Luz de gálibo: qué es y para qué se utiliza

Publicado el 17 de Octubre de 2024 by Expertos en seguros de coche, Equipo Génesis
Tiempo de lectura estimado: 5 minutos

Si eres conductor y te has encontrado con el término «luz de gálibo», es posible que no estés del todo seguro de qué significa o para qué se utiliza. Aunque lo estudiaste en el teórico para sacarte el carnet, es normal que se te olvide con el tiempo. De hecho, no todos los vehículos están obligados a llevarlas, así que te refrescamos la información.

 

¿Qué es la luz de gálibo?

La luz de gálibo es una luz de señalización que se encuentra en vehículos de grandes dimensiones como camiones y autobuses. Se trata de una luz, ubicada en la parte superior y a ambos lados, que indica la anchura del vehículo y ayuda a otros conductores a tener una referencia de su tamaño, especialmente en situaciones de poca visibilidad.

 

¿Para qué sirve la luz de gálibo?

La principal función de la luz de gálibo es mejorar la seguridad vial. Al estar encendida, permite que otros conductores puedan percibir la presencia y el tamaño del vehículo, especialmente en condiciones de poca luz o en la oscuridad. Esto es fundamental para evitar accidentes y garantizar una circulación más fluida.

 

¿Dónde se encuentra la luz de gálibo?

Las luces de gálibo suelen situarse en la parte superior de los vehículos, a menudo en los extremos del techo. En algunos modelos, puedes encontrarlas en la parte frontal y trasera, siempre en lugares visibles para otros conductores.

 

¿En qué situaciones debes usarla?

Debes encender la luz de gálibo en situaciones de poca visibilidad, como:

  • Durante la noche o en túneles oscuros.
  • En condiciones de mal tiempo, como lluvia intensa o niebla.
  • Cuando conduces vehículos de grandes dimensiones.

 

Además, según el Reglamento General de Circulación, si llevas alguna “carga que sobresalga lateralmente más de 0,40 metros del gálibo del vehículo, deben estar señalizadas entre la puesta y la salida del sol, así como en condiciones de baja visibilidad. Se debe utilizar una luz blanca y un dispositivo reflectante blanco en la parte delantera y una luz roja con un dispositivo reflectante rojo en la parte trasera.”

Otra de las circunstancias en las que debes encender la luz de gálibo es en los túneles, pasos inferiores o tramos de vías afectados por la señal «Túnel» si la anchura del vehículo excede de 2,10 metros.

 

¿Qué problemas puede generar la luz de gálibo?

Si la luz de gálibo no funciona correctamente o no está encendida cuando debería, puede provocar confusiones y accidentes en la carretera. Otros conductores podrían no percibir adecuadamente el tamaño del vehículo, aumentando el riesgo de colisiones.

 

¿Cuántos tipos de luz de seguridad existen?

Además de la luz de gálibo, existen otras luces de seguridad en los vehículos. A continuación, te presentamos los tres 3 tipos más comunes:

 

Luces de posición

Las luces de posición son aquellas que se encienden para indicar la presencia del vehículo cuando está detenido o en condiciones de poca visibilidad. No iluminan la carretera pero sí avisan a conductores y peatones de tu presencia.

 

Luces de matrícula

Estas luces iluminan la matrícula del vehículo y son obligatorias para garantizar que sea visible en la oscuridad. 

 

Luces antiniebla

Las luces antiniebla se utilizan para mejorar la visibilidad en condiciones de niebla, lluvia intensa o nieve. Complementan la señalización del vehículo y permiten ver mejor en distancias cortas.

 

¿Cómo instalar la luz de gálibo?

Los vehículos que por normativa están obligados a llevar la luz de gálibo ya las llevan de serie. Si necesitas instalar o reemplazar la luz de gálibo, es recomendable acudir a un taller especializado. Los profesionales se encargarán de la instalación adecuada, asegurándose de que cumpla con la normativa vigente y esté correctamente conectada al sistema eléctrico del vehículo.

 

¿En qué momento deberías cambiarla?

Cuando notes que no se enciende, si tiene un color apagado o si presenta daños visibles. Es recomendable revisar regularmente todas las luces de tu vehículo para asegurarte de que funcionan correctamente, especialmente antes de emprender un viaje largo.

 

¿Qué cubre el seguro de coche de Génesis?

El seguro de coche de Génesis cubre los daños en la luz de gálibo, así como otros componentes del vehículo, siempre que los hayas incluido en la póliza. Además, tienes asistencia en carretera, lo que puede ser útil si te quedas sin luz o tienes problemas con la señalización. 

 

Recuerda revisar tu póliza para conocer todos los detalles de las coberturas, o consúltanos tus dudas.

 

Preguntas frecuentes sobre la luz de galibo

¿Cuándo es obligatorio llevar luz de gálibo?

Es obligatorio llevar luz de gálibo en vehículos de grandes dimensiones que superen los 2,10 metros de anchura y deben instalarse a una altura comprendida entre 2,0 y 2,5 metros sobre el suelo.

 

¿Puede la falta de luz de gálibo conllevar una multa?

Sí, si se considera que la falta de luz de gálibo afecta a la seguridad vial, podrías recibir una sanción.

 

¿Puedo cambiar la luz de gálibo yo mismo?

Si tienes conocimientos técnicos, puedes hacerlo, pero es recomendable que acudas a un taller para garantizar que la instalación sea la correcta y cumpla con la normativa.

 

 

Medicamentos y conducción: ¿Cuáles son peligrosos y cómo identificarlos?

Publicado el 7 de Agosto de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos
Medicamentos conduccion

Conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos puede ser tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol. Somnolencia, visión borrosa, mareos o falta de reflejos son solo algunos de los efectos secundarios que pueden alterar tu capacidad para conducir con seguridad.

Por eso es fundamental saber qué medicamentos pueden suponer un riesgo al volante y cómo identificarlos:

Medicamentos peligrosos para conducir

Medicamentos que no afectan a la conducción

Benzodiacepinas

Paracetamol

 

Antihistamínicos sedantes (1ª gen.)

Ibuprofeno

Antipsicóticos

Antibióticos (en la mayoría de los casos)

Antidepresivos tricíclicos

Antiácidos

Analgésicos opioides

Suplementos vitamínicos

Relajantes musculares

Laxantes

Antiepilépticos

Anticonceptivos

Hipnóticos

Pomadas y cremas tópicas

¿Son todos los medicamentos peligrosos para la conducción?

No. De hecho, la mayoría de los medicamentos no interfieren en la conducción. El problema aparece cuando ciertos principios activos afectan al sistema nervioso central, provocan somnolencia, alteran los reflejos o generan confusión. En estos casos, conducir puede convertirse en una actividad de riesgo, tanto para ti como para los demás.

¿Qué medicamentos afectan a la conducción?

Algunos medicamentos tienen efectos secundarios que pueden reducir tu capacidad de reacción o percepción al volante. A continuación, encontrarás algunos de los más habituales.

Benzodiacepinas

Se recetan para tratar la ansiedad o el insomnio. Pueden provocar somnolencia, falta de atención y coordinación. Muy habituales: lorazepam, diazepam, alprazolam, etc.

Antihistamínicos sedantes

Son los de primera generación (como la difenhidramina). Aunque calman los síntomas de la alergia, también dan mucho sueño.

Antipsicóticos

Utilizados para tratar trastornos mentales graves. Suelen afectar la atención, la coordinación y los reflejos.

Antidepresivos tricíclicos

Algunos (como la amitriptilina) pueden provocar somnolencia o visión borrosa, especialmente al iniciar el tratamiento.

Analgésicos opioides

Medicamentos como la morfina o el tramadol reducen el dolor intenso, pero también pueden inducir somnolencia, náuseas o vértigos.

Relajantes musculares

Aunque ayudan a aliviar contracturas o lesiones musculares, muchos producen somnolencia como efecto secundario.

Antiepilépticos

Medicamentos como la carbamazepina o el ácido valproico pueden alterar el estado de alerta, especialmente durante los primeros días de uso.

Hipnóticos

Indicados para el insomnio (como el zolpidem o el lormetazepam), afectan directamente al sueño y pueden dejar una «resaca» de somnolencia al día siguiente.

¿Qué medicamentos no afectan a la conducción?

Muchos medicamentos son compatibles con la conducción y no presentan riesgos conocidos. La mayoría de los tratamientos habituales no alteran tus capacidades al volante. No obstante, conviene consultar siempre el prospecto, al farmacéutico o al médico que te lo haya recetado.

Paracetamol

Es un analgésico muy utilizado que no afecta la conducción si se toma según la dosis recomendada.

Ibuprofeno

Antiinflamatorio y analgésico común. No suele provocar efectos adversos relacionados con la conducción en personas sanas.

Antibióticos

En general, no interfieren con la capacidad de conducir, aunque algunos pueden causar malestar digestivo. Es importante vigilar cómo te sientan.

Antiácidos

No presentan efectos sobre el sistema nervioso, así que puedes tomarlos sin miedo a conducir.

Suplementos vitamínicos

No interfieren con la conducción. Aun así, si están indicados como parte de un tratamiento mayor, revisa la medicación completa.

Laxantes

Tampoco afectan al sistema nervioso. En casos puntuales, si causan deshidratación o debilidad, sería prudente esperar y no circular.

Anticonceptivos

No interfieren en la conducción.

Pomadas y cremas tópicas

No tienen efecto sistémico, así que no afectan a tu capacidad para conducir.

Tipos de medicamentos que pueden influir

Los medicamentos que más interfieren en la conducción suelen tener en común que afectan al sistema nervioso central. Pertenecen a los siguientes grupos:

  • Psicofármacos: ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos.
  • Analgésicos opioides.
  • Antiepilépticos.
  • Antihistamínicos de primera generación.
  • Hipnóticos y sedantes.
  • Algunos tratamientos contra el vértigo o náuseas.

Síntomas y efectos secundarios de los medicamentos

Conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos puede provocar:

  • Somnolencia.
  • Visión borrosa.
  • Mareos o vértigo.
  • Tiempos de reacción más lentos.
  • Confusión o dificultad para concentrarse.
  • Nerviosismo o agitación.
  • Descoordinación motora.

Cualquiera de estos síntomas compromete seriamente tu seguridad al volante.

¿Cómo saber si un medicamento es incompatible con la conducción?

La información está en el etiquetado, en el prospecto y también debes confirmarlo con un profesional sanitario. También es cierto, que a cada persona les afectan de diferente manera los efectos de la medicación y los secundarios.

Etiquetado y advertencias del envase

Desde 2007, los envases de medicamentos en España que pueden afectar a la conducción incluyen un pictograma de un coche negro sobre fondo blanco con un triángulo equilátero rojo. Esto indica que puede alterar la capacidad de conducir. Pero no significa que prohíban hacerlo.

Consulta con tu médico o farmacéutico

Siempre que inicies un tratamiento nuevo, especialmente si es crónico o si conduces con frecuencia, pregunta si afecta a la conducción. Esto es clave si tomas más de un medicamento (polimedicación), ya que los efectos pueden potenciarse.

¿Qué dice la ley sobre conducir con medicamentos?

La legislación española prohíbe conducir bajo los efectos de medicamentos que puedan alterar las capacidades necesarias para una conducción segura.

Regulación y sanciones en España

El Reglamento General de Conductores, en su Anexo IV, establece lo siguiente:

“No se admite el consumo habitual de sustancias que comprometan la aptitud para conducir sin peligro, ni el consumo habitual de medicamentos que, individualmente o en conjunto, produzcan efectos adversos graves en la capacidad para conducir.”

Además, tiene la misma gravedad que conducir bajo los efectos de drogas ilegales, aunque estén prescritas por un médico. La sanción por hacerlo puede ser:

  • Multa de hasta 1.000 €.
  • Retirada de 6 puntos del carnet de conducir.

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Preguntas frecuentes sobre medicamentos peligrosos para conducir

¿Puedo conducir si tomo antibióticos?

Sí, en la mayoría de los casos. Salvo que el antibiótico tenga un efecto secundario adverso (mareo, náuseas intensas, etc.) o esté combinado con otros medicamentos que sí afectan a la conducción.

¿Qué pasa si tengo un accidente y estoy medicado?

Si tomas un medicamento que reduce tus capacidades al volante y causas un accidente, puedes ser sancionado. Además, la aseguradora podría negarse a cubrir los daños si no has respetado las indicaciones médicas o has incumplido el deber de diligencia.

¿Qué medicamentos me impiden renovar el carnet de conducir?

La normativa no menciona ninguno de forma explícita. Pero si el tratamiento afecta tus capacidades psicofísicas, será el centro médico autorizado quien determine si puedes seguir conduciendo o si es necesario un informe adicional.

¿Qué responsabilidad tiene el médico si no me advierte?

El responsable final de ponerse al volante es siempre el conductor. Aunque el médico o farmacéutico debería informar sobre los efectos adversos que pueden afectar a la conducción (como somnolencia, visión borrosa o disminución de reflejos), la ley no traslada la responsabilidad al profesional sanitario.