infantil para recién nacidos, cada uno con sus propias características distintivas.
Los cucos para recién nacidos son completamente rígidos y suelen estar equipados con una red antiproyección o un cinturón de tres puntos de anclaje. Estos dispositivos pueden asegurarse utilizando los propios cinturones de seguridad del vehículo o los cinturones suministrados con el cuco. Por lo general, se colocan en los asientos posteriores del automóvil, en posición transversal. Algunos capazos que forman parte de los cochecitos de paseo pueden incluso contar con arneses de seguridad adicionales para garantizar la protección del niño durante los viajes en vehículo.
Por otro lado, las sillas-cesta de seguridad están diseñadas para ser colocadas en los asientos traseros del vehículo, siempre en sentido contrario al de la marcha. Estas sillas se sujetan utilizando el cinturón de seguridad del automóvil. Sin embargo, es importante tener en cuenta que pueden resultar menos cómodas para recorridos largos con bebés de dos o tres meses de edad.
Grupo 0+: sillas de coche para recién nacidos hasta año y medio y hasta 13 kg
Estas sillas deben instalarse en los asientos traseros del vehículo, siempre en sentido contrario a la marcha, lo que proporciona una mayor protección para la cabeza, el cuello y la columna del bebé en caso de colisión. Los bebés se aseguran en la silla mediante un arnés de 5 puntos.
Es importante tener en cuenta que se debe cambiar a un sistema de retención diferente cuando el niño exceda los 13 kg de peso o su cabeza sobresale del respaldo de la silla.
Grupo 1: sillas de coche para niños y niñas de 9 a 18 kg
Estas sillas suelen ser más confortables para los pequeños y ayudan a prevenir posibles mareos durante los viajes. Por contra, en caso de colisión, el impacto puede no distribuirse de manera uniforme por toda la espalda.
Es fundamental instalar la silla correctamente antes de sentar al bebé, siguiendo detenidamente las instrucciones de anclaje específicas proporcionadas por el fabricante de cada modelo. Estas sillas se aseguran utilizando el cinturón de seguridad del propio vehículo o uno complementario suministrado por el fabricante de la silla, y el niño queda sujeto mediante un arnés de cinco puntos que debe ajustarse correctamente a su cuerpo.
Es importante mantener el arnés bien ajustado en todo momento, ya que cualquier movimiento que permita que el niño saque un brazo o suelte algún agarre puede comprometer la efectividad del SRI.
Grupo 2: sillas de coche para niños de 15 a 25 kg
Aquí ya cambia el formato de la silla, que pasa a ser un elevador con respaldo. Son recomendables cuando el niño o niña ha superado el tamaño de una silla, pero aún no tiene la altura mínima necesaria (135 cm) para usar el cinturón de seguridad de adulto.
Estos dispositivos funcionan elevando al niño hasta alcanzar la altura adecuada para que el cinturón del vehículo lo sujete correctamente. Es esencial que la banda diagonal del cinturón pase por encima de la clavícula y el hombro sin tocar el cuello, mientras que la banda ventral debe colocarse lo más baja posible sobre las caderas y muslos, evitando el área del estómago.
Grupo 3: Sillas de coche para niños de 22 a 36 kg
Aunque según van creciendo los hijos, la preocupación por llevarlos en el coche disminuye, porque a esta edad ya son perfectamente autónomos, no debes bajar la guardia. Dependiendo de la envergadura que alcance el niño o niña, puede que el respaldo le resulte molesto o estrecho. Así que podrías llevarle solo con el elevador.
Los asientos elevadores se pueden usar tanto en el asiento delantero como en los traseros, y algunos modelos permiten desmontar el respaldo para convertirlo en un cojín elevador. Sin embargo, aunque esté homologado, se aconseja siempre usarlo con respaldo por razones de seguridad adicionales. De hecho, la mayoría de fabricantes de sillas de coche infantiles categorizan las de grupo II y III en un mismo modelo.
En casos excepcionales, los niños menores de 12 años y con una estatura igual o superior a 135 cm pueden usar directamente los cinturones de seguridad del vehículo. Sin embargo, se recomienda que los niños y niñas continúen utilizando sistemas de retención infantil homologados para su talla y peso hasta alcanzar los 150 cm de estatura.
Es fundamental que, en todas las circunstancias, la banda diagonal del cinturón atraviese la clavícula y el hombro, esté bien ajustada al pecho, y que la banda horizontal quede lo más baja posible sobre la cadera. Si el cinturón del hombro roza el cuello o pasa por debajo del mentón del niño, se debe seguir utilizando un asiento elevador para garantizar una sujeción segura.
Normativa de la DGT para las sillas de coche
Es la Ley de Tráfico y Seguridad Vial la que establece una sanción con 4 puntos por no llevar puesto el cinturón de seguridad, los mismos que se detraen por no utilizar el sistema de retención infantil adecuado o no hacerlo de la manera correcta.
Precisamente para ayudar a los conductores, la Dirección General de Tráfico ha elaborado una guía muy sencilla sobre el correcto uso de las sillas de coche para bebés.
En cuanto a la homologación de las sillas de coche y su clasificación por grupos, en 1981 se estableció la primera normativa europea para los Sistemas de Retención Infantil, conocida como el reglamento ECE R44. A lo largo de los años, este reglamento se actualizó en cuatro ocasiones para adaptarse a los avances tecnológicos.
Sin embargo, en 2013, debido a los continuos progresos en la tecnología, se aprobó un nuevo reglamento, el R129 (también llamado I-Size): Reglamento nº 129 de las Naciones Unidas: Prescripciones uniformes relativas a la homologación de sistemas reforzados de retención infantil utilizados a bordo de vehículos de motor [2021/1806].
Durante una década, ambas normativas coexistieron y contribuyeron a salvar vidas, pero esta convivencia ha llegado a su fin. El 1 de septiembre se dejan de comercializar las sillas de coche con homologación CE R44, aunque se pueden usar durante 8 años más sin riesgo de sanción. Conoce la diferencia entre ambas normas.
Consejos para la instalación y uso seguro de las sillas de coche
Aquí tienes algunos consejos para garantizar una instalación y uso seguro de las sillas de coche:
1. Sigue las instrucciones: aunque te parezca aburrido, la seguridad de un menor está en manos del conductor, así que detenidamente el manual de instrucciones proporcionado por el fabricante de la silla de coche y sigue todas las indicaciones para una instalación adecuada.
2. Ajusta correctamente el arnés: debe estar lo suficientemente apretado para que no haya holgura, pero no tanto como para impedir la respiración del niño.
3. Orientación de la silla: siempre que su tamaño lo permita y no resulte incómodo, la silla debe colocarse en sentido contrario a la marcha del vehículo. Una vez que el niño alcance el peso o la altura máxima permitida por el fabricante para esa orientación, se puede cambiar a una orientación hacia adelante.
4. Ubicación en el vehículo: la silla debe ir en el asiento trasero del vehículo siempre que sea posible. Si es necesario instalarla en el asiento delantero, asegúrate de desactivar el airbag del pasajero si el vehículo lo tiene.
5. Verifica la estabilidad: después de instalar la silla, verifica que esté firmemente asegurada y que no haya movimientos excesivos. Zarandéala fuerte (vacía) para asegurar su estabilidad.
6. Inspecciona regularmente: reemplaza la silla si muestra signos de desgaste o daños.
7. Mantén al niño abrochado: ajusta el arnés y comprueba que el cinturón de seguridad funciona y no tiene dobleces.
No llevar a los niños correctamente sentados en el coche con sus sillas homologadas y no hacer uso de los cinturones de seguridad está considerado como infracción grave, con una sanción económica de hasta 200 euros y retirada de cuatro puntos.
Si vas a viajar fuera de España, y tienes previsto circular con tu coche, alquilar uno o utilizar transporte público donde sea obligatorio el uso de una silla, infórmate antes de la normativa en vigor o solicita con tiempo el alquiler de un sistema de retención, para evitar problemas. También es muy recomendable disponer de un servicio de asistencia en viaje para evitar contratiempos.
Preguntas frecuentes
¿De qué depende la silla que tengo que utilizar para los niños?
La silla de coche que debes utilizar para tu hijo depende de su peso, altura y edad. Es importante seleccionar una silla que esté homologada y sea del grupo adecuado a su peso y altura.
¿Las sillas para niños y para bebés son diferentes?
Sí, son diferentes y están diseñadas para adaptarse a las necesidades de cada grupo de edad. Las sillas para bebés suelen ser más pequeñas y tienen características específicas para proporcionar un soporte adecuado a los recién nacidos y bebés, mientras que las sillas para niños mayores ofrecen un diseño más grande y ajustable para acomodar a niños de mayor tamaño y peso.
¿Puedo seguir usando la silla hasta el máximo permitido en cada grupo?
Sí, puedes utilizar la silla de coche hasta el peso o altura máximo permitido en cada grupo, siempre y cuando la silla siga siendo adecuada y cumpla con las normativas de seguridad. Pero no olvides revisarla regularmente para asegurarte de que sigue siendo segura y funcional para tu hijo. Una vez que tu hijo exceda los límites de peso o altura establecidos para una determinada silla, deberás cambiar inmediatamente a una silla del siguiente grupo que sea apropiada para su tamaño. Con la seguridad de la infancia, no te la juegues.
¿Qué pasa si no va el niño en una silla adecuada y tengo un accidente de coche? ¿Me cubre el seguro?
Todas las compañías de seguros exigen el cumplimiento de la normativa al volante, incluido el uso adecuado de los dispositivos de seguridad, como las sillas de coche infantiles. Si no cumples con los requisitos de seguridad establecidos, podrías enfrentarte a dificultades para obtener una indemnización completa o podrías ser considerado responsable de los daños adicionales causados por no garantizar la seguridad de un menor.
Impuesto de transmisiones patrimoniales de un coche: cómo se calcula
Si estás pensando en comprar un coche de segunda mano, conviene que sepas que no solo tendrás que pagar el precio acordado con el vendedor. También hay una serie de gastos asociados al cambio de titularidad del vehículo. Entre ellos, uno de los más importantes es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, conocido como ITP.
Este impuesto es obligatorio cuando compras un coche usado a un particular. Forma parte de los trámites necesarios para formalizar la compraventa y poder poner el vehículo a tu nombre. A continuación te explicamos qué es, cómo se calcula, quién debe pagarlo y cómo hacerlo paso a paso.
Qué es el impuesto sobre transmisiones patrimoniales de un coche
El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) es un tributo que se paga cuando se transmite la propiedad de un bien usado entre particulares. En el caso de los vehículos, se aplica cuando compras un coche, una moto o un ciclomotor de segunda mano a una persona física.
Si el vendedor es un concesionario o una empresa, no se paga ITP, ya que la operación está sujeta a IVA. Pero si la transacción es entre particulares, el comprador está obligado a liquidar este impuesto ante la Hacienda de su comunidad autónoma.
El ITP se regula en el Real Decreto Legislativo 1/1993, que aprueba la Ley del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. En el caso de los vehículos, su finalidad es que la Administración reciba una parte proporcional del valor del bien transmitido.
Es importante tener claro que el ITP es un requisito previo al cambio de titularidad del coche en la Dirección General de Tráfico (DGT). Hasta que no esté pagado, no podrás hacer la transferencia ni figurar como nuevo titular en el permiso de circulación.
Cómo se calcula el impuesto de transmisiones patrimoniales
El importe del ITP no es el mismo en todas las comunidades autónomas, ya que cada una aplica su propio tipo impositivo dentro de los márgenes permitidos por la ley. En general, el tipo suele situarse entre el 4% y el 8% del valor real del vehículo.
Para calcularlo, no se utiliza el precio de compraventa que figure en el contrato, sino el valor que la Administración da al coche según las tablas oficiales publicadas cada año por el Ministerio de Hacienda.
Estas tablas recogen el valor venal de los vehículos, es decir, su valor de mercado teniendo en cuenta su antigüedad, marca, modelo y versión. A partir de ese valor, se aplica un porcentaje de depreciación según los años que tenga el coche. Estos porcentajes están recogidos en una orden ministerial publicada cada año en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Cuantos más años tenga el vehículo, menor será este valor y, por tanto, menos pagarás de ITP.
Por ejemplo, si el valor venal de un coche de ocasión es de 20.000 euros y tiene 6 años, se aplica un coeficiente de depreciación del 28%, quedando en 5.600 euros. Si el tipo impositivo en tu comunidad autónoma es del 6%, el ITP a pagar sería de 336 euros.
Quién paga el impuesto de transmisiones patrimoniales de un coche
El responsable de pagar el ITP es siempre el comprador, no el vendedor. Esto significa que, si compras un coche usado a un particular, tú debes presentar y abonar el impuesto ante la Hacienda autonómica correspondiente a tu lugar de residencia.
El vendedor por su parte, debe conservar una copia del contrato de compraventa y asegurarse de que el nuevo titular hace el cambio de nombre correctamente, ya que mientras el coche no esté a nombre del comprador, las posibles sanciones o impuestos seguirán llegando al antiguo titular.
Es importante que ambas partes firmen el contrato de compraventa por duplicado, indicando con claridad los datos del vehículo, el precio acordado, la fecha y los datos personales de comprador y vendedor. Este documento servirá como prueba ante Hacienda y la DGT.
Cómo pagar el ITP
El pago del ITP se realiza ante la Agencia Tributaria de la comunidad autónoma donde resida el comprador. El trámite puede hacerse de forma telemática, a través de la sede electrónica de la administración autonómica, o presencialmente en sus oficinas.
Los pasos habituales son:
- Rellenar el modelo correspondiente. Puedes hacerlo online (con certificado digital) o descargarlo para presentarlo en papel.
- Adjuntar la documentación necesaria: contrato de compraventa firmado por ambas partes, copia del DNI del comprador y del vendedor, y el permiso de circulación y la ficha técnica del vehículo.
- Pagar el importe del impuesto. Se puede hacer por banca electrónica o directamente en la entidad colaboradora.
- Guardar el justificante del pago. Es imprescindible para hacer el cambio de titularidad en la DGT.
Una vez pasado el ITP, tendrás que acudir a Tráfico para formalizar la transferencia del coche. En la Jefatura Provincial de la DGT te pedirán el justificante del pago del impuesto, el contrato de compraventa y el resto de la documentación del vehículo. Aunque lo más sencillo es realizar el trámite online.
Recuerda que, además, conviene comunicar la operación a tu compañía de seguros o revisar si el seguro actual del vehículo puede mantenerse o es necesario contratar uno nuevo antes de circular.
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Preguntas frecuentes
¿Cuánto se paga de Impuesto de Transmisiones Patrimoniales por un coche?
Depende de la comunidad autónoma y del valor del vehículo según las tablas oficiales del Ministerio de Hacienda. Como referencia, el tipo aplicable suele estar entre el 4% y el 8%.
¿Cuándo no se paga el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales de un coche?
No se paga cuando la compraventa se realiza entre una persona particular y un concesionario, ya que en ese caso el coche está sujeto a IVA. Tampoco se paga si se trata de una transmisión gratuita, como una herencia o donación, que se regula mediante otros impuestos (Sucesiones o Donaciones).
¿Cuánto se paga a Hacienda por transferir un coche?
Lo que se paga a Hacienda depende del valor venal del vehículo, del porcentaje de depreciación por antigüedad y del tipo impositivo de tu comunidad autónoma. A ello debes añadir la tasa de Tráfico por cambio de titularidad.
¿Cuánto te quita Hacienda por vender un coche en 6.500 €?
Si vendes un coche, no pagas el ITP. Sin embargo, si obtienes una ganancia respecto al precio al que lo compraste, deberás declararla como incremento patrimonial en el IRPF. Por ejemplo, si lo compraste por 5.000 € y lo vendes por 6.500 €, deberías declarar la diferencia (1.500 €) como beneficio.
¿Cuánto se paga por transferencia de vehículo?
En total, entre el impuesto de transmisiones y la tasa de la DGT, el coste medio ronda entre 150 y 400 euros, dependiendo del valor del coche y del tipo impositivo de tu comunidad.
¿Qué pasa si no pago el ITP de mi coche?
No podrás cambiar el titular del vehículo en Tráfico, ya que te pedirán el justificante del pago del impuesto. Además, Hacienda podría imponer recargos e intereses si el pago se realiza fuera de plazo. El plazo para presentarlo es de 30 días hábiles desde la fecha de la compraventa.