Conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos puede ser tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol. Somnolencia, visión borrosa, mareos o falta de reflejos son solo algunos de los efectos secundarios que pueden alterar tu capacidad para conducir con seguridad.
Por eso es fundamental saber qué medicamentos pueden suponer un riesgo al volante y cómo identificarlos:
Medicamentos peligrosos para conducir | Medicamentos que no afectan a la conducción |
Benzodiacepinas | Paracetamol |
Antihistamínicos sedantes (1ª gen.) | Ibuprofeno |
Antipsicóticos | Antibióticos (en la mayoría de los casos) |
Antidepresivos tricíclicos | Antiácidos |
Analgésicos opioides | Suplementos vitamínicos |
Relajantes musculares | Laxantes |
Antiepilépticos | Anticonceptivos |
Hipnóticos | Pomadas y cremas tópicas |
¿Son todos los medicamentos peligrosos para la conducción?
No. De hecho, la mayoría de los medicamentos no interfieren en la conducción. El problema aparece cuando ciertos principios activos afectan al sistema nervioso central, provocan somnolencia, alteran los reflejos o generan confusión. En estos casos, conducir puede convertirse en una actividad de riesgo, tanto para ti como para los demás.
¿Qué medicamentos afectan a la conducción?
Algunos medicamentos tienen efectos secundarios que pueden reducir tu capacidad de reacción o percepción al volante. A continuación, encontrarás algunos de los más habituales.
Benzodiacepinas
Se recetan para tratar la ansiedad o el insomnio. Pueden provocar somnolencia, falta de atención y coordinación. Muy habituales: lorazepam, diazepam, alprazolam, etc.
Antihistamínicos sedantes
Son los de primera generación (como la difenhidramina). Aunque calman los síntomas de la alergia, también dan mucho sueño.
Antipsicóticos
Utilizados para tratar trastornos mentales graves. Suelen afectar la atención, la coordinación y los reflejos.
Antidepresivos tricíclicos
Algunos (como la amitriptilina) pueden provocar somnolencia o visión borrosa, especialmente al iniciar el tratamiento.
Analgésicos opioides
Medicamentos como la morfina o el tramadol reducen el dolor intenso, pero también pueden inducir somnolencia, náuseas o vértigos.
Relajantes musculares
Aunque ayudan a aliviar contracturas o lesiones musculares, muchos producen somnolencia como efecto secundario.
Antiepilépticos
Medicamentos como la carbamazepina o el ácido valproico pueden alterar el estado de alerta, especialmente durante los primeros días de uso.
Hipnóticos
Indicados para el insomnio (como el zolpidem o el lormetazepam), afectan directamente al sueño y pueden dejar una «resaca» de somnolencia al día siguiente.
¿Qué medicamentos no afectan a la conducción?
Muchos medicamentos son compatibles con la conducción y no presentan riesgos conocidos. La mayoría de los tratamientos habituales no alteran tus capacidades al volante. No obstante, conviene consultar siempre el prospecto, al farmacéutico o al médico que te lo haya recetado.
Paracetamol
Es un analgésico muy utilizado que no afecta la conducción si se toma según la dosis recomendada.
Ibuprofeno
Antiinflamatorio y analgésico común. No suele provocar efectos adversos relacionados con la conducción en personas sanas.
Antibióticos
En general, no interfieren con la capacidad de conducir, aunque algunos pueden causar malestar digestivo. Es importante vigilar cómo te sientan.
Antiácidos
No presentan efectos sobre el sistema nervioso, así que puedes tomarlos sin miedo a conducir.
Suplementos vitamínicos
No interfieren con la conducción. Aun así, si están indicados como parte de un tratamiento mayor, revisa la medicación completa.
Laxantes
Tampoco afectan al sistema nervioso. En casos puntuales, si causan deshidratación o debilidad, sería prudente esperar y no circular.
Anticonceptivos
No interfieren en la conducción.
Pomadas y cremas tópicas
No tienen efecto sistémico, así que no afectan a tu capacidad para conducir.
Tipos de medicamentos que pueden influir
Los medicamentos que más interfieren en la conducción suelen tener en común que afectan al sistema nervioso central. Pertenecen a los siguientes grupos:
- Psicofármacos: ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos.
- Analgésicos opioides.
- Antiepilépticos.
- Antihistamínicos de primera generación.
- Hipnóticos y sedantes.
- Algunos tratamientos contra el vértigo o náuseas.
Síntomas y efectos secundarios de los medicamentos
Conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos puede provocar:
- Somnolencia.
- Visión borrosa.
- Mareos o vértigo.
- Tiempos de reacción más lentos.
- Confusión o dificultad para concentrarse.
- Nerviosismo o agitación.
- Descoordinación motora.
Cualquiera de estos síntomas compromete seriamente tu seguridad al volante.
¿Cómo saber si un medicamento es incompatible con la conducción?
La información está en el etiquetado, en el prospecto y también debes confirmarlo con un profesional sanitario. También es cierto, que a cada persona les afectan de diferente manera los efectos de la medicación y los secundarios.
Etiquetado y advertencias del envase
Desde 2007, los envases de medicamentos en España que pueden afectar a la conducción incluyen un pictograma de un coche negro sobre fondo blanco con un triángulo equilátero rojo. Esto indica que puede alterar la capacidad de conducir. Pero no significa que prohíban hacerlo.
Consulta con tu médico o farmacéutico
Siempre que inicies un tratamiento nuevo, especialmente si es crónico o si conduces con frecuencia, pregunta si afecta a la conducción. Esto es clave si tomas más de un medicamento (polimedicación), ya que los efectos pueden potenciarse.
¿Qué dice la ley sobre conducir con medicamentos?
La legislación española prohíbe conducir bajo los efectos de medicamentos que puedan alterar las capacidades necesarias para una conducción segura.
Regulación y sanciones en España
El Reglamento General de Conductores, en su Anexo IV, establece lo siguiente:
“No se admite el consumo habitual de sustancias que comprometan la aptitud para conducir sin peligro, ni el consumo habitual de medicamentos que, individualmente o en conjunto, produzcan efectos adversos graves en la capacidad para conducir.”
Además, tiene la misma gravedad que conducir bajo los efectos de drogas ilegales, aunque estén prescritas por un médico. La sanción por hacerlo puede ser:
- Multa de hasta 1.000 €.
- Retirada de 6 puntos del carnet de conducir.
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Preguntas frecuentes sobre medicamentos peligrosos para conducir
¿Puedo conducir si tomo antibióticos?
Sí, en la mayoría de los casos. Salvo que el antibiótico tenga un efecto secundario adverso (mareo, náuseas intensas, etc.) o esté combinado con otros medicamentos que sí afectan a la conducción.
¿Qué pasa si tengo un accidente y estoy medicado?
Si tomas un medicamento que reduce tus capacidades al volante y causas un accidente, puedes ser sancionado. Además, la aseguradora podría negarse a cubrir los daños si no has respetado las indicaciones médicas o has incumplido el deber de diligencia.
¿Qué medicamentos me impiden renovar el carnet de conducir?
La normativa no menciona ninguno de forma explícita. Pero si el tratamiento afecta tus capacidades psicofísicas, será el centro médico autorizado quien determine si puedes seguir conduciendo o si es necesario un informe adicional.
¿Qué responsabilidad tiene el médico si no me advierte?
El responsable final de ponerse al volante es siempre el conductor. Aunque el médico o farmacéutico debería informar sobre los efectos adversos que pueden afectar a la conducción (como somnolencia, visión borrosa o disminución de reflejos), la ley no traslada la responsabilidad al profesional sanitario.