Seis signos de violencia psicológica que pasan desapercibidos

Publicado el 20 de Agosto de 2023 by Expertos en seguros de vida, Equipo Génesis
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos

La violencia psicológica deja heridas emocionales tan profundas y dañinas como el maltrato físico. Es fundamental conocer las estrategias que usan estos maltratadores para no caer en su red.  La violencia normalmente se relaciona con el abuso físico, pero existe una violencia encubierta más difícil de detectar que también puede hacer muchísimo daño: el abuso emocional

Este tipo de violencia no es tan obvia como los gritos y los golpes, aunque a menudo es su antesala. Quien ejerce la violencia psicológica intenta controlar a su víctima, pero en vez de utilizar el enfrentamiento físico recurre a la manipulación emocional, socavando la imagen que la persona tiene de sí misma y afectando la confianza en sus capacidades para generar una dependencia psicológica.

Las tácticas de abuso emocional más dañinas y difíciles de detectar

Críticas destructivas

 Las críticas positivas nos permiten crecer, pero las críticas continuas afectan profundamente nuestra autoestima. El maltratador lo sabe, por eso siempre resalta las imperfecciones y errores de su víctima, recordándole continuamente sus defectos, para hacer que se sienta inferior e incapaz.

Desaliento constante

 En las relaciones desarrolladoras, las personas se apoyan mutuamente. En una relación de sumisión y control, una de las personas intenta dominar a la otra socavando su confianza. Su estrategia consiste en desalentarle para hacer que desista de todos los planes que puedan llevarle a tener éxito o ganar independencia.

Trato indiferente

La indiferencia es un arma de manipulación emocional a través de la cual el maltratador castiga a su víctima para doblegar su voluntad. Puede asumir diferentes formas, desde no dirigirle la palabra a la persona y obviar su presencia hasta mostrarse frío y distante haciendo caso omiso de sus necesidades emocionales.

Culpabilidad

Generar la sensación de culpa es una estrategia de manipulación común en los contextos de violencia psicológica. El maltratador no asume sus responsabilidades, sino que descarga la culpa en el otro, a quien atribuye todos sus problemas o infelicidad. Puede culparle directamente, pero lo más usual es que lance indirectas o se haga pasar por víctima para que la otra persona se sienta culpable y asuma responsabilidades que no son suyas.

Humillación

El abuso emocional suele manifestarse a través de actitudes denigrantes y humillantes hacia la víctima. El maltratador puede recurrir al sarcasmo para menospreciar o burlarse de la persona, ya sea en privado o en público. No presta atención a sus opiniones y sentimientos, que suele calificar como inadecuados o ridículos. En algunos casos puede adoptar una actitud condescendiente, corrigiendo o castigando su comportamiento como si se tratara de un niño pequeño.

Gaslighting

Esta técnica de manipulación emocional consiste en hacer que la persona dude de la realidad. El maltratador cuestiona continuamente los sentimientos, experiencias y decisiones de su víctima, hasta el punto de arrebatarle la autoconfianza. En estos casos, la persona comienza a dudar de sus capacidades y asume la visión de la realidad de su manipulador, cediendo por completo el control.

Si algunos de estos comportamientos son usuales en una persona cercana, es importante que busques apoyo psicológico. El maltrato emocional es tan inaceptable como la violencia física.

Identificación de Patrones de Comportamiento Abusivo

La identificación de los patrones de comportamiento abusivo es esencial para reconocer y enfrentar la violencia psicológica. Estos patrones pueden ser sutiles al principio, pero con el tiempo pueden volverse más evidentes y destructivos. Uno de los patrones más comunes es el control excesivo, donde el agresor busca dominar cada aspecto de la vida de la víctima, desde sus actividades hasta sus decisiones personales. Además, la manipulación emocional es otro indicador importante, manifestándose a través de la culpabilización constante y la distorsión de la realidad para favorecer al agresor.

La minimización y descalificación constante también son signos de comportamiento abusivo. El agresor puede menospreciar los logros de la víctima, socavar su autoestima y hacerla sentir insignificante. El aislamiento social es otro patrón que puede pasar desapercibido, donde el agresor limita deliberadamente el contacto de la víctima con amigos y familiares, creando una dependencia emocional hacia él. Todos estos comportamientos son formas de control que tienen como objetivo ejercer poder sobre la víctima y mantenerla en una posición de vulnerabilidad.
 

Recursos y Apoyo para Víctimas de Violencia Psicológica

Para las víctimas de violencia psicológica, es fundamental tener acceso a recursos y apoyo adecuados que les permitan enfrentar y superar su situación. Existen numerosas organizaciones y grupos de apoyo que ofrecen servicios especializados para personas que sufren este tipo de violencia. Estos recursos suelen incluir líneas telefónicas de ayuda, asesoramiento psicológico y refugios seguros donde las víctimas pueden encontrar protección temporal.

Además de los recursos profesionales, las redes de apoyo social desempeñan un papel crucial en el proceso de recuperación. Amigos, familiares y seres queridos pueden ofrecer un espacio seguro para expresar emociones, recibir orientación y tomar decisiones informadas sobre cómo proceder. El apoyo emocional y práctico de estas redes puede marcar la diferencia en la capacidad de la víctima para salir de una situación abusiva y reconstruir su vida.


Preguntas frecuentes sobre signos de violencia psicológica que pasan desapercibidos

¿Cómo puedo saber si estoy experimentando violencia psicológica en mi relación?

Si te sientes constantemente criticado, menospreciado, controlado o manipulado en tu relación, es posible que estés experimentando violencia psicológica. Es importante prestar atención a tus sentimientos y buscar ayuda si tienes dudas sobre tu situación.

¿Cuál es la importancia de la autoestima y la confianza en la prevención y superación de la violencia psicológica?

La autoestima y la confianza en uno mismo son fundamentales para resistir y superar la violencia psicológica. Desarrollar una autoimagen positiva y creer en tus propias capacidades puede ayudarte a establecer límites saludables en tus relaciones y buscar ayuda cuando sea necesario.

¿Cuál es el impacto de la violencia psicológica en la salud mental y emocional de las víctimas a largo plazo?

La violencia psicológica puede tener graves consecuencias para la salud mental y emocional de las víctimas a largo plazo, incluyendo depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático, baja autoestima y dificultades en las relaciones interpersonales.

¿Cómo puedo ayudar a un amigo o ser querido que pueda estar experimentando violencia psicológica pero no reconoce los signos?

Puedes ofrecer tu apoyo y escucha a tu amigo o ser querido, validar sus sentimientos y preocupaciones, y animarlos a buscar ayuda profesional o hablar con un especialista en violencia doméstica para obtener orientación y recursos.

Los peligros del sobreentrenamiento

Publicado el 24 de Septiembre de 2023
Tiempo de lectura estimado: 4 minutos

La actividad física es esencial para mantenernos saludables y en forma pero si entrenamos en exceso, sin descansar lo suficiente, nuestro equilibrio físico y emocional se resentirá. Conoce los riesgos que implica el sobreentrenamiento.  Practicar ejercicio físico es beneficioso para nuestra salud. Sin embargo, todos los extremos son malos, por lo que si no descansamos lo suficiente y exponemos los músculos y las articulaciones a una carga excesiva, corremos el riesgo de sufrir lesiones o procesos inflamatorios agudos, es lo que se conoce como sobreentrenamiento. 

El exceso de ejercicio puede pasarle factura a tu salud física y emocional

El sobreentrenamiento es un problema común en los atletas de alto rendimiento ya que tienen que practicar intensamente durante largas horas. Sin embargo, cualquier persona que practique deporte también se expone a este riesgo, sobre todo si no cuenta con la guía de un entrenador personal. 

De hecho, el sobreentrenamiento no está causado únicamente por la falta de descanso. El riesgo de que sobrecargues tu cuerpo aumenta si no calientas antes de entrenar, si usas un calzado inadecuado, si no dominas bien la técnica, si padeces algún problema de salud como la obesidad y la osteoporosis o si tu dieta no suple tus demandas energéticas. 

Sensación de agotamiento y fatiga

Las personas que se someten a un sobreentrenamiento suelen padecer fatiga crónica, la cual afecta su rendimiento y estado físico en general. Lo que sucede es que al estresar los músculos y forzar demasiado al cuerpo, los niveles de cortisol se disparan y aumenta la síntesis de citoquinas, las proteínas que actúan como mensajeros del sistema inmunitario. Al deprimirse la función inmunitaria, se genera una sensación permanente de agotamiento y fatiga, aumentando a la vez la vulnerabilidad ante las infecciones.

Alteraciones del estado de ánimo

Entrenar de manera desmesurada durante mucho tiempo no solo afecta el estado físico sino también el equilibrio emocional. El problema se debe a las alteraciones que se producen a nivel hormonal y en el eje simpático-adreno-medular, que involucra la rama simpática del sistema nervioso central. Estos cambios en el organismo aumentan el riesgo de padecer problemas de concentración y de motivación, así como de sufrir depresión, ansiedad e irritabilidad. En muchos casos también pueden presentarse trastornos del sueño y una disminución de la libido.

Procesos inflamatorios crónicos

El sobreentrenamiento provoca una inflamación sistémica y localizada. Como resultado, las personas que se someten a un entrenamiento excesivo pueden sufrir procesos inflamatorios articulares y musculares en las rodillas, codos, tobillos o en cualquier otra parte del cuerpo. Asimismo, son más propensas a padecer una inflamación sistémica debido a la disminución de los glóbulos rojos y a la depresión del sistema inmunitario, problemas que se han relacionado con un riesgo mayor de padecer enfermedades autoinmunes o cáncer.

Lesiones por sobrecarga

Realizar los mismos ejercicios a diario sobrecarga los músculos y las articulaciones, aumentando el riesgo de padecer lesiones crónicas a largo plazo. A diferencia de las lesiones agudas que se producen debido a un mal movimiento y aparecen inmediatamente, los síntomas de las lesiones por sobreentrenamiento suelen manifestarse más tarde, cuando las articulaciones o los músculos se encuentran muy dañados, por lo que la recuperación es más complicada.

Reducción de la densidad ósea

El sobreentrenamiento puede dar lugar a diferentes problemas en los huesos, como la reducción de la densidad ósea. El problema radica en que la práctica excesiva de ejercicio físico reduce los niveles de estrógeno y testosterona, lo cual afecta a su vez la densidad de los huesos y aumenta el riesgo de padecer osteoporosis. De hecho, las más afectadas suelen ser las mujeres, sobre todo quienes ya sufren de amenorrea como resultado del sobreentrenamiento.

Preguntas frecuentes sobre los peligros del sobreentrenamiento

¿Qué deportes o actividades tienen un mayor riesgo de sobreentrenamiento? 

Los deportes y actividades que implican entrenamientos intensos y repetitivos, como el levantamiento de pesas, el running de larga distancia, el ciclismo de alta intensidad y los deportes de resistencia, tienen un mayor riesgo de provocar sobreentrenamiento si no se manejan adecuadamente.

¿Cómo puedo prevenir el sobreentrenamiento?

Para prevenir el sobreentrenamiento, es importante seguir un programa de entrenamiento equilibrado que incluya períodos de descanso adecuados, variación en la intensidad y duración del ejercicio, una nutrición adecuada, sueño suficiente y escuchar al cuerpo para reconocer signos de fatiga y agotamiento.

¿Qué debo hacer si creo que estoy experimentando sobreentrenamiento? 

Si crees que estás experimentando sobreentrenamiento, es importante tomar medidas para descansar y recuperarte adecuadamente. Esto puede incluir reducir la intensidad y la duración de tus entrenamientos, aumentar el tiempo de descanso entre sesiones, consultar a un profesional de la salud y considerar trabajar con un entrenador para ajustar tu programa de entrenamiento.