Medicamentos y conducción: ¿Cuáles son peligrosos y cómo identificarlos?

Publicado el 7 de Agosto de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos
Medicamentos conduccion

Conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos puede ser tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol. Somnolencia, visión borrosa, mareos o falta de reflejos son solo algunos de los efectos secundarios que pueden alterar tu capacidad para conducir con seguridad.

Por eso es fundamental saber qué medicamentos pueden suponer un riesgo al volante y cómo identificarlos:

Medicamentos peligrosos para conducir

Medicamentos que no afectan a la conducción

Benzodiacepinas

Paracetamol

 

Antihistamínicos sedantes (1ª gen.)

Ibuprofeno

Antipsicóticos

Antibióticos (en la mayoría de los casos)

Antidepresivos tricíclicos

Antiácidos

Analgésicos opioides

Suplementos vitamínicos

Relajantes musculares

Laxantes

Antiepilépticos

Anticonceptivos

Hipnóticos

Pomadas y cremas tópicas

¿Son todos los medicamentos peligrosos para la conducción?

No. De hecho, la mayoría de los medicamentos no interfieren en la conducción. El problema aparece cuando ciertos principios activos afectan al sistema nervioso central, provocan somnolencia, alteran los reflejos o generan confusión. En estos casos, conducir puede convertirse en una actividad de riesgo, tanto para ti como para los demás.

¿Qué medicamentos afectan a la conducción?

Algunos medicamentos tienen efectos secundarios que pueden reducir tu capacidad de reacción o percepción al volante. A continuación, encontrarás algunos de los más habituales.

Benzodiacepinas

Se recetan para tratar la ansiedad o el insomnio. Pueden provocar somnolencia, falta de atención y coordinación. Muy habituales: lorazepam, diazepam, alprazolam, etc.

Antihistamínicos sedantes

Son los de primera generación (como la difenhidramina). Aunque calman los síntomas de la alergia, también dan mucho sueño.

Antipsicóticos

Utilizados para tratar trastornos mentales graves. Suelen afectar la atención, la coordinación y los reflejos.

Antidepresivos tricíclicos

Algunos (como la amitriptilina) pueden provocar somnolencia o visión borrosa, especialmente al iniciar el tratamiento.

Analgésicos opioides

Medicamentos como la morfina o el tramadol reducen el dolor intenso, pero también pueden inducir somnolencia, náuseas o vértigos.

Relajantes musculares

Aunque ayudan a aliviar contracturas o lesiones musculares, muchos producen somnolencia como efecto secundario.

Antiepilépticos

Medicamentos como la carbamazepina o el ácido valproico pueden alterar el estado de alerta, especialmente durante los primeros días de uso.

Hipnóticos

Indicados para el insomnio (como el zolpidem o el lormetazepam), afectan directamente al sueño y pueden dejar una «resaca» de somnolencia al día siguiente.

¿Qué medicamentos no afectan a la conducción?

Muchos medicamentos son compatibles con la conducción y no presentan riesgos conocidos. La mayoría de los tratamientos habituales no alteran tus capacidades al volante. No obstante, conviene consultar siempre el prospecto, al farmacéutico o al médico que te lo haya recetado.

Paracetamol

Es un analgésico muy utilizado que no afecta la conducción si se toma según la dosis recomendada.

Ibuprofeno

Antiinflamatorio y analgésico común. No suele provocar efectos adversos relacionados con la conducción en personas sanas.

Antibióticos

En general, no interfieren con la capacidad de conducir, aunque algunos pueden causar malestar digestivo. Es importante vigilar cómo te sientan.

Antiácidos

No presentan efectos sobre el sistema nervioso, así que puedes tomarlos sin miedo a conducir.

Suplementos vitamínicos

No interfieren con la conducción. Aun así, si están indicados como parte de un tratamiento mayor, revisa la medicación completa.

Laxantes

Tampoco afectan al sistema nervioso. En casos puntuales, si causan deshidratación o debilidad, sería prudente esperar y no circular.

Anticonceptivos

No interfieren en la conducción.

Pomadas y cremas tópicas

No tienen efecto sistémico, así que no afectan a tu capacidad para conducir.

Tipos de medicamentos que pueden influir

Los medicamentos que más interfieren en la conducción suelen tener en común que afectan al sistema nervioso central. Pertenecen a los siguientes grupos:

  • Psicofármacos: ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos.
  • Analgésicos opioides.
  • Antiepilépticos.
  • Antihistamínicos de primera generación.
  • Hipnóticos y sedantes.
  • Algunos tratamientos contra el vértigo o náuseas.

Síntomas y efectos secundarios de los medicamentos

Conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos puede provocar:

  • Somnolencia.
  • Visión borrosa.
  • Mareos o vértigo.
  • Tiempos de reacción más lentos.
  • Confusión o dificultad para concentrarse.
  • Nerviosismo o agitación.
  • Descoordinación motora.

Cualquiera de estos síntomas compromete seriamente tu seguridad al volante.

¿Cómo saber si un medicamento es incompatible con la conducción?

La información está en el etiquetado, en el prospecto y también debes confirmarlo con un profesional sanitario. También es cierto, que a cada persona les afectan de diferente manera los efectos de la medicación y los secundarios.

Etiquetado y advertencias del envase

Desde 2007, los envases de medicamentos en España que pueden afectar a la conducción incluyen un pictograma de un coche negro sobre fondo blanco con un triángulo equilátero rojo. Esto indica que puede alterar la capacidad de conducir. Pero no significa que prohíban hacerlo.

Consulta con tu médico o farmacéutico

Siempre que inicies un tratamiento nuevo, especialmente si es crónico o si conduces con frecuencia, pregunta si afecta a la conducción. Esto es clave si tomas más de un medicamento (polimedicación), ya que los efectos pueden potenciarse.

¿Qué dice la ley sobre conducir con medicamentos?

La legislación española prohíbe conducir bajo los efectos de medicamentos que puedan alterar las capacidades necesarias para una conducción segura.

Regulación y sanciones en España

El Reglamento General de Conductores, en su Anexo IV, establece lo siguiente:

“No se admite el consumo habitual de sustancias que comprometan la aptitud para conducir sin peligro, ni el consumo habitual de medicamentos que, individualmente o en conjunto, produzcan efectos adversos graves en la capacidad para conducir.”

Además, tiene la misma gravedad que conducir bajo los efectos de drogas ilegales, aunque estén prescritas por un médico. La sanción por hacerlo puede ser:

  • Multa de hasta 1.000 €.
  • Retirada de 6 puntos del carnet de conducir.

TE INTERESA:

Preguntas frecuentes sobre medicamentos peligrosos para conducir

¿Puedo conducir si tomo antibióticos?

Sí, en la mayoría de los casos. Salvo que el antibiótico tenga un efecto secundario adverso (mareo, náuseas intensas, etc.) o esté combinado con otros medicamentos que sí afectan a la conducción.

¿Qué pasa si tengo un accidente y estoy medicado?

Si tomas un medicamento que reduce tus capacidades al volante y causas un accidente, puedes ser sancionado. Además, la aseguradora podría negarse a cubrir los daños si no has respetado las indicaciones médicas o has incumplido el deber de diligencia.

¿Qué medicamentos me impiden renovar el carnet de conducir?

La normativa no menciona ninguno de forma explícita. Pero si el tratamiento afecta tus capacidades psicofísicas, será el centro médico autorizado quien determine si puedes seguir conduciendo o si es necesario un informe adicional.

¿Qué responsabilidad tiene el médico si no me advierte?

El responsable final de ponerse al volante es siempre el conductor. Aunque el médico o farmacéutico debería informar sobre los efectos adversos que pueden afectar a la conducción (como somnolencia, visión borrosa o disminución de reflejos), la ley no traslada la responsabilidad al profesional sanitario.

¿Con cuántos km comprar un coche de segunda mano?

Publicado el 1 de Diciembre de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos

Comprar un coche de segunda mano puede ser una gran oportunidad… o un quebradero de cabeza si no sabes en qué debes fijarte. Y uno de los primeros números que miramos (a veces casi con obsesión) es el kilometraje. ¿Pero realmente dice tanto como creemos?

No todos los coches envejecen igual. Hay vehículos con 200.000 km que siguen rodando como el primer día, y otros con apenas 80.000 km que arrastran averías por falta de cuidado. Por eso, más que quedarte con una cifra, conviene entender qué significan esos kilómetros y qué hay detrás de ellos.

En este artículo te explicamos con cuántos kilómetros merece la pena comprar un coche de segunda mano, a partir de cuántos se considera viejo y qué factores influyen en su vida útil. Así no irás a ciegas cuando te toque decidir.

Cuantos km son muchos para un coche de segunda mano

No existe una cifra mágica que sirva para todos los coches, pero sí orientaciones basadas en estudios y datos fiables. Según la web especializada Coches.net, un coche de ocasión con entre 50.000 y 150.000 km puede ser una buena compra si está bien mantenido.

Por otra parte, según RACE, un motor de gasolina en condiciones normales puede alcanzar los 250.000 km y un diésel los 400.000 km antes de que empiecen a aparecer reparaciones costosas con más frecuencia.

Así que, si ves un coche de segunda mano con 200.000 km, por ejemplo, no tiene por qué descartarse de primeras… pero sí conviene que revises muy bien su historial, mantenimiento y cuánto uso ha tenido.

A partir de cuántos kilómetros un coche es viejo

Definir cuándo un coche «es viejo» no depende sólo del kilometraje, también de la antigüedad, el uso y el mantenimiento. Sin embargo, hay datos que nos orientan. 

Un estudio citado por Dirección General de Tráfico (DGT) señala que:

  • Los vehículos diésel alcanzan una media de vida de 16,3 años y unos 410.000 km antes de que se consideren al final de su vida útil.
  • La vida media de un coche con motor de gasolina estaría en 18,7 años y 187.000 kilómetros.

Por lo tanto, un coche podría empezar a considerarse viejo cuando cumple muchos años (más de 15) o un alto kilometraje acumulado (por ejemplo más de 200-250.000 km), siempre evaluando su estado general.

¿Qué factores influyen en la vida útil de un coche?

Para entender bien por qué el kilometraje no lo es todo, vamos a ver qué otros factores entran en juego:

Mantenimiento

Un coche bien cuidado, con revisiones periódicas en taller, con historial completo de cambio de correa, filtros, aceite… tiene muchas más posibilidades de aguantar sin grandes averías durante más años. Si ha sido descuidado, por muchos pocos kilómetros que marque, eso puede jugar en contra.

Kilometraje

Más kilómetros implican mayor desgaste mecánico: del motor, transmisión, suspensión, etc. Pero también importa cómo se han hecho esos kilómetros: ciudad vs. carretera, trayectos largos vs. muchos arranques y paradas.

Estilo de conducción

Un uso tranquilo, mayormente en carretera y a buen ritmo, tiende a ser menos agresivo para el coche que un uso urbano intenso: semáforos, frenazos, cargas frecuentes…

¿200.000 km es mucho para un coche gasolina?

En el caso de gasolina, sí es un kilometraje elevado, pero no necesariamente descartable si el mantenimiento ha sido ejemplar. El motor de gasolina puede tener una vida útil de 250.000 km en condiciones normales. Ten en cuenta que no es lo mismo un coche comprado hace tres años, con 200.000 km (que ha podido tener un uso constante por ejemplo como VTC) que un coche con 10 años y ese mismo kilometraje (uso moderado).

Eso quiere decir que si compras un coche gasolina con 200.000 km, debes revisar especialmente cuándo se cambió la correa de distribución (si aplica), los principales mantenimientos, el historial de uso, y valorar el precio teniendo en cuenta que podrían venir reparaciones.

¿200.000 km es mucho para un coche diésel?

Para un diésel, ese kilometraje está mucho más dentro de lo «normal» si ha sido usado sobre todo en autovía y autopistas y se ha respetado el mantenido, puesto que un motor diésel alcanza los 400.000 km en buenas condiciones.

Pero ojo: el diésel también tiene otros riesgos (emisiones, filtros de partículas, etc.) y depende mucho del uso urbano o interurbano. Así que aunque 200.000 km no sean un problema directo, conviene que revises otros muchos factores.

TE INTERESA:

Preguntas frecuentes

¿Cuántos kilómetros es recomendable que tenga un coche de segunda mano?

Una cifra orientativa sería menos de 100.000 km si es relativamente reciente (5-8 años), o bien menos de 150.000-180.000 km si tiene más años. Pero lo importante es el estado, mantenimiento e historial.

¿Cuánto kilometraje es aceptable para un auto usado?

Según varios análisis, entre 50.000 y 150.000 km suele considerarse aceptable para un coche de segunda mano en buen estado.

¿Cuándo se considera que un coche tiene pocos kilómetros?

Cuando el kilometraje está por debajo de la media de uso anual del país. En España, en 2022, esa media ronda los 11.045 km al año, así que por ejemplo un coche de 5 años con menos de 60.000 km ya podemos considerarlo «con pocos km», siempre que el resto esté bien.

¿Coche con 200.000 km es mucho?

Depende del tipo (gasolina o diésel), del uso, del mantenimiento y de la antigëdad. Para un gasolina está en la parte alta del rango; para un diésel es más aceptable. Pero debes revisar el resto muy bien antes de decidir.

¿Cuántos kilómetros se consideran muchos para un coche?

Podríamos decir que más de 150.000-200.000 km empieza a considerarse «muchos» para un coche con varios años de antigüedad, especialmente si no tiene buen historial de mantenimiento.

¿A partir de cuántos kilómetros se considera que un coche es viejo?

No hay un número exacto, pero cuando supera los 200-250.000 km, o tiene una antigüedad de más de 10-15 años, y además no ha sido bien mantenido, sí se puede considerar «viejo» en el sentido de que podría requerir reparaciones importantes.