La fatiga al volante, un enemigo silencioso

Publicado el 29 de Septiembre de 2023 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 3 minutos

La fatiga provoca hasta el 30% de los accidentes que ocurren en las carreteras españolas. Te explicamos cómo afecta la fatiga al conductor y te indicamos cuáles son los principales factores que potencian el cansancio al volante.

Según la Dirección General de Tráfico, la fatiga es la principal responsable de entre un 20 y un 30% de los accidentes de tráfico que ocurren en España. De hecho, se trata de un enemigo silencioso que afecta la capacidad del conductor para concentrarse en la carretera, aumentando las probabilidades de que ocurra una colisión o una salida de la vía.

¿Cómo te afecta la fatiga cuando te pones al volante?

La fatiga provoca una serie de cambios a nivel físico y mental que afectan considerablemente tu capacidad para conducir.

Altera la visión

La fatiga provoca una disminución de la agudeza visual, haciendo que veas borroso y tengas problemas para enfocar los objetos. También hace que parpadees más, lo que significa que tendrás los ojos cerrados durante más tiempo.

Provoca reacciones bruscas

Cuando estás fatigado, puedes sobresaltarte al escuchar un claxon y frenar bruscamente provocando un incidente. Esto se debe a que tu cerebro no es capaz de analizar la información con suficiente rapidez y controlar las reacciones automáticas.

Causa dolor de cabeza

La fatiga se refleja fundamentalmente en la cabeza, provocando una sensación de presión o pesadez en las sienes. También puede causar cefalea y molestias en la cervical, haciendo que la conducción sea más incómoda.

Enlentece los movimientos

Cuando estás fatigado tus movimientos serán más lentos y menos precisos, por lo que estarás más expuesto a situaciones de riesgo. También suelen disminuir las maniobras al volante para corregir la dirección, mientras aumentan los movimientos que denotan cansancio, como cambiar de postura en el asiento, estirarse o bostezar.

Estimula las conductas temerarias

La fatiga incrementa la irritabilidad y disminuye tu capacidad para razonar. Esa mezcla explosiva te impulsa a adoptar comportamientos más peligrosos al volante ya que puedes malinterpretar fácilmente las situaciones del tráfico o los comportamientos de los otros conductores.

¿Qué factores aumentan la fatiga al conducir?

Existen algunos factores que deberías evitar ya que incrementan el cansancio cuando te pones al volante.

Descanso insuficiente

Algunas personas necesitan menos tiempo para recuperarse de la fatiga, otras más, pero si te pones al volante deberías descansar cada dos horas de conducción o 150 kilómetros recorridos.

Condiciones climatológicas adversas

La niebla, nieve o lluvia te obligan a prestarle más atención a la carretera, por lo que te agotarás más rápido. También deberías evitar conducir por la noche o durante el amanecer y el atardecer ya que la luz a estas horas agota mucho.

Demasiado tráfico

Las retenciones y paradas frecuentes aumentan la tensión al volante ya que te obligan a concentrarte más en la vía, por lo que también incrementan la fatiga.

Malas condiciones del coche o la carretera

Cuando la carretera no está en buen estado hará que el coche vibre excesivamente y será más incómodo conducir. Lo mismo ocurre cuando se producen vibraciones por defectos en la dirección o la suspensión.

Ventilación inadecuada

Una temperatura muy elevada en el interior del vehículo, así como una mala ventilación, no solo provocan fatiga sino que pueden afectar tus sentidos. De hecho, por encima de los 24°C la percepción del conductor comienza a afectarse.

Mucho estrés

La prisa por llegar no es buena consejera ya que no solo te hace adoptar comportamientos más temerarios al volante sino que también aumenta la fatiga. Por eso, antes de emprender un viaje largo, asegúrate de estar relajado.

¿Quién está cubierto por el seguro del coche?

Publicado el 17 de Septiembre de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 5 minutos
a quién cubre el seguro auto

Cuando buscas un seguro de coche, no solo piensas en proteger tu vehículo, sino también en quién queda cubierto en la póliza. Propietario, tomador, asegurado, conductor habitual… son términos que aparecen en cualquier contrato y que pueden generar confusión. 

En este artículo te explicamos de manera sencilla qué personas figuran en un seguro de coche y cómo afecta a la cobertura.

¿Quiénes figuran en un seguro de coche?

En una póliza de coche aparecen distintos actores, cada uno con un papel específico. Aunque en muchos casos coinciden, no siempre son la misma persona.

 

¿Qué significa?

¿Qué cubre o implica?

Propietario

Dueño legal del vehículo.

Debe aparecer en el permiso de circulación.

Tomador

Quien contrata y paga el seguro.

Responsable de abonar la prima.

Asegurado

Quien disfruta de la cobertura.

Puede coincidir con el tomador o no.

Conductor habitual

Persona que conduce con más frecuencia.

Debe declararse para ajustar el riesgo.

Propietario vs. tomador vs. asegurado

El propietario es el titular del coche en los papeles oficiales, el tomador es quien firma y paga la póliza, y el asegurado es la persona protegida por el seguro. En muchos casos coinciden, pero no siempre.

¿Pueden ser personas distintas?

Sí. Por ejemplo, un padre puede ser el tomador y propietario del coche, pero declarar a su hijo como conductor habitual y asegurado. Lo importante es que la aseguradora conozca la relación para aplicar la prima adecuada.

¿Cubre el seguro a cualquier conductor?

Una de las dudas más frecuentes es si cualquier persona que se ponga al volante está cubierta por el seguro. La respuesta depende del tipo de póliza y de lo que figure en el contrato.

Seguro a todo riesgo

Las pólizas a todo riesgo suelen ofrecer mayor flexibilidad. Generalmente, incluyen a otros conductores ocasionales. Sin embargo, esta duda debes resolverla con tu aseguradora. Consulta las condiciones particulares para evitar sustos.

Seguro a tercerosterceros ampliado

Con el seguro a terceros, se cubre al conductor, en caso de sufrir daños físicos permanentes en un accidente. Asimismo se indemniza a los beneficiarios en caso de fallecimiento.

¿Qué sucede si el conductor no es el titular o tomador?

No siempre conduce el coche la persona que figura como titular o tomador del seguro. Lo ideal es incluir en la póliza la figura del conductor adicional.

Casos comunes

Es habitual que un hijo utilice el coche de sus padres o que un amigo lo conduzca en alguna ocasión puntual. Estos casos suelen estar cubiertos si se han declarado correctamente o si son situaciones excepcionales.

Riesgos y posibles sanciones o exclusiones

Si la aseguradora detecta que hay un conductor habitual no declarado (por ejemplo, un hijo joven con poca experiencia), puede imponer recargos, rechazar la cobertura o incluso anular la póliza. Es fundamental ser transparente al contratar.

¿Puede estar el seguro a nombre de otra persona?

Efectivamente. Existen situaciones en las que el seguro no está a nombre del propietario del coche.

¿Legalmente permitido y qué condiciones implica?

Sí, es legal. El tomador puede ser distinto del propietario, siempre que exista un vínculo claro y que la aseguradora lo acepte. Esto suele darse en familias, cuando los padres aseguran el coche de sus hijos.

Consideraciones en caso de accidente

Si ocurre un siniestro y la aseguradora entiende que ha habido ocultación de información (por ejemplo, no declarar al conductor real), puede reducir la cobertura o exigir el pago de los daños. La honestidad es clave para evitar problemas.

Consecuencias legales y fiscales

Además de la cobertura, es importante considerar los aspectos legales y económicos que supone declarar a un conductor u otro en la póliza.

Responsabilidad en caso de siniestro

En cualquier accidente, la responsabilidad recae sobre el conductor que llevaba el coche en ese momento. Sin embargo, si no estaba autorizado o no figuraba en la póliza, pueden surgir conflictos con la aseguradora.

Posible incremento en la prima

Declarar a un conductor adicional, joven, con menos experiencia o con un historial elevado de siniestros puede aumentar el precio de la póliza. Las aseguradoras siempre ajustan la prima en función del riesgo que asume.

TE PUEDE INTERESAR: 

Preguntas frecuentes sobre a quién cubre el seguro de coche

¿El seguro me cubre si no soy el titular ni el tomador?

Sí, siempre que estés autorizado y declarado en la póliza.

¿Puede mi hijo conducir mi coche si no aparece en la póliza?

Podrías tener repercusiones si es conductor habitual. Para evitar riesgos, lo recomendable es declararlo.

¿Puedo asegurar el coche a nombre de otra persona?

Sí, es legal, siempre que haya transparencia con la aseguradora.

¿El seguro a terceros cubre al conductor si no está identificado como asegurado?

El seguro a terceros cubre los daños a terceros y al conductor (obligatorio), pero no los daños al propio vehículo.

¿Incrementa la prima si permito que otra persona conduzca habitualmente?

Depende de la compañía de seguros y de las coberturas te tengas contratadas. En algunos casos, puede aumentar según la edad, experiencia y perfil de riesgo de ese conductor.