Conductor ocasional y segundo conductor: ¿afectan al precio?

Publicado el 11 de Julio de 2023 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 4 minutos

En las familias que tienen un solo coche, es habitual que varios miembros lo conduzcan. En ese caso, es fundamental que en la póliza de seguro de coche se incluya la figura del conductor ocasional.  Si tienes un coche, y tu pareja o tu hijo lo conducen con cierta frecuencia, es importante que conozcas una figura jurídica que debe aparecer en el contrato de tu seguro de coche: el conductor ocasional o segundo conductor.

Las figuras jurídicas en el contrato del seguro de coche

En el contrato de seguro pueden aparecer diferentes figuras jurídicas. El tomador del seguro es una de las más importantes ya que se trata de la persona que contrata la póliza, a cuyo nombre figura el seguro y que se encarga de pagar la prima correspondiente. Normalmente es el propietario del vehículo, pero no siempre coincide. 

De hecho, el propietario del vehículo es otra figura jurídica, que se refiere a la persona que aparece en el Permiso de Circulación. Ante la ley, es quien tiene la obligación de asegurar el coche y será quien cobre la indemnización en caso de que el vehículo asegurado sufra algún accidente. Por último, podemos hallar la figura del conductor, que es quien conduce el vehículo de forma habitual y puede coincidir o no con la figura del tomador del seguro y propietario del coche. Sin embargo, en este punto puede aparecer otra figura: el segundo conductor o conductor ocasional.

¿Quién es el segundo conductor o conductor ocasional?

La mayoría de las compañías aseguradoras consideran que es lo mismo el conductor ocasional que el segundo conductor ya que se refiere a una persona que utiliza el coche de manera puntual, con menos frecuencia que el conductor habitual. 

Esta figura debe estar declarada en la póliza pues si ocurre un accidente mientras estaba al volante, podrá beneficiarse de las coberturas que el vehículo tiene contratadas. Obviamente, las compañías de seguro estiman que, al haber más de un conductor, el riesgo de que se produzca un accidente aumenta, por lo que normalmente la inclusión de un conductor ocasional genera un incremento de la prima que puede oscilar entre un 30-50% respecto al precio original. 

En algunos casos, si la aseguradora considera que el segundo conductor pertenece a un grupo de riesgo, puede exigir que se aplique una franquicia, que puede ir desde los 200 hasta los 500 euros.

¿Cuáles son las excepciones?

Algunas aseguradoras no prevén la inclusión del conductor ocasional, exigen que solo una persona conduzca el vehículo. En ese caso, podrías tener problemas si alguien más tiene un accidente al conducir tu coche ya que es probable que la aseguradora no se haga cargo de los daños ocasionados. Existe otra limitación para la inclusión de un conductor ocasional en la póliza del seguro, en este caso dirigida a evitar los fraudes a las aseguradoras. 

Por ejemplo, si el conductor tiene menos de 25 años de edad o tiene poca antigüedad con el carné de conducir, entre dos y cinco años, en dependencia de lo estricta que sea la aseguradora, no se podrá incluir como conductor ocasional, sino que tendrá que ser declarado conductor principal.

Preguntas frecuentes

¿Qué se considera un segundo conductor en el seguro de coche?

 Un segundo conductor en el seguro de coche es alguien que comparte la responsabilidad de conducir el vehículo asegurado de manera regular junto con el conductor principal, como un cónyuge, un hijo o un compañero de casa.

¿Cómo afecta la inclusión de un conductor ocasional al precio del seguro de coche?

La inclusión de un conductor ocasional en la póliza de seguro de coche puede aumentar el precio del seguro, ya que implica un mayor riesgo para la aseguradora debido a la posibilidad de que esa persona conduzca el vehículo en situaciones de riesgo o no familiares.

¿Cómo afecta la inclusión de un segundo conductor al precio del seguro de coche? 

La inclusión de un segundo conductor en la póliza de seguro de coche también puede aumentar el precio del seguro, ya que implica que hay más de una persona que tiene acceso regular al vehículo y, por lo tanto, aumenta el riesgo de reclamaciones.

 

Medicamentos y conducción: ¿Cuáles son peligrosos y cómo identificarlos?

Publicado el 7 de Agosto de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos
Medicamentos conduccion

Conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos puede ser tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol. Somnolencia, visión borrosa, mareos o falta de reflejos son solo algunos de los efectos secundarios que pueden alterar tu capacidad para conducir con seguridad.

Por eso es fundamental saber qué medicamentos pueden suponer un riesgo al volante y cómo identificarlos:

Medicamentos peligrosos para conducir

Medicamentos que no afectan a la conducción

Benzodiacepinas

Paracetamol

 

Antihistamínicos sedantes (1ª gen.)

Ibuprofeno

Antipsicóticos

Antibióticos (en la mayoría de los casos)

Antidepresivos tricíclicos

Antiácidos

Analgésicos opioides

Suplementos vitamínicos

Relajantes musculares

Laxantes

Antiepilépticos

Anticonceptivos

Hipnóticos

Pomadas y cremas tópicas

¿Son todos los medicamentos peligrosos para la conducción?

No. De hecho, la mayoría de los medicamentos no interfieren en la conducción. El problema aparece cuando ciertos principios activos afectan al sistema nervioso central, provocan somnolencia, alteran los reflejos o generan confusión. En estos casos, conducir puede convertirse en una actividad de riesgo, tanto para ti como para los demás.

¿Qué medicamentos afectan a la conducción?

Algunos medicamentos tienen efectos secundarios que pueden reducir tu capacidad de reacción o percepción al volante. A continuación, encontrarás algunos de los más habituales.

Benzodiacepinas

Se recetan para tratar la ansiedad o el insomnio. Pueden provocar somnolencia, falta de atención y coordinación. Muy habituales: lorazepam, diazepam, alprazolam, etc.

Antihistamínicos sedantes

Son los de primera generación (como la difenhidramina). Aunque calman los síntomas de la alergia, también dan mucho sueño.

Antipsicóticos

Utilizados para tratar trastornos mentales graves. Suelen afectar la atención, la coordinación y los reflejos.

Antidepresivos tricíclicos

Algunos (como la amitriptilina) pueden provocar somnolencia o visión borrosa, especialmente al iniciar el tratamiento.

Analgésicos opioides

Medicamentos como la morfina o el tramadol reducen el dolor intenso, pero también pueden inducir somnolencia, náuseas o vértigos.

Relajantes musculares

Aunque ayudan a aliviar contracturas o lesiones musculares, muchos producen somnolencia como efecto secundario.

Antiepilépticos

Medicamentos como la carbamazepina o el ácido valproico pueden alterar el estado de alerta, especialmente durante los primeros días de uso.

Hipnóticos

Indicados para el insomnio (como el zolpidem o el lormetazepam), afectan directamente al sueño y pueden dejar una «resaca» de somnolencia al día siguiente.

¿Qué medicamentos no afectan a la conducción?

Muchos medicamentos son compatibles con la conducción y no presentan riesgos conocidos. La mayoría de los tratamientos habituales no alteran tus capacidades al volante. No obstante, conviene consultar siempre el prospecto, al farmacéutico o al médico que te lo haya recetado.

Paracetamol

Es un analgésico muy utilizado que no afecta la conducción si se toma según la dosis recomendada.

Ibuprofeno

Antiinflamatorio y analgésico común. No suele provocar efectos adversos relacionados con la conducción en personas sanas.

Antibióticos

En general, no interfieren con la capacidad de conducir, aunque algunos pueden causar malestar digestivo. Es importante vigilar cómo te sientan.

Antiácidos

No presentan efectos sobre el sistema nervioso, así que puedes tomarlos sin miedo a conducir.

Suplementos vitamínicos

No interfieren con la conducción. Aun así, si están indicados como parte de un tratamiento mayor, revisa la medicación completa.

Laxantes

Tampoco afectan al sistema nervioso. En casos puntuales, si causan deshidratación o debilidad, sería prudente esperar y no circular.

Anticonceptivos

No interfieren en la conducción.

Pomadas y cremas tópicas

No tienen efecto sistémico, así que no afectan a tu capacidad para conducir.

Tipos de medicamentos que pueden influir

Los medicamentos que más interfieren en la conducción suelen tener en común que afectan al sistema nervioso central. Pertenecen a los siguientes grupos:

  • Psicofármacos: ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos.
  • Analgésicos opioides.
  • Antiepilépticos.
  • Antihistamínicos de primera generación.
  • Hipnóticos y sedantes.
  • Algunos tratamientos contra el vértigo o náuseas.

Síntomas y efectos secundarios de los medicamentos

Conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos puede provocar:

  • Somnolencia.
  • Visión borrosa.
  • Mareos o vértigo.
  • Tiempos de reacción más lentos.
  • Confusión o dificultad para concentrarse.
  • Nerviosismo o agitación.
  • Descoordinación motora.

Cualquiera de estos síntomas compromete seriamente tu seguridad al volante.

¿Cómo saber si un medicamento es incompatible con la conducción?

La información está en el etiquetado, en el prospecto y también debes confirmarlo con un profesional sanitario. También es cierto, que a cada persona les afectan de diferente manera los efectos de la medicación y los secundarios.

Etiquetado y advertencias del envase

Desde 2007, los envases de medicamentos en España que pueden afectar a la conducción incluyen un pictograma de un coche negro sobre fondo blanco con un triángulo equilátero rojo. Esto indica que puede alterar la capacidad de conducir. Pero no significa que prohíban hacerlo.

Consulta con tu médico o farmacéutico

Siempre que inicies un tratamiento nuevo, especialmente si es crónico o si conduces con frecuencia, pregunta si afecta a la conducción. Esto es clave si tomas más de un medicamento (polimedicación), ya que los efectos pueden potenciarse.

¿Qué dice la ley sobre conducir con medicamentos?

La legislación española prohíbe conducir bajo los efectos de medicamentos que puedan alterar las capacidades necesarias para una conducción segura.

Regulación y sanciones en España

El Reglamento General de Conductores, en su Anexo IV, establece lo siguiente:

“No se admite el consumo habitual de sustancias que comprometan la aptitud para conducir sin peligro, ni el consumo habitual de medicamentos que, individualmente o en conjunto, produzcan efectos adversos graves en la capacidad para conducir.”

Además, tiene la misma gravedad que conducir bajo los efectos de drogas ilegales, aunque estén prescritas por un médico. La sanción por hacerlo puede ser:

  • Multa de hasta 1.000 €.
  • Retirada de 6 puntos del carnet de conducir.

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Preguntas frecuentes sobre medicamentos peligrosos para conducir

¿Puedo conducir si tomo antibióticos?

Sí, en la mayoría de los casos. Salvo que el antibiótico tenga un efecto secundario adverso (mareo, náuseas intensas, etc.) o esté combinado con otros medicamentos que sí afectan a la conducción.

¿Qué pasa si tengo un accidente y estoy medicado?

Si tomas un medicamento que reduce tus capacidades al volante y causas un accidente, puedes ser sancionado. Además, la aseguradora podría negarse a cubrir los daños si no has respetado las indicaciones médicas o has incumplido el deber de diligencia.

¿Qué medicamentos me impiden renovar el carnet de conducir?

La normativa no menciona ninguno de forma explícita. Pero si el tratamiento afecta tus capacidades psicofísicas, será el centro médico autorizado quien determine si puedes seguir conduciendo o si es necesario un informe adicional.

¿Qué responsabilidad tiene el médico si no me advierte?

El responsable final de ponerse al volante es siempre el conductor. Aunque el médico o farmacéutico debería informar sobre los efectos adversos que pueden afectar a la conducción (como somnolencia, visión borrosa o disminución de reflejos), la ley no traslada la responsabilidad al profesional sanitario.

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