Averías en un motor: tipos y fallos del motor más comunes

Publicado el 4 de Octubre de 2023 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos

Nadie quiere salir de vacaciones y tener una avería en la carretera. Existen averías que se pueden evitar, ¿Quieres saber cuáles? ¡Sigue leyendo! 

¿Qué tipos de averías existen en el motor?

En verano, con las altas temperaturas y los viajes más largos, las averías en los coches se disparan. Según un informe de la RACE, el año pasado las baterías fueron el principal motivo de asistencia en la carretera, seguidas de los neumáticos y los problemas en el motor, cuya incidencia creció en un 5,2% en comparación con el año anterior. Sin embargo, la mayoría de los fallos en el motor se pueden evitar con un buen mantenimiento preventivo.

Las averías más comunes en el motor del coche

  1. Centralita electrónica del moto

    Esta centralita es clave para que el motor funcione correctamente ya que gestiona desde el encendido hasta la inyección. Cuando tiene un problema, suele encenderse el testigo de avería del motor y el coche avanza a tirones o simplemente se detiene. Lo usual es que sea necesario reprogramar la centralita o sustituirla.

  2. Correa de distribución

    Su función consiste en sincronizar el movimiento de la polea del cigüeñal con el piñón del árbol de levas para que las válvulas abran y cierren en el punto exacto. Esta correa es muy sensible a las temperaturas extremas y generalmente se rompe por un mal montaje o debido al desgaste, ya que se debe cambiar cada 80.000 o 130.000 kilómetros. Como resultado, el motor terminará pagando las consecuencias, por lo que es una de las averías más caras.

  3. Inyectores

    Los problemas en los inyectores generalmente están causados por el desgaste debido al uso. En otros casos, su vida útil se acorta por la mala calidad del combustible o por la presencia de partículas de metal o suciedad que obstruyen el circuito. Es una de las averías más caras que puede representar un desembolso de más de 1.000 euros.

  4. Junta de la culata

    Este elemento se encarga de que el acoplamiento entre la culata y el bloque del motor sea perfecto, asegurándose de que el aceite del motor y el líquido refrigerante no se mezclen durante la combustión, por lo que debe quedar hermética. Si la junta tiene alguna fuga, el motor terminará deformándose debido al sobrecalentamiento, por lo que es recomendable sustituirla cuanto antes.

  5. Bomba del combustible

    Se trata de una pieza que trabaja con presiones muy altas ya que es la encargada de suministrar la presión correcta a los inyectores en el momento adecuado. Dado que se trata de una pieza de precisión, puede estropearse debido a la mala calidad del combustible, un exceso de agua en este, las esquirlas metálicas que se producen debido al rozamientos o incluso por un fallo en el sistema eléctrico.

¿Por qué se producen las averías en el motor?

Las averías en el motor pueden tener distintos orígenes. El desgaste al que se someten las piezas móviles con el uso es una de las principales causas de las averías en los coches antiguos. Usar un aceite inadecuado también puede generar grumos o espumas que terminen obstruyendo los conductos y gripen el motor. No cambiar el aceite ni el filtro antipartículas propiciará que se acumule la suciedad, los restos de la combustión y las pequeñas partículas metálicas, incrementando la fricción entre las piezas móviles y causando averías. Por supuesto, el tipo de conducción también acorta la vida útil del motor. Si circulas con el motor muy bajo de revoluciones, se acumulará carbonilla, sobre todo en la válvula EGR y se saturará el filtro de partículas. También es dañino encender el motor y acelerar demasiado ya que el aceite que se encuentra en el cárter no tiene tiempo para llegar a todos los recovecos y lubricarlos. En los motores turbo, detener el coche de golpe después de un esfuerzo considerable, también hará que el aceite acumulado se carbonice.

¿Qué averías me cubre el seguro?

Los seguros de coche a terceros suelen cubrir los daños provocados a otros en un accidente mientras que los seguros a todo riesgo también cubren los daños que sufre el propio coche en un siniestro. Si la avería del motor no es el resultado de un accidente, estos seguros normalmente solo cubren el envío de la grúa y el traslado hasta el taller. No obstante, puedes incluir en tu póliza una cobertura para las averías mecánicas, que incluye la reparación o sustitución de las piezas dañadas, entre ellas los problemas en el bloque motor y el módulo electrónico principal que controla el motor. Para los coches de más de cuatro años la cuantía de las reparaciones suele limitarse a unos 2.500 o 4.000 euros, en dependencia de la aseguradora.

Preguntas frecuentes sobre averías en el motor

¿Cómo puedo prevenir averías en el motor de mi automóvil? 

La prevención de averías en el motor implica mantener un programa regular de mantenimiento, incluyendo cambios de aceite y filtros según las recomendaciones del fabricante, verificar regularmente el nivel de líquidos, inspeccionar y reemplazar las correas y mangueras gastadas, y abordar cualquier problema mecánico o eléctrico de manera oportuna.

¿Cuánto tiempo puede durar un motor antes de experimentar una avería? 

La durabilidad de un motor puede variar según varios factores, como el mantenimiento adecuado, las condiciones de manejo, el kilometraje acumulado y la calidad del diseño y la fabricación del motor. Con un mantenimiento adecuado, muchos motores pueden durar cientos de miles de kilómetros antes de necesitar reparaciones importantes.

¿Qué debo hacer si experimento una avería en el motor mientras conduzco?

 Si experimentas una avería en el motor mientras conduces, es importante reducir la velocidad de manera segura y detenerte en un lugar seguro fuera de la carretera. Luego, llama a servicios de asistencia en carretera para solicitar ayuda y evitar intentar conducir el vehículo si la avería es grave.

¿Qué debo esperar durante el proceso de reparación de una avería en el motor? 

Durante el proceso de reparación de una avería en el motor, puedes esperar que un mecánico diagnostique el problema, discuta las opciones de reparación contigo, realice las reparaciones necesarias y pruebe el motor para asegurarse de que esté funcionando correctamente antes de devolverte el vehículo

Impuesto de transmisiones patrimoniales de un coche: cómo se calcula

Publicado el 18 de Diciembre de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos
Transmisiones Patrimoniales

Si estás pensando en comprar un coche de segunda mano, conviene que sepas que no solo tendrás que pagar el precio acordado con el vendedor. También hay una serie de gastos asociados al cambio de titularidad del vehículo. Entre ellos, uno de los más importantes es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, conocido como ITP.

Este impuesto es obligatorio cuando compras un coche usado a un particular. Forma parte de los trámites necesarios para formalizar la compraventa y poder poner el vehículo a tu nombre. A continuación te explicamos qué es, cómo se calcula, quién debe pagarlo y cómo hacerlo paso a paso.

Qué es el impuesto sobre transmisiones patrimoniales de un coche

El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) es un tributo que se paga cuando se transmite la propiedad de un bien usado entre particulares. En el caso de los vehículos, se aplica cuando compras un coche, una moto o un ciclomotor de segunda mano a una persona física.

Si el vendedor es un concesionario o una empresa, no se paga ITP, ya que la operación está sujeta a IVA. Pero si la transacción es entre particulares, el comprador está obligado a liquidar este impuesto ante la Hacienda de su comunidad autónoma.

El ITP se regula en el Real Decreto Legislativo 1/1993, que aprueba la Ley del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. En el caso de los vehículos, su finalidad es que la Administración reciba una parte proporcional del valor del bien transmitido.

Es importante tener claro que el ITP es un requisito previo al cambio de titularidad del coche en la Dirección General de Tráfico (DGT). Hasta que no esté pagado, no podrás hacer la transferencia ni figurar como nuevo titular en el permiso de circulación.

Cómo se calcula el impuesto de transmisiones patrimoniales

El importe del ITP no es el mismo en todas las comunidades autónomas, ya que cada una aplica su propio tipo impositivo dentro de los márgenes permitidos por la ley. En general, el tipo suele situarse entre el 4% y el 8% del valor real del vehículo.

Para calcularlo, no se utiliza el precio de compraventa que figure en el contrato, sino el valor que la Administración da al coche según las tablas oficiales publicadas cada año por el Ministerio de Hacienda.

Estas tablas recogen el valor venal de los vehículos, es decir, su valor de mercado teniendo en cuenta su antigüedad, marca, modelo y versión. A partir de ese valor, se aplica un porcentaje de depreciación según los años que tenga el coche. Estos porcentajes están recogidos en una orden ministerial publicada cada año en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Cuantos más años tenga el vehículo, menor será este valor y, por tanto, menos pagarás de ITP.

Por ejemplo, si el valor venal de un coche de ocasión es de 20.000 euros y tiene 6 años, se aplica un coeficiente de depreciación del 28%, quedando en 5.600 euros. Si el tipo impositivo en tu comunidad autónoma es del 6%, el ITP a pagar sería de 336 euros.

Quién paga el impuesto de transmisiones patrimoniales de un coche​

El responsable de pagar el ITP es siempre el comprador, no el vendedor. Esto significa que, si compras un coche usado a un particular, tú debes presentar y abonar el impuesto ante la Hacienda autonómica correspondiente a tu lugar de residencia.

El vendedor por su parte, debe conservar una copia del contrato de compraventa y asegurarse de que el nuevo titular hace el cambio de nombre correctamente, ya que mientras el coche no esté a nombre del comprador, las posibles sanciones o impuestos seguirán llegando al antiguo titular.

Es importante que ambas partes firmen el contrato de compraventa por duplicado, indicando con claridad los datos del vehículo, el precio acordado, la fecha y los datos personales de comprador y vendedor. Este documento servirá como prueba ante Hacienda y la DGT.

Cómo pagar el ITP

El pago del ITP se realiza ante la Agencia Tributaria de la comunidad autónoma donde resida el comprador. El trámite puede hacerse de forma telemática, a través de la sede electrónica de la administración autonómica, o presencialmente en sus oficinas.

Los pasos habituales son:

  1. Rellenar el modelo correspondiente. Puedes hacerlo online (con certificado digital) o descargarlo para presentarlo en papel.
  2. Adjuntar la documentación necesaria: contrato de compraventa firmado por ambas partes, copia del DNI del comprador y del vendedor, y el permiso de circulación y la ficha técnica del vehículo.
  3. Pagar el importe del impuesto. Se puede hacer por banca electrónica o directamente en la entidad colaboradora.
  4. Guardar el justificante del pago. Es imprescindible para hacer el cambio de titularidad en la DGT.

Una vez pasado el ITP, tendrás que acudir a Tráfico para formalizar la transferencia del coche. En la Jefatura Provincial de la DGT te pedirán el justificante del pago del impuesto, el contrato de compraventa y el resto de la documentación del vehículo. Aunque lo más sencillo es realizar el trámite online.

Recuerda que, además, conviene comunicar la operación a tu compañía de seguros o revisar si el seguro actual del vehículo puede mantenerse o es necesario contratar uno nuevo antes de circular.

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Preguntas frecuentes 

¿Cuánto se paga de Impuesto de Transmisiones Patrimoniales por un coche?

Depende de la comunidad autónoma y del valor del vehículo según las tablas oficiales del Ministerio de Hacienda. Como referencia, el tipo aplicable suele estar entre el 4% y el 8%.

¿Cuándo no se paga el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales de un coche?

No se paga cuando la compraventa se realiza entre una persona particular y un concesionario, ya que en ese caso el coche está sujeto a IVA. Tampoco se paga si se trata de una transmisión gratuita, como una herencia o donación, que se regula mediante otros impuestos (Sucesiones o Donaciones).

¿Cuánto se paga a Hacienda por transferir un coche?

Lo que se paga a Hacienda depende del valor venal del vehículo, del porcentaje de depreciación por antigüedad y del tipo impositivo de tu comunidad autónoma. A ello debes añadir la tasa de Tráfico por cambio de titularidad.

¿Cuánto te quita Hacienda por vender un coche en 6.500 €?

Si vendes un coche, no pagas el ITP. Sin embargo, si obtienes una ganancia respecto al precio al que lo compraste, deberás declararla como incremento patrimonial en el IRPF. Por ejemplo, si lo compraste por 5.000 € y lo vendes por 6.500 €, deberías declarar la diferencia (1.500 €) como beneficio.

¿Cuánto se paga por transferencia de vehículo?

En total, entre el impuesto de transmisiones y la tasa de la DGT, el coste medio ronda entre 150 y 400 euros, dependiendo del valor del coche y del tipo impositivo de tu comunidad.

¿Qué pasa si no pago el ITP de mi coche?

No podrás cambiar el titular del vehículo en Tráfico, ya que te pedirán el justificante del pago del impuesto. Además, Hacienda podría imponer recargos e intereses si el pago se realiza fuera de plazo. El plazo para presentarlo es de 30 días hábiles desde la fecha de la compraventa.