¿Cuándo tu hijo puede usar un alzador en el coche?

Publicado el 8 de Julio de 2023 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 3 minutos

¿A tu hijo le vienen pequeñas las sillas de coche pero aún no alcanza a ponerse el cinturón? En ese caso puedes usar un alzador. Descubre cuándo usar este sistema de retención infantil.  Los accidentes de tráfico son una de las principales causas de muerte en los menores de 14 años. La buena noticia es que el 75% de estas muertes y el 90% de las lesiones por esta causa pueden prevenirse usando un sistema de retención infantil adaptado al peso y altura del niño. Las sillas de coche son el sistema de retención más utilizado desde el nacimiento, pero no es el único. Cuando los niños han crecido demasiado como para seguir usando una silla, pero son muy pequeños como para usar el cinturón de seguridad, pueden usar un alzador o elevador. 

¿Cuándo cambiar la silla por el alzador?

A veces los padres deciden seguir usando las sillas del coche durante más tiempo del que recomienda el fabricante. Sin embargo, esto no solo es sancionable sino también peligroso para los niños. Cuando los sistemas de retención infantil no se adaptan a la edad y altura infantil pueden ser contraproducentes e incluso causarles lesiones a los pequeños en caso de accidente. Por eso, la Dirección General de Tráfico recomienda pasar de la silla al alzador cuando sea necesario. 

La normativa i-Size R129 apunta que ese momento llega cuando los niños superan los 105 centímetros de altura, aproximadamente a partir de los 4 años. A partir de esa altura los alzadores son una alternativa para lograr que los niños alcancen la altura necesaria para llegar correctamente hasta el cinturón de seguridad del vehículo. No obstante, desde los 105 y hasta los 125 centímetros es obligatorio que el alzador tenga respaldo. +

A partir de los 125 y hasta los 135 centímetros de altura, los niños pueden utilizar elevadores sin respaldo, aunque los expertos no lo recomiendan ya que contar con un respaldo no solo ofrece un extra de confort a los pequeños, sino que los protege en caso de colisión. Vale destacar que, si bien no es obligatorio el uso de un sistema de retención infantil para los menores de 12 años que tengan más de 135 centímetros de altura, se recomienda que sigan utilizando un alzador homologado hasta que alcancen los 150 centímetros, cuando podrán utilizar el cinturón de seguridad del coche. 

¿Qué debes tener en cuenta al elegir el alzador más adecuado para tu hijo?

Más allá de la calidad y resistencia del alzador, lo primero que debes tener en cuenta al elegir el modelo más adecuado para tu hijo es que esté diseñado para su edad y altura. De esta manera garantizas que la cabeza del pequeño no sobresalga por encima del respaldo y esté siempre bien protegida. 

Otro detalle importante es su homologación i-Size, la cual no solo te ofrece una mayor seguridad, sino que te permitirá seguir usándolo cuando esta sea la única normativa vigente. Independientemente de la edad de tu hijo, elije un alzador con respaldo y, de ser posible, con reposabrazos. 

Además de ser más cómodos, estos accesorios ofrecen un extra de protección a los niños y ayudan a colocar el cinturón de seguridad en la posición correcta. Otro aspecto que no debes pasar por alto es el sistema de fijación del alzador. Lo ideal es que cuente con un sistema de anclaje Isofix ya que es más seguro, más fácil de instalar y además, permite su colocación a contramarcha.

Impuesto de transmisiones patrimoniales de un coche: cómo se calcula

Publicado el 18 de Diciembre de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos
Transmisiones Patrimoniales

Si estás pensando en comprar un coche de segunda mano, conviene que sepas que no solo tendrás que pagar el precio acordado con el vendedor. También hay una serie de gastos asociados al cambio de titularidad del vehículo. Entre ellos, uno de los más importantes es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, conocido como ITP.

Este impuesto es obligatorio cuando compras un coche usado a un particular. Forma parte de los trámites necesarios para formalizar la compraventa y poder poner el vehículo a tu nombre. A continuación te explicamos qué es, cómo se calcula, quién debe pagarlo y cómo hacerlo paso a paso.

Qué es el impuesto sobre transmisiones patrimoniales de un coche

El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) es un tributo que se paga cuando se transmite la propiedad de un bien usado entre particulares. En el caso de los vehículos, se aplica cuando compras un coche, una moto o un ciclomotor de segunda mano a una persona física.

Si el vendedor es un concesionario o una empresa, no se paga ITP, ya que la operación está sujeta a IVA. Pero si la transacción es entre particulares, el comprador está obligado a liquidar este impuesto ante la Hacienda de su comunidad autónoma.

El ITP se regula en el Real Decreto Legislativo 1/1993, que aprueba la Ley del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. En el caso de los vehículos, su finalidad es que la Administración reciba una parte proporcional del valor del bien transmitido.

Es importante tener claro que el ITP es un requisito previo al cambio de titularidad del coche en la Dirección General de Tráfico (DGT). Hasta que no esté pagado, no podrás hacer la transferencia ni figurar como nuevo titular en el permiso de circulación.

Cómo se calcula el impuesto de transmisiones patrimoniales

El importe del ITP no es el mismo en todas las comunidades autónomas, ya que cada una aplica su propio tipo impositivo dentro de los márgenes permitidos por la ley. En general, el tipo suele situarse entre el 4% y el 8% del valor real del vehículo.

Para calcularlo, no se utiliza el precio de compraventa que figure en el contrato, sino el valor que la Administración da al coche según las tablas oficiales publicadas cada año por el Ministerio de Hacienda.

Estas tablas recogen el valor venal de los vehículos, es decir, su valor de mercado teniendo en cuenta su antigüedad, marca, modelo y versión. A partir de ese valor, se aplica un porcentaje de depreciación según los años que tenga el coche. Estos porcentajes están recogidos en una orden ministerial publicada cada año en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Cuantos más años tenga el vehículo, menor será este valor y, por tanto, menos pagarás de ITP.

Por ejemplo, si el valor venal de un coche de ocasión es de 20.000 euros y tiene 6 años, se aplica un coeficiente de depreciación del 28%, quedando en 5.600 euros. Si el tipo impositivo en tu comunidad autónoma es del 6%, el ITP a pagar sería de 336 euros.

Quién paga el impuesto de transmisiones patrimoniales de un coche​

El responsable de pagar el ITP es siempre el comprador, no el vendedor. Esto significa que, si compras un coche usado a un particular, tú debes presentar y abonar el impuesto ante la Hacienda autonómica correspondiente a tu lugar de residencia.

El vendedor por su parte, debe conservar una copia del contrato de compraventa y asegurarse de que el nuevo titular hace el cambio de nombre correctamente, ya que mientras el coche no esté a nombre del comprador, las posibles sanciones o impuestos seguirán llegando al antiguo titular.

Es importante que ambas partes firmen el contrato de compraventa por duplicado, indicando con claridad los datos del vehículo, el precio acordado, la fecha y los datos personales de comprador y vendedor. Este documento servirá como prueba ante Hacienda y la DGT.

Cómo pagar el ITP

El pago del ITP se realiza ante la Agencia Tributaria de la comunidad autónoma donde resida el comprador. El trámite puede hacerse de forma telemática, a través de la sede electrónica de la administración autonómica, o presencialmente en sus oficinas.

Los pasos habituales son:

  1. Rellenar el modelo correspondiente. Puedes hacerlo online (con certificado digital) o descargarlo para presentarlo en papel.
  2. Adjuntar la documentación necesaria: contrato de compraventa firmado por ambas partes, copia del DNI del comprador y del vendedor, y el permiso de circulación y la ficha técnica del vehículo.
  3. Pagar el importe del impuesto. Se puede hacer por banca electrónica o directamente en la entidad colaboradora.
  4. Guardar el justificante del pago. Es imprescindible para hacer el cambio de titularidad en la DGT.

Una vez pasado el ITP, tendrás que acudir a Tráfico para formalizar la transferencia del coche. En la Jefatura Provincial de la DGT te pedirán el justificante del pago del impuesto, el contrato de compraventa y el resto de la documentación del vehículo. Aunque lo más sencillo es realizar el trámite online.

Recuerda que, además, conviene comunicar la operación a tu compañía de seguros o revisar si el seguro actual del vehículo puede mantenerse o es necesario contratar uno nuevo antes de circular.

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Preguntas frecuentes 

¿Cuánto se paga de Impuesto de Transmisiones Patrimoniales por un coche?

Depende de la comunidad autónoma y del valor del vehículo según las tablas oficiales del Ministerio de Hacienda. Como referencia, el tipo aplicable suele estar entre el 4% y el 8%.

¿Cuándo no se paga el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales de un coche?

No se paga cuando la compraventa se realiza entre una persona particular y un concesionario, ya que en ese caso el coche está sujeto a IVA. Tampoco se paga si se trata de una transmisión gratuita, como una herencia o donación, que se regula mediante otros impuestos (Sucesiones o Donaciones).

¿Cuánto se paga a Hacienda por transferir un coche?

Lo que se paga a Hacienda depende del valor venal del vehículo, del porcentaje de depreciación por antigüedad y del tipo impositivo de tu comunidad autónoma. A ello debes añadir la tasa de Tráfico por cambio de titularidad.

¿Cuánto te quita Hacienda por vender un coche en 6.500 €?

Si vendes un coche, no pagas el ITP. Sin embargo, si obtienes una ganancia respecto al precio al que lo compraste, deberás declararla como incremento patrimonial en el IRPF. Por ejemplo, si lo compraste por 5.000 € y lo vendes por 6.500 €, deberías declarar la diferencia (1.500 €) como beneficio.

¿Cuánto se paga por transferencia de vehículo?

En total, entre el impuesto de transmisiones y la tasa de la DGT, el coste medio ronda entre 150 y 400 euros, dependiendo del valor del coche y del tipo impositivo de tu comunidad.

¿Qué pasa si no pago el ITP de mi coche?

No podrás cambiar el titular del vehículo en Tráfico, ya que te pedirán el justificante del pago del impuesto. Además, Hacienda podría imponer recargos e intereses si el pago se realiza fuera de plazo. El plazo para presentarlo es de 30 días hábiles desde la fecha de la compraventa.