Gatos para el coche: ¿cuál debes elegir para tu coche?

Publicado el 21 de Abril de 2023 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 3 minutos

¿Necesitas un gato para cambiar las ruedas del coche? Te explicamos qué tipos existen y cuáles son los tres detalles más importantes para elegir el modelo adecuado.  Uno de los problemas más comunes en la carretera es un neumático pinchado. Ese percance puede ocurrir en los lugares más inesperados y momentos más inoportunos. En algunos casos no te quedará otra solución que sustituir el neumático con la rueda de repuesto. La herramienta básica para cambiar la rueda es el gato. 

¿Qué tipos de gato se pueden usar para cambiar la rueda de un coche?

El gato para el coche permite elevar el vehículo para que puedas acceder con mayor facilidad a la parte inferior o cambiar una rueda. Básicamente, su función consiste en sustituir a la rueda como punto de apoyo, liberándola del peso para que puedas reemplazarla. No obstante, existen diferentes tipos de gatos para coches:

Gatos mecánicos

También conocidos como gatos tijera porque su forma evoca a esta herramienta de corte, poseen un perno roscado y un husillo que recorre la rosca subiendo o bajando según el sentido de giro. Este tipo de gato es bastante seguro, aunque de manejo más difícil. De hecho, requiere aplicar más fuerza a medida que aumenta el peso. Tampoco tiene una gran capacidad de elevación, por lo que solo se suele usar para cambiar las ruedas del coche. En cambio, tiene una gran ventaja: ocupa muy poco espacio en posición plegada. Por eso es el modelo que se suele encontrar en los kits de emergencia de los coches.

Gatos hidráulicos

Este tipo de gato cuenta con un pistón de elevación accionado por una cámara cerrada con un líquido en su interior, generalmente aceite, el cual reacciona cuando la presión interior aumenta y empuja hacia arriba el pistón, alzando el coche. No obstante, existen otros modelos que funcionan con aire comprimido y se suelen utilizar en la industria debido a su capacidad para elevar grandes pesos. Gracias a su facilidad de uso y la gran capacidad de elevación que proporcionan, son los gatos que más se usan en los talleres mecánicos, aunque también hay modelos más pequeños para llevar en el coche.

¿En qué debes fijarte para comprar el gato adecuado?

Facilidad de uso

 Los gatos hidráulicos proporcionan la máxima elevación con un mínimo esfuerzo mientras que los gatos mecánicos demandan más fuerza para elevar el coche. Por tanto, valora su funcionamiento y elige el modelo que te resulte más cómodo y práctico.

Tamaño

Los gatos hidráulicos suelen ser más grandes que los mecánicos, por lo que si tienes poco espacio y necesitas llevarlo en el maletero del coche, te servirá un modelo pequeño y fácil de maniobrar. Considera además que los gatos están fabricados con un material resistente, a menudo acero, por lo que pueden llegar a ser pesados si tienes que moverlos a menudo. Algunos modelos tienen una carcasa de aluminio que aligera su peso y otros cuentan con ruedas para moverlos con mayor facilidad dentro del garaje.

Estabilidad y peso

Para levantar el coche, necesitas que el gato sea estable. Por tanto, comprueba que tenga una base amplia que proporcione estabilidad cuando lo uses. Verifica además el peso que puede alzar. En el mercado encontrarás gatos que levantan desde 3 hasta 700 toneladas. Comprueba ese detalle porque cada gato se diseña con una carga máxima soportada y puede colapsar si se somete a un exceso de peso.

¿Cuál es la diferencia entre leasing y renting? Ventajas y conveniencia

Publicado el 4 de Septiembre de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 4 minutos
leasing o renting

Si alguna vez te has planteado financiar un coche sin comprarlo directamente, seguro que has oído hablar de leasing y de renting. A simple vista parecen lo mismo: usas el coche a cambio de una cuota mensual. Sin embargo, la clave está en qué pasa al final del contrato, qué gastos asume cada parte y qué ventajas fiscales tiene cada modalidad. 

Entender bien la diferencia entre leasing y renting es fundamental para elegir la opción más adecuada según tu perfil, ya seas particular, autónomo o empresa.

¿Qué es el leasing?

El leasing, también conocido como arrendamiento financiero, es una fórmula pensada sobre todo para empresas y autónomos que quieren financiar un vehículo con la posibilidad de adquirirlo al final del contrato.

Función y estructura del contrato

  • La entidad financiera compra el coche y te lo “alquila” durante un plazo fijo (normalmente entre 2 y 6 años).
  • Pagas una cuota mensual que cubre la financiación del vehículo.
  • Al finalizar, tienes opción de compra mediante el pago de un valor residual ya pactado.

Ventajas fiscales y contables del leasing

  • Las empresas y autónomos pueden deducirse las cuotas como gasto, siempre que el coche esté afecto a la actividad económica.
  • El leasing suele permitir ventajas en la amortización del activo, lo que reduce la carga fiscal.
  • El coche figura en el balance de la empresa como activo, a diferencia del renting.

¿Qué es el renting? 

El renting, o arrendamiento operativo, es una modalidad más flexible y completa, diseñada tanto para empresas como para particulares que no quieren preocuparse de los gastos asociados al coche.

Servicios incluidos (mantenimiento, seguro, impuestos)

En el renting pagas una cuota mensual fija que incluye:

  • Seguro a todo riesgo.
  • Mantenimiento y reparaciones.
  • Impuestos y tasas
  • Asistencia en carretera.

Es decir, solo te ocupas de repostar o cargar el coche (si es eléctrico enchufable): el resto está cubierto.

Flexibilidad y duración del renting

  • Los contratos suelen ser más cortos que en leasing (entre 1 y 5 años).
  • Te permite cambiar de coche cada cierto tiempo sin preocuparte de vender el anterior.
  • Está pensado para quienes valoran la comodidad y tener una previsión de gastos.

Si lo que estás valorando es si te interesa más un coche en renting o comprarlo, échale un vistazo a este otro contenido.

Comparativa práctica: leasing vs. renting

Criterio

Leasing (arrendamiento financiero)

Renting (arrendamiento operativo)

Opción de compra

Sí, al final del contrato con valor residual.

No, se devuelve el coche.

Servicios incluidos

No (solo financiación del vehículo).

Sí (seguro, mantenimiento, impuestos).

Duración habitual

2 a 6 años.

1 a 5 años.

Contabilidad/Fiscalidad

Activo de la empresa, deducciones fiscales.

Gasto operativo deducible.

Flexibilidad

Baja (contrato rígido, penalizaciones).

Alta (fácil renovación, cambio de coche).

Leasing o renting: ¿cuál conviene según tu perfil?

No existe una respuesta única: la conveniencia depende de tus necesidades y de cómo uses el coche.

Particulares

El renting suele ser la opción más atractiva: sin imprevistos, con todos los gastos incluidos y posibilidad de renovar coche cada pocos años.

Autónomos y pequeñas empresas

El leasing puede ser interesante si buscas adquirir el vehículo al final y aprovechar ventajas fiscales. El renting, en cambio, es útil si prefieres liquidez y gastos fijos sin sorpresas.

Grandes empresas / flotas

El renting suele ser la modalidad más extendida para flotas: simplifica la gestión de múltiples vehículos, permite renovar coches periódicamente y evita costes inesperados.

TE INTERESA:

Preguntas frecuentes sobre leasing y renting

¿Puedo cancelar un contrato de leasing o renting antes de su finalización?

En la mayoría de casos no, porque ambos contratos tienen una duración pactada. Si se quiere cancelar antes, puede implicar penalizaciones.

¿Qué duración mínima tiene un contrato de leasing o renting? 

El leasing suele tener una duración mínima de dos años, mientras que el renting es más flexible y puede contratarse desde uno.

¿Quién incurre en los gastos de mantenimiento, seguro o impuestos según la modalidad?

En el leasing los asume el cliente, mientras que en el renting normalmente van incluidos en la cuota.

¿Puedo comprar el bien al terminar un contrato de leasing o renting? 

En el leasing sí, mediante una opción de compra previamente pactada. En el renting lo habitual es devolver el bien, aunque algunas compañías ofrecen la posibilidad de adquirirlo.

¿Cómo se reflejan contablemente en mi empresa?

El leasing se considera una inversión y se incorpora al balance, mientras que el renting se registra como gasto.

¿El leasing o el renting son fiscalmente deducibles? ¿Qué diferencias hay? 

Ambos pueden ser deducibles, pero con diferencias: el leasing permite deducción acelerada de la amortización y el renting se deduce directamente como gasto.