El anticongelante es imprescindible en invierno y verano

Publicado el 16 de Enero de 2023 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 3 minutos

El anticongelante es un líquido capaz de mantener sus propiedades a temperaturas muy bajas. Los productores añaden este compuesto a otros líquidos, como la gasolina o el diesel, para evitar que se congelen cuando hace demasiado frío. También lo añaden al agua del circuito de refrigeración del motor del coche, para lograr que este siga funcionando incluso a temperaturas extremas.

La importancia del anticongelante en los coches

El sistema de refrigeración es imprescindible para que el motor del coche funcione adecuadamente y no se queme. Se trata de un circuito cerrado a través del cual discurre el agua para enfriar el motor. Sin embargo, como el agua se congela a cero grados, es imprescindible añadir un elemento anticongelante ya que si el agua se convirtiese en hielo, además de no cumplir su función de refrigeración, al aumentar su volumen también podría romper el circuito.

Para evitar estos problemas se solía recurrir al metanol pero debido a su tendencia a evaporarse, en la actualidad se utiliza el etilenglicol, que resiste hasta 30 ºC bajo cero. Los anticongelantes que podemos encontrar en el mercado suelen contener etilenglicol en agua destilada y una serie de aditivos que mejoran la fluidez y limpian los conductos del sistema de refrigeración, alargando así su vida útil.

¿Cuándo es necesario cambiar el anticongelante?

El circuito de refrigeración es hermético por lo que no debería haber fugas. Aún así, cada cierto tiempo debes cerciorarte de que el nivel de líquido no se encuentra por debajo del mínimo indicado. Lo usual es que el tanque del líquido anticongelante sea transparente y tenga dos marcas, una indica el máximo y otra el mínimo. Así podrás ver rápidamente si necesitas añadir más anticongelante.

Ten en cuenta que lo usual es que este líquido tenga un color rosa, verde o azul. Si notas que tiene un color marrón, es probable que el radiador necesite una limpieza o que haya aceite en el depósito, lo cual puede indicar que necesitas cambiar alguna junta.

Además de esta revisión periódica, se recomienda cambiar el anticongelante aproximadamente cada dos años o cada 40.000 kilómetros. Esto se debe a que este líquido va perdiendo sus propiedades con el paso del tiempo y debido a la acción de los ácidos que se originan durante el proceso de combustión. Por tanto, si te sorprenden las bajas temperaturas y el anticongelante es muy viejo, es probable que termines con trozos de hielo en el conducto de refrigeración y que se dañen tanto el termostato como el radiador.

¿Qué anticongelante comprar?

Actualmente existen muchos tipos de anticongelantes pero uno de los factores más importantes a la hora de elegir es el punto de congelación, que debe adaptarse a las características de la zona donde vives. También hay anticongelantes que tienen propiedades corrosivas para evitar que la formación de óxido pueda obstruir el circuito de refrigeración, así como con propiedades anti-incrustantes para impedir la deposición de las sales.

En los últimos años también se están comercializando anticongelantes orgánicos. Al contener más aditivos, son mucho más eficaces que los anticongelantes inorgánicos y también más duraderos. Además, son más respetuosos con el medio ambiente y protegen mejor contra la formación de burbujas.

Impuesto de transmisiones patrimoniales de un coche: cómo se calcula

Publicado el 18 de Diciembre de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos
Transmisiones Patrimoniales

Si estás pensando en comprar un coche de segunda mano, conviene que sepas que no solo tendrás que pagar el precio acordado con el vendedor. También hay una serie de gastos asociados al cambio de titularidad del vehículo. Entre ellos, uno de los más importantes es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, conocido como ITP.

Este impuesto es obligatorio cuando compras un coche usado a un particular. Forma parte de los trámites necesarios para formalizar la compraventa y poder poner el vehículo a tu nombre. A continuación te explicamos qué es, cómo se calcula, quién debe pagarlo y cómo hacerlo paso a paso.

Qué es el impuesto sobre transmisiones patrimoniales de un coche

El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) es un tributo que se paga cuando se transmite la propiedad de un bien usado entre particulares. En el caso de los vehículos, se aplica cuando compras un coche, una moto o un ciclomotor de segunda mano a una persona física.

Si el vendedor es un concesionario o una empresa, no se paga ITP, ya que la operación está sujeta a IVA. Pero si la transacción es entre particulares, el comprador está obligado a liquidar este impuesto ante la Hacienda de su comunidad autónoma.

El ITP se regula en el Real Decreto Legislativo 1/1993, que aprueba la Ley del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. En el caso de los vehículos, su finalidad es que la Administración reciba una parte proporcional del valor del bien transmitido.

Es importante tener claro que el ITP es un requisito previo al cambio de titularidad del coche en la Dirección General de Tráfico (DGT). Hasta que no esté pagado, no podrás hacer la transferencia ni figurar como nuevo titular en el permiso de circulación.

Cómo se calcula el impuesto de transmisiones patrimoniales

El importe del ITP no es el mismo en todas las comunidades autónomas, ya que cada una aplica su propio tipo impositivo dentro de los márgenes permitidos por la ley. En general, el tipo suele situarse entre el 4% y el 8% del valor real del vehículo.

Para calcularlo, no se utiliza el precio de compraventa que figure en el contrato, sino el valor que la Administración da al coche según las tablas oficiales publicadas cada año por el Ministerio de Hacienda.

Estas tablas recogen el valor venal de los vehículos, es decir, su valor de mercado teniendo en cuenta su antigüedad, marca, modelo y versión. A partir de ese valor, se aplica un porcentaje de depreciación según los años que tenga el coche. Estos porcentajes están recogidos en una orden ministerial publicada cada año en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Cuantos más años tenga el vehículo, menor será este valor y, por tanto, menos pagarás de ITP.

Por ejemplo, si el valor venal de un coche de ocasión es de 20.000 euros y tiene 6 años, se aplica un coeficiente de depreciación del 28%, quedando en 5.600 euros. Si el tipo impositivo en tu comunidad autónoma es del 6%, el ITP a pagar sería de 336 euros.

Quién paga el impuesto de transmisiones patrimoniales de un coche​

El responsable de pagar el ITP es siempre el comprador, no el vendedor. Esto significa que, si compras un coche usado a un particular, tú debes presentar y abonar el impuesto ante la Hacienda autonómica correspondiente a tu lugar de residencia.

El vendedor por su parte, debe conservar una copia del contrato de compraventa y asegurarse de que el nuevo titular hace el cambio de nombre correctamente, ya que mientras el coche no esté a nombre del comprador, las posibles sanciones o impuestos seguirán llegando al antiguo titular.

Es importante que ambas partes firmen el contrato de compraventa por duplicado, indicando con claridad los datos del vehículo, el precio acordado, la fecha y los datos personales de comprador y vendedor. Este documento servirá como prueba ante Hacienda y la DGT.

Cómo pagar el ITP

El pago del ITP se realiza ante la Agencia Tributaria de la comunidad autónoma donde resida el comprador. El trámite puede hacerse de forma telemática, a través de la sede electrónica de la administración autonómica, o presencialmente en sus oficinas.

Los pasos habituales son:

  1. Rellenar el modelo correspondiente. Puedes hacerlo online (con certificado digital) o descargarlo para presentarlo en papel.
  2. Adjuntar la documentación necesaria: contrato de compraventa firmado por ambas partes, copia del DNI del comprador y del vendedor, y el permiso de circulación y la ficha técnica del vehículo.
  3. Pagar el importe del impuesto. Se puede hacer por banca electrónica o directamente en la entidad colaboradora.
  4. Guardar el justificante del pago. Es imprescindible para hacer el cambio de titularidad en la DGT.

Una vez pasado el ITP, tendrás que acudir a Tráfico para formalizar la transferencia del coche. En la Jefatura Provincial de la DGT te pedirán el justificante del pago del impuesto, el contrato de compraventa y el resto de la documentación del vehículo. Aunque lo más sencillo es realizar el trámite online.

Recuerda que, además, conviene comunicar la operación a tu compañía de seguros o revisar si el seguro actual del vehículo puede mantenerse o es necesario contratar uno nuevo antes de circular.

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Preguntas frecuentes 

¿Cuánto se paga de Impuesto de Transmisiones Patrimoniales por un coche?

Depende de la comunidad autónoma y del valor del vehículo según las tablas oficiales del Ministerio de Hacienda. Como referencia, el tipo aplicable suele estar entre el 4% y el 8%.

¿Cuándo no se paga el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales de un coche?

No se paga cuando la compraventa se realiza entre una persona particular y un concesionario, ya que en ese caso el coche está sujeto a IVA. Tampoco se paga si se trata de una transmisión gratuita, como una herencia o donación, que se regula mediante otros impuestos (Sucesiones o Donaciones).

¿Cuánto se paga a Hacienda por transferir un coche?

Lo que se paga a Hacienda depende del valor venal del vehículo, del porcentaje de depreciación por antigüedad y del tipo impositivo de tu comunidad autónoma. A ello debes añadir la tasa de Tráfico por cambio de titularidad.

¿Cuánto te quita Hacienda por vender un coche en 6.500 €?

Si vendes un coche, no pagas el ITP. Sin embargo, si obtienes una ganancia respecto al precio al que lo compraste, deberás declararla como incremento patrimonial en el IRPF. Por ejemplo, si lo compraste por 5.000 € y lo vendes por 6.500 €, deberías declarar la diferencia (1.500 €) como beneficio.

¿Cuánto se paga por transferencia de vehículo?

En total, entre el impuesto de transmisiones y la tasa de la DGT, el coste medio ronda entre 150 y 400 euros, dependiendo del valor del coche y del tipo impositivo de tu comunidad.

¿Qué pasa si no pago el ITP de mi coche?

No podrás cambiar el titular del vehículo en Tráfico, ya que te pedirán el justificante del pago del impuesto. Además, Hacienda podría imponer recargos e intereses si el pago se realiza fuera de plazo. El plazo para presentarlo es de 30 días hábiles desde la fecha de la compraventa.