Impuesto de transmisiones patrimoniales de un coche: cómo se calcula

Publicado el 17 de Diciembre de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos
Transmisiones Patrimoniales

Si estás pensando en comprar un coche de segunda mano, conviene que sepas que no solo tendrás que pagar el precio acordado con el vendedor. También hay una serie de gastos asociados al cambio de titularidad del vehículo. Entre ellos, uno de los más importantes es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, conocido como ITP.

Este impuesto es obligatorio cuando compras un coche usado a un particular. Forma parte de los trámites necesarios para formalizar la compraventa y poder poner el vehículo a tu nombre. A continuación te explicamos qué es, cómo se calcula, quién debe pagarlo y cómo hacerlo paso a paso.

Qué es el impuesto sobre transmisiones patrimoniales de un coche

El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) es un tributo que se paga cuando se transmite la propiedad de un bien usado entre particulares. En el caso de los vehículos, se aplica cuando compras un coche, una moto o un ciclomotor de segunda mano a una persona física.

Si el vendedor es un concesionario o una empresa, no se paga ITP, ya que la operación está sujeta a IVA. Pero si la transacción es entre particulares, el comprador está obligado a liquidar este impuesto ante la Hacienda de su comunidad autónoma.

El ITP se regula en el Real Decreto Legislativo 1/1993, que aprueba la Ley del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. En el caso de los vehículos, su finalidad es que la Administración reciba una parte proporcional del valor del bien transmitido.

Es importante tener claro que el ITP es un requisito previo al cambio de titularidad del coche en la Dirección General de Tráfico (DGT). Hasta que no esté pagado, no podrás hacer la transferencia ni figurar como nuevo titular en el permiso de circulación.

Cómo se calcula el impuesto de transmisiones patrimoniales

El importe del ITP no es el mismo en todas las comunidades autónomas, ya que cada una aplica su propio tipo impositivo dentro de los márgenes permitidos por la ley. En general, el tipo suele situarse entre el 4% y el 8% del valor real del vehículo.

Para calcularlo, no se utiliza el precio de compraventa que figure en el contrato, sino el valor que la Administración da al coche según las tablas oficiales publicadas cada año por el Ministerio de Hacienda.

Estas tablas recogen el valor venal de los vehículos, es decir, su valor de mercado teniendo en cuenta su antigüedad, marca, modelo y versión. A partir de ese valor, se aplica un porcentaje de depreciación según los años que tenga el coche. Estos porcentajes están recogidos en una orden ministerial publicada cada año en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Cuantos más años tenga el vehículo, menor será este valor y, por tanto, menos pagarás de ITP.

Por ejemplo, si el valor venal de un coche de ocasión es de 20.000 euros y tiene 6 años, se aplica un coeficiente de depreciación del 28%, quedando en 5.600 euros. Si el tipo impositivo en tu comunidad autónoma es del 6%, el ITP a pagar sería de 336 euros.

Quién paga el impuesto de transmisiones patrimoniales de un coche​

El responsable de pagar el ITP es siempre el comprador, no el vendedor. Esto significa que, si compras un coche usado a un particular, tú debes presentar y abonar el impuesto ante la Hacienda autonómica correspondiente a tu lugar de residencia.

El vendedor por su parte, debe conservar una copia del contrato de compraventa y asegurarse de que el nuevo titular hace el cambio de nombre correctamente, ya que mientras el coche no esté a nombre del comprador, las posibles sanciones o impuestos seguirán llegando al antiguo titular.

Es importante que ambas partes firmen el contrato de compraventa por duplicado, indicando con claridad los datos del vehículo, el precio acordado, la fecha y los datos personales de comprador y vendedor. Este documento servirá como prueba ante Hacienda y la DGT.

Cómo pagar el ITP

El pago del ITP se realiza ante la Agencia Tributaria de la comunidad autónoma donde resida el comprador. El trámite puede hacerse de forma telemática, a través de la sede electrónica de la administración autonómica, o presencialmente en sus oficinas.

Los pasos habituales son:

  1. Rellenar el modelo correspondiente. Puedes hacerlo online (con certificado digital) o descargarlo para presentarlo en papel.
  2. Adjuntar la documentación necesaria: contrato de compraventa firmado por ambas partes, copia del DNI del comprador y del vendedor, y el permiso de circulación y la ficha técnica del vehículo.
  3. Pagar el importe del impuesto. Se puede hacer por banca electrónica o directamente en la entidad colaboradora.
  4. Guardar el justificante del pago. Es imprescindible para hacer el cambio de titularidad en la DGT.

Una vez pasado el ITP, tendrás que acudir a Tráfico para formalizar la transferencia del coche. En la Jefatura Provincial de la DGT te pedirán el justificante del pago del impuesto, el contrato de compraventa y el resto de la documentación del vehículo. Aunque lo más sencillo es realizar el trámite online.

Recuerda que, además, conviene comunicar la operación a tu compañía de seguros o revisar si el seguro actual del vehículo puede mantenerse o es necesario contratar uno nuevo antes de circular.

TE INTERESA:

Preguntas frecuentes 

¿Cuánto se paga de Impuesto de Transmisiones Patrimoniales por un coche?

Depende de la comunidad autónoma y del valor del vehículo según las tablas oficiales del Ministerio de Hacienda. Como referencia, el tipo aplicable suele estar entre el 4% y el 8%.

¿Cuándo no se paga el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales de un coche?

No se paga cuando la compraventa se realiza entre una persona particular y un concesionario, ya que en ese caso el coche está sujeto a IVA. Tampoco se paga si se trata de una transmisión gratuita, como una herencia o donación, que se regula mediante otros impuestos (Sucesiones o Donaciones).

¿Cuánto se paga a Hacienda por transferir un coche?

Lo que se paga a Hacienda depende del valor venal del vehículo, del porcentaje de depreciación por antigüedad y del tipo impositivo de tu comunidad autónoma. A ello debes añadir la tasa de Tráfico por cambio de titularidad.

¿Cuánto te quita Hacienda por vender un coche en 6.500 €?

Si vendes un coche, no pagas el ITP. Sin embargo, si obtienes una ganancia respecto al precio al que lo compraste, deberás declararla como incremento patrimonial en el IRPF. Por ejemplo, si lo compraste por 5.000 € y lo vendes por 6.500 €, deberías declarar la diferencia (1.500 €) como beneficio.

¿Cuánto se paga por transferencia de vehículo?

En total, entre el impuesto de transmisiones y la tasa de la DGT, el coste medio ronda entre 150 y 400 euros, dependiendo del valor del coche y del tipo impositivo de tu comunidad.

¿Qué pasa si no pago el ITP de mi coche?

No podrás cambiar el titular del vehículo en Tráfico, ya que te pedirán el justificante del pago del impuesto. Además, Hacienda podría imponer recargos e intereses si el pago se realiza fuera de plazo. El plazo para presentarlo es de 30 días hábiles desde la fecha de la compraventa.

Cómo circular en una rotonda de forma correcta

Publicado el 5 de Diciembre de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 5 minutos
Circular en Rotonda

Quien más y quien menos ha tenido un susto en una rotonda: un coche que se cruza sin avisar, alguien que frena de golpe o un cambio de carril inesperado. Son maniobras que se repiten a diario y que, aunque parezcan pequeñas, pueden acabar en un golpe o una multa.

Las glorietas están pensadas para mejorar la fluidez y la seguridad del tráfico, pero solo cumplen su función si todos sabemos cómo circular por ellas. La DGT insiste en que entender las normas de prioridad y usar correctamente los carriles reduce buena parte de los incidentes en ciudad y carretera.

Cómo circular en una rotonda de dos carriles

Las rotondas con dos carriles suelen generar confusión: ¿por dónde entrar? ¿cuándo cambiar de carril? La DGT dice que el truco está en anticipar tu salida y colocarte con tiempo. Cada carril tiene una función, y usarlos bien es la clave para no poner en riesgo a otros conductores.

Veamos cómo hacerlo paso a paso.

Cómo entrar en una rotonda

Antes de incorporarte, reduce la velocidad y observa si puedes entrar sin obligar a los vehículos que ya están dentro a frenar o desviarse.

  • Prioridad: los vehículos que ya circulan dentro siempre tienen preferencia.
  • Elección del carril:
    • Si vas a salir por la primera salida, entra por el carril derecho.
    • Si vas a continuar recto o cambiar de sentido, usa el carril izquierdo o el más adecuado a tu destino.
  • Intermitentes: no señales al entrar, solo cuando vayas a salir.

La mayoría de colisiones en rotondas se deben a incorporaciones incorrectas o a cambios de carril sin señalizar. Por eso, la observación y la anticipación son tan importantes como la velocidad.

Cómo salir de una rotonda

Salir correctamente de una rotonda también requiere atención:

  • Pásate al carril derecho con antelación si estás en el interior.
  • Activa el intermitente derecho al acercarte a tu salida.
  • No cortes carriles ni cambies de golpe desde el interior.
  • Cede el paso a peatones y ciclistas si hay paso de cebra o carril bici.

Si te pasas tu salida, lo correcto es dar otra vuelta a la glorieta y salir en la siguiente, nunca girar bruscamente o frenar dentro de la rotonda.

Esquema de cómo circular en una rotonda

como circular por una rotonda

Fuente: DGT. https://www.dgt.es/comunicacion/noticias/glorietas-como-circular-de-forma-segura/

En el esquema de la DGT se resume la forma correcta de circular:

  1. Primera salida: carril derecho.
  2. Segunda salida: puedes usar cualquier carril, pero sal por el exterior.
  3. Tercera salida o cambio de sentido: usa el carril interior hasta que sea seguro pasar al exterior para salir.

Quién tiene preferencia en una rotonda

En las rotondas, tienen prioridad los vehículos que ya están dentro, salvo que una señal indique lo contrario. Los que se aproximan deben ceder el paso.

Saltarse esta norma es una de las imprudencias más peligrosas según la DGT, y las sanciones son importantes:

Infracción en rotondas

Multa económica

Puntos del carnet

No ceder el paso al entrar en la rotonda

200 €

4 puntos

Velocidad excesiva y obstaculizar salidas (conducción temeraria)

500 €

6 puntos

Cambio de carril sin señalizar

200 €

0 puntos

No respetar la prioridad de peatones o ciclistas al salir

500 €

6 puntos

Salida cruzada desde el interior 

500 €

6 puntos

 

Recuerda anticiparte y colocarte en el carril correcto, señalizar al salir y respetar siempre a los demás usuarios. La DGT recuerda que estas normas reducen accidentes y evitan sanciones graves.

Casos excepcionales cuando circulas en una rotonda

Existen situaciones en las que la prioridad o el comportamiento cambia:

  • Rotondas con semáforos: obedece las señales luminosas aunque haya vehículos circulando.
  • Rotondas con carril bici perimetral: los ciclistas tienen preferencia al incorporarse o salir.
  • Vehículos de emergencia: deben tener prioridad cuando circulan con señales luminosas o acústicas.
  • Vehículos de gran tamaño (camiones o autobuses, no un SUV): pueden necesitar más espacio y ocupar parcialmente ambos carriles; extrema la precaución.

TE INTERESA:

Preguntas frecuentes sobre cómo circular en una rotonda

¿Cómo se debe circular por una rotonda?

Respetando la prioridad de los que ya circulan dentro, eligiendo correctamente el carril según la salida que vayas a tomar y usando los intermitentes al salir.

¿Cómo conducir en una rotonda de dos carriles?

Usa el carril derecho para salir en las primeras salidas y el interior para continuar o cambiar de sentido. Cambia al exterior con tiempo antes de salir.

¿Cómo se entra y sale de una rotonda?

Se entra cuando no hay vehículos dentro, evitando obligarles a frenar. Para salir, señaliza y hazlo desde el carril derecho.

¿Qué marcha poner en una rotonda?

Depende de la velocidad. Normalmente se usa segunda o tercera marcha, según el tamaño de la rotonda y el tráfico.

¿Cómo reducir la velocidad al aproximarse a una rotonda?

Levanta el pie del acelerador con antelación y frena suavemente antes de llegar a la línea de ceda el paso. Nunca frenes dentro de la rotonda salvo por motivos de casa mayor (seguridad).

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