Tipos de accidente de tráfico

Publicado el 15 de Enero de 2023 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 3 minutos

No todos los accidentes de tráfico son iguales

Los accidentes de tráfico están a la orden del día, si bien las estadísticas en España son prometedoras ya que indican que en los últimos meses se ha evidenciado una disminución considerable en el número de accidentes mortales. Según los datos brindados por la Dirección General de Tráfico, en los meses de julio y agosto de este año se alcanzó el número menor de incidentes letales desde hace medio siglo. Sin embargo, esto no significa que debamos descuidarnos ya que existen diferentes tipos de accidentes de tráfico con las consecuentes responsabilidades y daños que estos implican.

Clasificación de los tipos de accidentes de tráfico

Los accidentes de tráfico se clasifican teniendo en cuenta la situación geográfica en la cual tienen lugar, los vehículos que intervienen, los resultados que provocan y el modo en que se producen. Respecto al lugar donde ocurre el accidente, se puede hacer referencia a accidentes urbanos o interurbanos, estos últimos sobrevienen en las autopistas o carreteras externas a las ciudades y son los más comunes. Luego se determina el número de vehículos implicados. En este caso se hace referencia a dos tipos de accidentes de tráfico: los simples y los múltiples. En el accidente simple está involucrado un solo coche y puede estar causado por choques, vuelcos, caídas o despistes. 

Cuando hay dos o más vehículos implicados se habla de un accidente múltiple, que puede estar causado por el alcance, la colisión, el accidente en cadena, el atropello, el topetazo, la embestida y la rascada. En lo que respecta a los daños provocados, se pueden determinar daños materiales o daños personales, en este último caso deben existir heridos o fallecidos a causa del siniestro. Por último, los diferentes tipos de accidentes de tráfico se clasifican atendiendo a la forma en la cual se produjeron:

  • Salida de la vía: no existe un choque sino que el coche se sale de la carretera.
  • Vuelco: cuando el coche gira sobre sí mismo o sus lados con algunas de las ruedas despegadas de la carretera.
  • Choque: cuando un vehículo en movimiento colisiona un coche estacionado o cualquier otro objeto fijo de la carretera.
  • Atropello: cuando un vehículo en movimiento daña un coche más “débil”.
  • Arrollamiento: se refiere a cualquier vehículo que circule por las vías férreas y colisione contra los coches.
  • Colisión: cuando dos o más vehículos chocan. En este caso, se habla de “topetazo” para indicar la colisión frontal, “alcance” para señalar el choque de una parte anterior contra la parte posterior del otro coche, “embestida” para aludir el choque de una parte anterior contra la parte lateral del otro coche y la “rascada”, que puede ser positiva o negativa en dependencia del sentido en el cual se movían los coches.

Además, cuando hay una colisión por alcance en la cual están involucrados varios vehículos, se habla de un accidente en cadena.

Causas de los accidentes de tráfico

Los diferentes tipos de accidentes de tráfico pueden estar determinados por causas físicas o ambientales; como el estado de las carreteras, la disminución de la visibilidad o la nieve, el hielo y las lluvias. Sin embargo, hoy por hoy el factor humano es el principal responsable de los accidentes. Se afirma que el 41,5% de los accidentes que ocurren en España se deben a distracciones del conductor y el 21% al aumento de la velocidad. La circulación con el coche defectuoso debido a que no se realizaron las revisiones mecánicas pertinentes, la conducción bajo el efecto del alcohol así como la infracción deliberada de las leyes del tráfico son otras de las causas más comunes que provocan accidentes y de las cuales somos nosotros los únicos responsables.

Medicamentos y conducción: ¿Cuáles son peligrosos y cómo identificarlos?

Publicado el 7 de Agosto de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos
Medicamentos conduccion

Conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos puede ser tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol. Somnolencia, visión borrosa, mareos o falta de reflejos son solo algunos de los efectos secundarios que pueden alterar tu capacidad para conducir con seguridad.

Por eso es fundamental saber qué medicamentos pueden suponer un riesgo al volante y cómo identificarlos:

Medicamentos peligrosos para conducir

Medicamentos que no afectan a la conducción

Benzodiacepinas

Paracetamol

 

Antihistamínicos sedantes (1ª gen.)

Ibuprofeno

Antipsicóticos

Antibióticos (en la mayoría de los casos)

Antidepresivos tricíclicos

Antiácidos

Analgésicos opioides

Suplementos vitamínicos

Relajantes musculares

Laxantes

Antiepilépticos

Anticonceptivos

Hipnóticos

Pomadas y cremas tópicas

¿Son todos los medicamentos peligrosos para la conducción?

No. De hecho, la mayoría de los medicamentos no interfieren en la conducción. El problema aparece cuando ciertos principios activos afectan al sistema nervioso central, provocan somnolencia, alteran los reflejos o generan confusión. En estos casos, conducir puede convertirse en una actividad de riesgo, tanto para ti como para los demás.

¿Qué medicamentos afectan a la conducción?

Algunos medicamentos tienen efectos secundarios que pueden reducir tu capacidad de reacción o percepción al volante. A continuación, encontrarás algunos de los más habituales.

Benzodiacepinas

Se recetan para tratar la ansiedad o el insomnio. Pueden provocar somnolencia, falta de atención y coordinación. Muy habituales: lorazepam, diazepam, alprazolam, etc.

Antihistamínicos sedantes

Son los de primera generación (como la difenhidramina). Aunque calman los síntomas de la alergia, también dan mucho sueño.

Antipsicóticos

Utilizados para tratar trastornos mentales graves. Suelen afectar la atención, la coordinación y los reflejos.

Antidepresivos tricíclicos

Algunos (como la amitriptilina) pueden provocar somnolencia o visión borrosa, especialmente al iniciar el tratamiento.

Analgésicos opioides

Medicamentos como la morfina o el tramadol reducen el dolor intenso, pero también pueden inducir somnolencia, náuseas o vértigos.

Relajantes musculares

Aunque ayudan a aliviar contracturas o lesiones musculares, muchos producen somnolencia como efecto secundario.

Antiepilépticos

Medicamentos como la carbamazepina o el ácido valproico pueden alterar el estado de alerta, especialmente durante los primeros días de uso.

Hipnóticos

Indicados para el insomnio (como el zolpidem o el lormetazepam), afectan directamente al sueño y pueden dejar una «resaca» de somnolencia al día siguiente.

¿Qué medicamentos no afectan a la conducción?

Muchos medicamentos son compatibles con la conducción y no presentan riesgos conocidos. La mayoría de los tratamientos habituales no alteran tus capacidades al volante. No obstante, conviene consultar siempre el prospecto, al farmacéutico o al médico que te lo haya recetado.

Paracetamol

Es un analgésico muy utilizado que no afecta la conducción si se toma según la dosis recomendada.

Ibuprofeno

Antiinflamatorio y analgésico común. No suele provocar efectos adversos relacionados con la conducción en personas sanas.

Antibióticos

En general, no interfieren con la capacidad de conducir, aunque algunos pueden causar malestar digestivo. Es importante vigilar cómo te sientan.

Antiácidos

No presentan efectos sobre el sistema nervioso, así que puedes tomarlos sin miedo a conducir.

Suplementos vitamínicos

No interfieren con la conducción. Aun así, si están indicados como parte de un tratamiento mayor, revisa la medicación completa.

Laxantes

Tampoco afectan al sistema nervioso. En casos puntuales, si causan deshidratación o debilidad, sería prudente esperar y no circular.

Anticonceptivos

No interfieren en la conducción.

Pomadas y cremas tópicas

No tienen efecto sistémico, así que no afectan a tu capacidad para conducir.

Tipos de medicamentos que pueden influir

Los medicamentos que más interfieren en la conducción suelen tener en común que afectan al sistema nervioso central. Pertenecen a los siguientes grupos:

  • Psicofármacos: ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos.
  • Analgésicos opioides.
  • Antiepilépticos.
  • Antihistamínicos de primera generación.
  • Hipnóticos y sedantes.
  • Algunos tratamientos contra el vértigo o náuseas.

Síntomas y efectos secundarios de los medicamentos

Conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos puede provocar:

  • Somnolencia.
  • Visión borrosa.
  • Mareos o vértigo.
  • Tiempos de reacción más lentos.
  • Confusión o dificultad para concentrarse.
  • Nerviosismo o agitación.
  • Descoordinación motora.

Cualquiera de estos síntomas compromete seriamente tu seguridad al volante.

¿Cómo saber si un medicamento es incompatible con la conducción?

La información está en el etiquetado, en el prospecto y también debes confirmarlo con un profesional sanitario. También es cierto, que a cada persona les afectan de diferente manera los efectos de la medicación y los secundarios.

Etiquetado y advertencias del envase

Desde 2007, los envases de medicamentos en España que pueden afectar a la conducción incluyen un pictograma de un coche negro sobre fondo blanco con un triángulo equilátero rojo. Esto indica que puede alterar la capacidad de conducir. Pero no significa que prohíban hacerlo.

Consulta con tu médico o farmacéutico

Siempre que inicies un tratamiento nuevo, especialmente si es crónico o si conduces con frecuencia, pregunta si afecta a la conducción. Esto es clave si tomas más de un medicamento (polimedicación), ya que los efectos pueden potenciarse.

¿Qué dice la ley sobre conducir con medicamentos?

La legislación española prohíbe conducir bajo los efectos de medicamentos que puedan alterar las capacidades necesarias para una conducción segura.

Regulación y sanciones en España

El Reglamento General de Conductores, en su Anexo IV, establece lo siguiente:

“No se admite el consumo habitual de sustancias que comprometan la aptitud para conducir sin peligro, ni el consumo habitual de medicamentos que, individualmente o en conjunto, produzcan efectos adversos graves en la capacidad para conducir.”

Además, tiene la misma gravedad que conducir bajo los efectos de drogas ilegales, aunque estén prescritas por un médico. La sanción por hacerlo puede ser:

  • Multa de hasta 1.000 €.
  • Retirada de 6 puntos del carnet de conducir.

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Preguntas frecuentes sobre medicamentos peligrosos para conducir

¿Puedo conducir si tomo antibióticos?

Sí, en la mayoría de los casos. Salvo que el antibiótico tenga un efecto secundario adverso (mareo, náuseas intensas, etc.) o esté combinado con otros medicamentos que sí afectan a la conducción.

¿Qué pasa si tengo un accidente y estoy medicado?

Si tomas un medicamento que reduce tus capacidades al volante y causas un accidente, puedes ser sancionado. Además, la aseguradora podría negarse a cubrir los daños si no has respetado las indicaciones médicas o has incumplido el deber de diligencia.

¿Qué medicamentos me impiden renovar el carnet de conducir?

La normativa no menciona ninguno de forma explícita. Pero si el tratamiento afecta tus capacidades psicofísicas, será el centro médico autorizado quien determine si puedes seguir conduciendo o si es necesario un informe adicional.

¿Qué responsabilidad tiene el médico si no me advierte?

El responsable final de ponerse al volante es siempre el conductor. Aunque el médico o farmacéutico debería informar sobre los efectos adversos que pueden afectar a la conducción (como somnolencia, visión borrosa o disminución de reflejos), la ley no traslada la responsabilidad al profesional sanitario.