Testigos del coche: qué significa cada uno

Publicado el 1 de Mayo de 2025 by Expertos en seguros de coche, Equipo Génesis
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos
Testigos del coche encendidos

En el tablero del coche hay una serie de luces que se encienden para informarte de lo que está ocurriendo en el vehículo. A estas luces se las conoce como «testigos del coche» y pueden alertarte de una avería grave, indicarte que un sistema está activado o simplemente recordarte que es hora de revisar algún componente. 

Saber qué significa cada testigo te ayudará a reaccionar a tiempo y evitar daños mayores en el coche. Estos son los testigos del coche más comunes:

Color

Tipo de testigo

Significado general

Rojo

Advertencia grave

Fallo importante o riesgo para la seguridad. Detente lo antes posible.

Amarillo/Naranja

Precaución o mantenimiento

Aviso de funcionamiento anómalo. Consulta el manual o acude al taller.

Verde

Información

Sistema funcionando correctamente.

Azul

Información puntual

Activación de luces largas u otros sistemas.

 

¿Qué son los testigos del coche y por qué son importantes?

Los testigos del coche son iconos luminosos que aparecen en el cuadro de mandos, situado tras el volante. Su función principal es informarte sobre el estado de los sistemas del vehículo y advertirte de posibles problemas. Ignorar un testigo puede tener consecuencias graves, tanto para la seguridad como para el buen funcionamiento del coche.

 

Tipos de testigos del coche y su significado

Los testigos del coche pueden clasificarse en grandes grupos según su color y nivel de importancia.

 

Testigos rojos: advertencias graves

Cuando se enciende un testigo rojo, es señal de que hay un problema serio que puede afectar la seguridad del vehículo. Deberías detener el coche de inmediato y llamar a la asistencia en carretera para acudir al taller.

  • Avería del motor.
  • Sistema de frenos.
  • Temperatura excesiva del motor.
  • Presión de aceite insuficiente.
  • Batería descargada.
  • Airbag o pretensores del cinturón.

 

Testigos amarillos o naranjas: precaución y mantenimiento

Estos testigos indican una anomalía que no requiere detener el vehículo de inmediato, pero que debe ser revisada cuanto antes.

  • Fallo en el motor (Check Engine).
  • Presión incorrecta en los neumáticos.
  • Filtro de partículas (DPF) obstruido.
  • Sistema ABS o ESP con fallos.
  • Nivel bajo de líquido refrigerante.

En estos casos, lo cierto es que cuanto más tardes en solventar el motivo del aviso, mayor desgaste de las piezas, riesgo de deformaciones, y en general, te puede salir más cara la reparación que si acudes ese día al taller.

 

Testigos verdes y azules: información y activación de sistemas

Estos colores indican que un sistema está activado y funcionando correctamente. De hecho, si no se encienden, deberías llevar el coche al taller.

  • Luces de cruce o posición (verde).
  • Luces largas (azul).
  • Intermitentes (verde).
  • Control de crucero activado (verde).

 

Testigos del coche más comunes y su interpretación

Veamos en detalle los testigos que con más frecuencia se encienden en el cuadro del coche y qué debes hacer si se encienden.

 

Testigo del motor amarillo: qué significa y qué hacer

Conocido como «Check Engine», este testigo suele aparecer por problemas en el sistema de inyección, encendido o emisiones. Requiere una diagnosis electrónica para conocer el fallo exacto.

  • Recomendación: si el coche funciona con normalidad, acude al taller pronto. Si notas pérdida de potencia o vibraciones, detente.

 

Testigo de presión del aceite: causas y soluciones

Este testigo rojo alerta de una presión baja de aceite. Puede significar que hay poco aceite o que la bomba no funciona correctamente.

  • Recomendación: detente cuanto antes, comprueba el nivel y no sigas conduciendo si persiste para no cargarte el motor.

 

Testigo de batería encendido: qué indica y cómo solucionarlo

Indica que la batería no se está cargando correctamente. Puede ser un problema del alternador, la propia batería o las conexiones.

  • Recomendación: conduce hasta el taller si puedes. Si se apagan los sistemas eléctricos, detente.

 

Testigo de frenos y ABS: diferencias y cómo reaccionar

  1. Testigo de freno rojo: puede indicar bajo nivel de líquido o desgaste de pastillas.
  2. Testigo ABS amarillo: fallo en el sistema antibloqueo, pero los frenos mecánicos siguen funcionando.
  • Recomendación: revisa el nivel de líquido y acude al taller si el testigo no desaparece.

 

Testigos del coche menos conocidos pero importantes

A continuación, te aclaramos lo que significan otros símbolos menos comunes, que pueden aparecer en el tablero y cómo debes actuar.

Testigo del filtro de partículas (DPF)

Indica que el filtro está obstruido y necesita sustituirse. Si ignoras el aviso, podrías tener averías costosas a corto plazo.

  • Recomendación: conduce unos minutos a revoluciones altas en carretera para facilitar la limpieza.

 

Testigo del líquido refrigerante

Señala un nivel bajo o un problema en el sistema de refrigeración. Ignorarlo puede provocar un sobrecalentamiento.

  • Recomendación: comprueba el nivel (en frío) y rellena si es necesario. Si reaparece, acude al taller.

 

Testigo de fallo en la dirección asistida

Puede aparecer si hay un fallo electrónico o mecánico en la dirección asistida. El volante se volverá más duro.

  • Recomendación: evita maniobras bruscas y acude al taller.

 

¿Qué hacer si se enciende un testigo en el coche?

  1. Observa el color: rojo (urgente), amarillo (precaución), verde o azul (información).
  2. Consulta el manual del vehículo para identificar el testigo.
  3. Valora los síntomas: si sientes ruidos, vibraciones o fallos, detente.
  4. Acude al taller si el testigo persiste o no sabes cómo actuar.

 

TE INTERESA:

 

Preguntas frecuentes sobre los testigos del coche

¿Puedo seguir conduciendo si se enciende un testigo amarillo?

Depende del testigo. Si el coche va bien, puedes continuar con precaución y acudir al taller en cuanto puedas.

 

¿Por qué se encienden los testigos del coche y luego se apagan?

A veces es una advertencia puntual (por cambios de temperatura o ajustes mecánicos). Si se apaga y no vuelve a aparecer, puede haber sido algo temporal. Si se repite, ve al taller.

 

¿Cómo apagar un testigo encendido en el tablero?

Solo se apagan al solucionar el problema que lo causa. Algunos requieren diagnosis con máquina para resetear (disponible en talleres).

 

¿Qué testigos del coche indican una avería grave?

Los testigos rojos, como los de frenos, temperatura, presión de aceite o airbag. Siempre que se encienda uno, actúa inmediatamente.

Medicamentos y conducción: ¿Cuáles son peligrosos y cómo identificarlos?

Publicado el 7 de Agosto de 2025 by Raquel Barbadillo, Copywriter especializada en comunicación sostenible
Tiempo de lectura estimado: 6 minutos
Medicamentos conduccion

Conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos puede ser tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol. Somnolencia, visión borrosa, mareos o falta de reflejos son solo algunos de los efectos secundarios que pueden alterar tu capacidad para conducir con seguridad.

Por eso es fundamental saber qué medicamentos pueden suponer un riesgo al volante y cómo identificarlos:

Medicamentos peligrosos para conducir

Medicamentos que no afectan a la conducción

Benzodiacepinas

Paracetamol

 

Antihistamínicos sedantes (1ª gen.)

Ibuprofeno

Antipsicóticos

Antibióticos (en la mayoría de los casos)

Antidepresivos tricíclicos

Antiácidos

Analgésicos opioides

Suplementos vitamínicos

Relajantes musculares

Laxantes

Antiepilépticos

Anticonceptivos

Hipnóticos

Pomadas y cremas tópicas

¿Son todos los medicamentos peligrosos para la conducción?

No. De hecho, la mayoría de los medicamentos no interfieren en la conducción. El problema aparece cuando ciertos principios activos afectan al sistema nervioso central, provocan somnolencia, alteran los reflejos o generan confusión. En estos casos, conducir puede convertirse en una actividad de riesgo, tanto para ti como para los demás.

¿Qué medicamentos afectan a la conducción?

Algunos medicamentos tienen efectos secundarios que pueden reducir tu capacidad de reacción o percepción al volante. A continuación, encontrarás algunos de los más habituales.

Benzodiacepinas

Se recetan para tratar la ansiedad o el insomnio. Pueden provocar somnolencia, falta de atención y coordinación. Muy habituales: lorazepam, diazepam, alprazolam, etc.

Antihistamínicos sedantes

Son los de primera generación (como la difenhidramina). Aunque calman los síntomas de la alergia, también dan mucho sueño.

Antipsicóticos

Utilizados para tratar trastornos mentales graves. Suelen afectar la atención, la coordinación y los reflejos.

Antidepresivos tricíclicos

Algunos (como la amitriptilina) pueden provocar somnolencia o visión borrosa, especialmente al iniciar el tratamiento.

Analgésicos opioides

Medicamentos como la morfina o el tramadol reducen el dolor intenso, pero también pueden inducir somnolencia, náuseas o vértigos.

Relajantes musculares

Aunque ayudan a aliviar contracturas o lesiones musculares, muchos producen somnolencia como efecto secundario.

Antiepilépticos

Medicamentos como la carbamazepina o el ácido valproico pueden alterar el estado de alerta, especialmente durante los primeros días de uso.

Hipnóticos

Indicados para el insomnio (como el zolpidem o el lormetazepam), afectan directamente al sueño y pueden dejar una «resaca» de somnolencia al día siguiente.

¿Qué medicamentos no afectan a la conducción?

Muchos medicamentos son compatibles con la conducción y no presentan riesgos conocidos. La mayoría de los tratamientos habituales no alteran tus capacidades al volante. No obstante, conviene consultar siempre el prospecto, al farmacéutico o al médico que te lo haya recetado.

Paracetamol

Es un analgésico muy utilizado que no afecta la conducción si se toma según la dosis recomendada.

Ibuprofeno

Antiinflamatorio y analgésico común. No suele provocar efectos adversos relacionados con la conducción en personas sanas.

Antibióticos

En general, no interfieren con la capacidad de conducir, aunque algunos pueden causar malestar digestivo. Es importante vigilar cómo te sientan.

Antiácidos

No presentan efectos sobre el sistema nervioso, así que puedes tomarlos sin miedo a conducir.

Suplementos vitamínicos

No interfieren con la conducción. Aun así, si están indicados como parte de un tratamiento mayor, revisa la medicación completa.

Laxantes

Tampoco afectan al sistema nervioso. En casos puntuales, si causan deshidratación o debilidad, sería prudente esperar y no circular.

Anticonceptivos

No interfieren en la conducción.

Pomadas y cremas tópicas

No tienen efecto sistémico, así que no afectan a tu capacidad para conducir.

Tipos de medicamentos que pueden influir

Los medicamentos que más interfieren en la conducción suelen tener en común que afectan al sistema nervioso central. Pertenecen a los siguientes grupos:

  • Psicofármacos: ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos.
  • Analgésicos opioides.
  • Antiepilépticos.
  • Antihistamínicos de primera generación.
  • Hipnóticos y sedantes.
  • Algunos tratamientos contra el vértigo o náuseas.

Síntomas y efectos secundarios de los medicamentos

Conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos puede provocar:

  • Somnolencia.
  • Visión borrosa.
  • Mareos o vértigo.
  • Tiempos de reacción más lentos.
  • Confusión o dificultad para concentrarse.
  • Nerviosismo o agitación.
  • Descoordinación motora.

Cualquiera de estos síntomas compromete seriamente tu seguridad al volante.

¿Cómo saber si un medicamento es incompatible con la conducción?

La información está en el etiquetado, en el prospecto y también debes confirmarlo con un profesional sanitario. También es cierto, que a cada persona les afectan de diferente manera los efectos de la medicación y los secundarios.

Etiquetado y advertencias del envase

Desde 2007, los envases de medicamentos en España que pueden afectar a la conducción incluyen un pictograma de un coche negro sobre fondo blanco con un triángulo equilátero rojo. Esto indica que puede alterar la capacidad de conducir. Pero no significa que prohíban hacerlo.

Consulta con tu médico o farmacéutico

Siempre que inicies un tratamiento nuevo, especialmente si es crónico o si conduces con frecuencia, pregunta si afecta a la conducción. Esto es clave si tomas más de un medicamento (polimedicación), ya que los efectos pueden potenciarse.

¿Qué dice la ley sobre conducir con medicamentos?

La legislación española prohíbe conducir bajo los efectos de medicamentos que puedan alterar las capacidades necesarias para una conducción segura.

Regulación y sanciones en España

El Reglamento General de Conductores, en su Anexo IV, establece lo siguiente:

“No se admite el consumo habitual de sustancias que comprometan la aptitud para conducir sin peligro, ni el consumo habitual de medicamentos que, individualmente o en conjunto, produzcan efectos adversos graves en la capacidad para conducir.”

Además, tiene la misma gravedad que conducir bajo los efectos de drogas ilegales, aunque estén prescritas por un médico. La sanción por hacerlo puede ser:

  • Multa de hasta 1.000 €.
  • Retirada de 6 puntos del carnet de conducir.

TE INTERESA:

Preguntas frecuentes sobre medicamentos peligrosos para conducir

¿Puedo conducir si tomo antibióticos?

Sí, en la mayoría de los casos. Salvo que el antibiótico tenga un efecto secundario adverso (mareo, náuseas intensas, etc.) o esté combinado con otros medicamentos que sí afectan a la conducción.

¿Qué pasa si tengo un accidente y estoy medicado?

Si tomas un medicamento que reduce tus capacidades al volante y causas un accidente, puedes ser sancionado. Además, la aseguradora podría negarse a cubrir los daños si no has respetado las indicaciones médicas o has incumplido el deber de diligencia.

¿Qué medicamentos me impiden renovar el carnet de conducir?

La normativa no menciona ninguno de forma explícita. Pero si el tratamiento afecta tus capacidades psicofísicas, será el centro médico autorizado quien determine si puedes seguir conduciendo o si es necesario un informe adicional.

¿Qué responsabilidad tiene el médico si no me advierte?

El responsable final de ponerse al volante es siempre el conductor. Aunque el médico o farmacéutico debería informar sobre los efectos adversos que pueden afectar a la conducción (como somnolencia, visión borrosa o disminución de reflejos), la ley no traslada la responsabilidad al profesional sanitario.