Elegir las luces V16 para sustituir los triángulos de emergencia

Publicado el 15 de Septiembre de 2023 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 4 minutos

Los 7 detalles más importantes en los que debes fijarte para comprar unas luces V16 que sean seguras y cumplan con la normativa que entrará en vigor.  

Los 7 detalles a tener en cuenta para elegir una luz de emergencia V16

Cuando circulamos por la carretera podemos sufrir un imprevisto que nos obligue a detenernos. En ese caso, necesitamos señalizar correctamente la posición del vehículo para evitar accidentes con los otros conductores. A partir del 1 de enero de 2026 será obligatorio el uso de las luces V16, las cuales sustituirán a los tradicionales triángulos de emergencia, aunque ya podemos comprarlas y empezar a usarlas.

Modo de señalización

Algunas luces V16 ofrecen dos modos de señalización. Además de la clásica luz de emergencia, que debe emitir destellos amarillos e intermitentes, ciertos modelos también permiten activar un modo fijo que nos servirá como linterna. Esta luz también debe contar con un comunicador y un sistema de geoposicionamiento que envíe la ubicación del vehículo y facilite las labores de auxilio de los servicios de emergencia.

Modo de encendido

Las luces V16 que podemos encontrar en el mercado suelen tener dos modos de encendido: manual y/o automático. El encendido manual se realiza mediante un pulsador mientras que el encendido automático se activa cuando la lámpara entra en contacto con el techo del vehículo. Lo ideal es elegir un modelo que tenga ambas opciones ya que resulta más cómodo y seguro.

Forma de fijación

En lo que respecta a la fijación, lo ideal es que la luz V16 cuente con una base antideslizante imantada qué se adhiera rápidamente a la carrocería cuando la coloquemos sin necesidad de salir del vehículo. Este pequeño detalle no solo nos facilitará su colocación, sino que también la mantendrá bien sujeta si hay lluvia, viento o nieve.

Intensidad de la luz

La intensidad luminosa es un detalle importante porque indica cuánto ilumina la luz. La normativa señala que las luces V16 deben tener entre 40 y 80 cd. Además, para que esta luz cumpla su cometido debe mantener esa potencia al menos durante 30 minutos.

Campo de irradiación

La luz de emergencia debe cubrir un gran espacio para garantizar nuestra visibilidad en la carretera. Por eso, debe emitir un fogonazo de luz en horizontal en 360 grados y en vertical de al menos 8 grados hacia arriba y abajo. Ese campo de irradiación permite alumbrar en todas las direcciones para que el vehículo sea visible. La frecuencia de los destellos debe oscilar entre los 0,8 y 2 Hz y debe tener un alcance de un kilómetro de distancia.

Forma de alimentación

La normativa indica que la luz de emergencia V16 debe tener una alimentación autónoma, ya se trate de una batería o una pila extraíble. Si el modelo cuenta con pila extraíble, tenemos que cambiarla cada 18 meses por la sulfatación que suele sufrir o llevar un juego de repuesto en el vehículo. Si nos decantamos por un modelo con batería, debe poder cargarse en el propio coche y ser independiente, de manera que siga funcionando en caso de desperfecto eléctrico. De hecho, este tipo de luz debe tener una autonomía de al menos dos horas, aunque la mayoría de los modelos brindan cinco horas. Para estar más seguros, lo mejor es elegir un modelo que tenga un indicador del nivel de batería.

Grado de protección

La luz de emergencia debe ser resistente a los elementos pues debe seguir iluminando en condiciones extremas. Debemos comprobar en sus especificaciones técnicas que el grado de protección sea al menos IP54, que su resistencia a las adversidades meteorológicas sea de 180 pa y que esté diseñada para funcionar en un rango de temperatura de -10 a 50º. En cualquier caso, para la DGT solo son válidas las luces V16 homologadas. Por tanto, debemos buscar un código de homologación que indique: LCOE XXXXXXXXXXG1 o IDIADA PC XXXXXXXX, en el cual las X señalan la fecha de homologación y el número de serie del producto.

¿Cuál es la diferencia entre leasing y renting? Ventajas y conveniencia

Publicado el 4 de Septiembre de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 4 minutos
leasing o renting

Si alguna vez te has planteado financiar un coche sin comprarlo directamente, seguro que has oído hablar de leasing y de renting. A simple vista parecen lo mismo: usas el coche a cambio de una cuota mensual. Sin embargo, la clave está en qué pasa al final del contrato, qué gastos asume cada parte y qué ventajas fiscales tiene cada modalidad. 

Entender bien la diferencia entre leasing y renting es fundamental para elegir la opción más adecuada según tu perfil, ya seas particular, autónomo o empresa.

¿Qué es el leasing?

El leasing, también conocido como arrendamiento financiero, es una fórmula pensada sobre todo para empresas y autónomos que quieren financiar un vehículo con la posibilidad de adquirirlo al final del contrato.

Función y estructura del contrato

  • La entidad financiera compra el coche y te lo “alquila” durante un plazo fijo (normalmente entre 2 y 6 años).
  • Pagas una cuota mensual que cubre la financiación del vehículo.
  • Al finalizar, tienes opción de compra mediante el pago de un valor residual ya pactado.

Ventajas fiscales y contables del leasing

  • Las empresas y autónomos pueden deducirse las cuotas como gasto, siempre que el coche esté afecto a la actividad económica.
  • El leasing suele permitir ventajas en la amortización del activo, lo que reduce la carga fiscal.
  • El coche figura en el balance de la empresa como activo, a diferencia del renting.

¿Qué es el renting? 

El renting, o arrendamiento operativo, es una modalidad más flexible y completa, diseñada tanto para empresas como para particulares que no quieren preocuparse de los gastos asociados al coche.

Servicios incluidos (mantenimiento, seguro, impuestos)

En el renting pagas una cuota mensual fija que incluye:

  • Seguro a todo riesgo.
  • Mantenimiento y reparaciones.
  • Impuestos y tasas
  • Asistencia en carretera.

Es decir, solo te ocupas de repostar o cargar el coche (si es eléctrico enchufable): el resto está cubierto.

Flexibilidad y duración del renting

  • Los contratos suelen ser más cortos que en leasing (entre 1 y 5 años).
  • Te permite cambiar de coche cada cierto tiempo sin preocuparte de vender el anterior.
  • Está pensado para quienes valoran la comodidad y tener una previsión de gastos.

Si lo que estás valorando es si te interesa más un coche en renting o comprarlo, échale un vistazo a este otro contenido.

Comparativa práctica: leasing vs. renting

Criterio

Leasing (arrendamiento financiero)

Renting (arrendamiento operativo)

Opción de compra

Sí, al final del contrato con valor residual.

No, se devuelve el coche.

Servicios incluidos

No (solo financiación del vehículo).

Sí (seguro, mantenimiento, impuestos).

Duración habitual

2 a 6 años.

1 a 5 años.

Contabilidad/Fiscalidad

Activo de la empresa, deducciones fiscales.

Gasto operativo deducible.

Flexibilidad

Baja (contrato rígido, penalizaciones).

Alta (fácil renovación, cambio de coche).

Leasing o renting: ¿cuál conviene según tu perfil?

No existe una respuesta única: la conveniencia depende de tus necesidades y de cómo uses el coche.

Particulares

El renting suele ser la opción más atractiva: sin imprevistos, con todos los gastos incluidos y posibilidad de renovar coche cada pocos años.

Autónomos y pequeñas empresas

El leasing puede ser interesante si buscas adquirir el vehículo al final y aprovechar ventajas fiscales. El renting, en cambio, es útil si prefieres liquidez y gastos fijos sin sorpresas.

Grandes empresas / flotas

El renting suele ser la modalidad más extendida para flotas: simplifica la gestión de múltiples vehículos, permite renovar coches periódicamente y evita costes inesperados.

TE INTERESA:

Preguntas frecuentes sobre leasing y renting

¿Puedo cancelar un contrato de leasing o renting antes de su finalización?

En la mayoría de casos no, porque ambos contratos tienen una duración pactada. Si se quiere cancelar antes, puede implicar penalizaciones.

¿Qué duración mínima tiene un contrato de leasing o renting? 

El leasing suele tener una duración mínima de dos años, mientras que el renting es más flexible y puede contratarse desde uno.

¿Quién incurre en los gastos de mantenimiento, seguro o impuestos según la modalidad?

En el leasing los asume el cliente, mientras que en el renting normalmente van incluidos en la cuota.

¿Puedo comprar el bien al terminar un contrato de leasing o renting? 

En el leasing sí, mediante una opción de compra previamente pactada. En el renting lo habitual es devolver el bien, aunque algunas compañías ofrecen la posibilidad de adquirirlo.

¿Cómo se reflejan contablemente en mi empresa?

El leasing se considera una inversión y se incorpora al balance, mientras que el renting se registra como gasto.

¿El leasing o el renting son fiscalmente deducibles? ¿Qué diferencias hay? 

Ambos pueden ser deducibles, pero con diferencias: el leasing permite deducción acelerada de la amortización y el renting se deduce directamente como gasto.