Tipos de infracciones y la gestión de multas de tráfico

Publicado el 6 de Mayo de 2023 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 3 minutos

Quien lleve años conduciendo y nunca haya recibido una multa de tráfico que tire la primera piedra. En la actualidad, en parte por el aumento del tráfico que se ha producido en las últimas décadas y en parte debido a las prisas a las cuales nos obliga el día a día, es difícil que al menos una vez no hayamos incumplido con algún límite de velocidad, que hayamos aparcado mal o que hayamos olvidado una revisión del coche.

Obviamente, todas estas infracciones conllevan a una multa y a veces lidiar con ellas es engorroso; sobre todo si olvidamos pagarlas. En otras ocasiones, las multas son injustas y debemos emprender un proceso judicial. Tanto en un caso como en el otro, una excelente opción para resolver este problema es contratar un servicio de gestión de multas, aunque antes de contratarlo es conveniente investigar si tu compañía de seguros te ofrece este servicio.

Los tipos de multas de tráfico

Antes de profundizar en el funcionamiento de los servicios de gestión de multas es importante conocer cuáles son los diferentes tipos de sanciones. Básicamente, las multas se pueden clasificar tomando como indicador la gravedad de la infracción cometida; así, pueden ser: leves, graves y muy graves. Obviamente, esta variación dependerá del peligro que represente el comportamiento del conductor para la seguridad vial. Además, junto a las multas se extraen puntos del permiso de conducción por lo que también se correrá el riesgo de que nos retiren el carné.

Las infracciones leves normalmente están relacionadas con la actualización de los documentos; como por ejemplo, no hacer el cambio de la titularidad del vehículo o no indicar el cambio de residencia en el permiso de conducción. Por otra parte, las infracciones graves recogen acciones como: no respetar los semáforos, aparcar en lugares destinados a discapacitados o donde se obstruye el tráfico, incumplir con las normas para adelantar o cambiar dirección en la carretera así como circular con una matricula ilegible. Las infracciones muy graves son todas aquellas que sean un peligro evidente para la seguridad vial como: conducir ebrio, instalar inhibidores de radar o sobrepasar temerariamente la velocidad máxima establecida.

Las infracciones leves generalmente reciben una multa de no más de 100 euros mientras que las graves se sancionan con una media de 200 euros. Las infracciones muy graves prevén una sanción mínima de 500 euros que puede llegar hasta 6000 euros en el caso de que se instalen sistemas para inhibir los detectores de velocidad.

El servicio de gestión de multas

La frase “me han puesto una multa”, es tan usual como incorrecta. Realmente la multa de tráfico no la pone el agente sino una autoridad superior después de haberle dado la oportunidad de defenderse al conductor. Por supuesto, la mayoría de nosotros estamos acostumbrados a pagar la multa y así el procedimiento se termina automáticamente sin tantos quebraderos de cabeza. No obstante, cuando creemos la culpa no es nuestra y tenemos las pruebas que lo demuestran, bien vale la pena contar con un servicio de gestión de multas.

Muchas de las compañías aseguradoras le ofrecen a sus clientes el servicio de gestión de multas a un precio muy conveniente e incluso en ocasiones está incluido en el precio del seguro del coche. ¿Sabías que Génesis te ofrece este servicio de forma gratuita por ser cliente? En este caso, la aseguradora se ocupará de preparar y presentar todos los documentos necesarios ante los organismos que presentan la denuncia y llevarán el proceso hasta que este termine. En otras ocasiones el servicio de gestión de multas se limita a brindar orientación y ponernos en contacto con los abogados de la compañía que de seguro brindarán tarifas mucho más económicas.

Contrato de compraventa de coche DGT: venta entre particulares

Publicado el 19 de Noviembre de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 5 minutos

Si vas a comprar o vender un coche, rellenar el contrato de compraventa de la DGT te dará todas las garantías necesarias desde el punto de vista legal. Comprar un coche usado tiene varias ventajas: un precio más bajo, una menor depreciación y la posibilidad de disponer del vehículo inmediatamente. Sin embargo, para evitar sorpresas desagradables a posteriori, es fundamental firmar un contrato de compraventa entre particulares.

¿Por qué el contrato de compraventa entre particulares es tan importante?

Entre particulares, aunque el coche no sea nuevo, el vendedor debe otorgar al comprador una garantía de 6 meses. Si durante ese tiempo el comprador descubre un desperfecto o avería del que no había sido informado, puede reclamar el coste de reparación de la misma. 

El contrato de compraventa entre particulares sirve como garantía, marcando el inicio y fin de la misma, por lo que es una herramienta muy útil para cubrirse las espaldas. En él se recogen las condiciones de la transacción, de manera que se convierte en un amparo legal ante posibles reclamaciones, dejando claras las responsabilidades y obligaciones de ambas partes. 

Por ejemplo, si llega la notificación de una multa o el cargo de un impuesto, no habrá dudas sobre quién debe pagar.

¿Qué datos debe tener el contrato de compraventa entre particulares?

Cuanto más específico y detallado sea el contrato de compraventa del coche, mejor. No obstante, existen algunos datos básicos que son imprescindibles para que el contrato sea válido:

  • Datos del comprador: Nombre y apellidos o razón social y su DNI/NIE/CIF.
  • Datos del vendedor: Nombre y apellidos o razón social y su DNI/NIE/CIF.
  • Datos del vehículo: Marca, modelo, matrícula, número de bastidor y kilometraje.
  • Precio de compra del vehículo.
  • Fecha, hora y lugar en que se firma el contrato.

Este documento es útil porque resumen las condiciones de la operación indicando detalles tan relevantes como:

  • El estado del vehículo en el momento de la venta.
  • Que se entrega libre de cargas y con los impuestos al día.
  • Que el comprador ha recibido toda la documentación (permiso de circulación, ITV, justificante del impuesto de circulación, etc.).

Por último, es importante que el contrato cuente con la firma del comprador y el vendedor en todas las páginas. 

Modelos de contrato de compraventa de coche: dónde encontrarlos

Existen varios modelos disponibles para formalizar la compraventa de un coche entre particulares:  

  • Modelo oficial de la DGT: puedes descargarlo directamente desde la Sede Electrónica de la DGT. Es el formato más recomendable porque incluye todos los datos necesarios y está redactado conforme a la normativa actual.
  • Modelos de asociaciones de consumidores: tanto la OCU como FACUA ofrecen a sus socios las plantillas adaptadas a compraventas entre particulares.
  • Modelos de gestorías o concesionarios: algunas compañías como RACE o CEA (Club Europeo de Automovilistas) también facilitan plantillas descargables, especialmente útiles si se contrata con ellos el servicio de cambio de titularidad.

Aunque puedes redactar tu propio contrato, usar uno de estos modelos te asegura que no falte ningún apartado esencial y que el documento tenga validez ante la DGT y Hacienda.

Cómo realizar el cambio de titularidad

Una vez firmado el contrato, el siguiente paso es hacer el cambio de titularidad del vehículo. Este trámite se realiza en la Jefatura de Tráfico o de forma telemática a través de la Sede Electrónica de la DGT.  

Los pasos son los siguientes:

  1. Pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) en la comunidad autónoma correspondiente.
  2. Solicitar cita previa en la DGT o acceder con certificado digital si se hace online.
  3. Aportar la documentación necesaria:
    1. Contrato de compraventa firmado por ambas partes.
    2. Justificante del pago del ITP.
    3. DNI o NIE del comprador y del vendedor.
    4. Permiso de circulación y ficha técnica del vehículo.
  4. Pagar la tasa de transferencia (modelo 791), que en 2025 es de 55,70 €.
  5. Recoger o descargar el nuevo permiso de circulación a nombre del comprador.

Recuerda que el comprador dispone de 30 días desde la fecha de la compraventa para hacer este cambio. Hasta que no se complete, el vehículo sigue figurando a nombre del vendedor.

Antes de cerrar la operación, también conviene informar a la compañía de seguros. Si eres el comprador, puedes consultar si la póliza actual del vehículo sigue vigente o si te interesa contratar una nueva. Y si eres el vendedor, deberías comunicar la venta para anular o modificar tu seguro, evitando responsabilidades si el coche sufre un accidente después de la entrega.

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Preguntas frecuentes sobre el contrato de compraventa de la DGT

¿Dónde conseguir un contrato de compraventa de un coche?

Puedes descargar el modelo oficial desde la web de la DGT. También lo ofrecen organizaciones como la OCU, RACE o FACUA.

¿Qué validez tiene un contrato de compraventa de un coche?

Tiene plena validez legal si está firmado por ambas partes e incluye todos los datos del vehículo y las condiciones de venta.

¿Cuánto hay que pagar a Hacienda por la transferencia de un coche?

El comprador debe pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP). Su importe depende de la comunidad autónoma y del valor fiscal del coche.

¿Qué cantidad hay que poner en el contrato de compraventa de un vehículo?

Debe reflejar el precio real pagado, ya que Hacienda puede revisar la operación si considera que el importe declarado es inferior al valor de mercado.

¿Quién debe pagar el contrato de compraventa de un vehículo?

El comprador asume el pago del impuesto de transmisiones y la tasa de cambio de titularidad. El vendedor, en cambio, debe entregar el coche libre de cargas y con la documentación al día.

¿Qué validez tiene un contrato de compraventa sin notario?

No es necesario acudir a un notario: el contrato firmado entre ambas partes es suficiente y plenamente legal, siempre que contenga todos los datos requeridos y las firmas originales.